Por Daniella Silva - NBC News
Un hombre negro fue ejecutado por el gobierno federal el jueves por un crimen que cometió a los 19 años. Su abogado denunció que los fiscales utilizaron estereotipos raciales incendiarios durante el juicio, celebrado hace 20 años, para llevar a su cliente al corredor de la muerte.
Christopher Vialva, de 40 años, fue ejecutado el jueves por la noche en la prisión federal de Terre Haute, Indiana. El médico forense del condado de Vigo, Indiana, lo declaró muerto a las 06:46 pm, según un comunicado de la Oficina Federal de Prisiones.
Fue el primer preso negro ejecutado desde que la administración Trump reanudara las ejecuciones federales de este año.
Vialva fue condenado a muerte por el asesinato en 1999 de Todd y Stacie Bagley en Texas, una pareja blanca que ejercían de pastores religiosos. Durante el juicio federal celebrado en el 2000 el jurado estuvo integrado por 11 blancos y una persona negra, según la abogada de Vialva, Susan Otto.
Los fiscales retrataron a Vialva "como si fuera el líder de una pandilla callejera violenta y bien organizada", señaló Otto.
"En el año 2000 calificar a estos niños de depredadores, cuando simplemente merodeaban por nuestras comunidades causando estragos, era una narrativa muy poderosa y muy convincente", recordó.
Otto declaró que no había evidencia de que Vialva fuera un líder o un miembro real de la llamada banda 212 PIRU Bloods. Él y sus amigos se encontraron con la pareja después de que echaran a Vialva de la casa de su madre y, al no tener a dónde ir, el grupo decidió robar a alguien, explicó la abogada.
"Esto es producto de una persona que es un niño, con un pensamiento muy desorganizado, en pleno momento de pánico, rodeado de un montón niños cuyas ideas son tan malas como las de él", argumentó.
Otto lamentó que enmarcar a Vialva y Brandon Bernard, coacusado también negro, dentro de una pandilla violenta fue una narrativa muy convincente para el jurado. Bernard también fue condenado a muerte y su fecha de ejecución no ha sido fijada, según la Oficina Federal de Prisiones.
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"Creo que concluir que Christopher era un perro rabioso que necesitaba ser sacrificado tuvo un impacto muy fuerte en la decisión del jurado. Como ha demostrado el tiempo, nada podría estar más lejos de la verdad", agregó.
Otto hice hincapié en el crecimiento de Vialva como persona durante su tiempo en prisión, explicando que estudió una fe mesiánica y que tenía un "arrepentimiento abrumador" por sus acciones.
Otto también apuntó que el desarrollo de Vialva era de unos tres años más joven en el momento de los asesinatos y que cuando lo conoció en 2003, todavía le costaba leer.
La letrada había pedido al presidente Trump que le concediera el indulto y le conmutara la condena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. "Christopher simplemente le está pidiendo que le perdone la vida", señaló.
Más del 46% de los 56 presos en el corredor de la muerte federal son personas negras, que constituyen alrededor del 13% de la población de Estados Unidos.
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En un artículo de opinión reciente para Bloomberg Law, Jason Chein, profesor de psicología en la Universidad de Temple, afirmó que la ejecución pendiente de Vialva ignora lo que "los últimos 20 años de investigación nos han enseñado sobre el desarrollo del cerebro de adolescentes y adolescentes".
"La ciencia sugiere que ninguna persona de esta edad debería ser juzgada para la pena capital", escribió.
Chein declaró a NBC News el jueves que la acusación por la que había sido juzgado Vialva era "terrible" pero que "parecía estar admitiendo culpabilidad y fue condenado".
"Es el momento adecuado para que analicemos de cerca si la pena capital puede ser apropiada para alguien que no ha alcanzado la edad de la madurez total en su cerebro, y yo diría que no puede", declaró.
Chein señaló que si bien un joven de 19 años conoce la diferencia racional entre el bien y el mal, estudio tras estudio ha demostrado que cuando se agrega excitación emocional o condiciones sociales que cambian la forma en que el cerebro toma decisiones, el cerebro parece el cerebro de "un individuo más joven y no al de un adulto completamente maduro ".
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"La forma en que su cerebro procesa la información en esas situaciones nos aclara que aún no tienen la capacidad adulta para tomar esas decisiones", explicó.
Según el Departamento de Justicia, Todd y Stacie Bagley fueron asesinados en 1999 en Fort Hood, Texas, después de haber acordado llevar a Vialva y a dos de sus amigos en su automóvil.
Vialva sacó una pistola y obligó a la pareja a meterse en el maletero. El grupo de adolescentes condujo durante unas horas deteniéndose para intentar retirar dinero de la cuenta bancaria de los Bagley y empeñar el anillo de Stacie Bagley, según el Departamento de Justicia. Vialva finalmente estacionó en la reserva militar de Fort Hood y disparó a la pareja mientras otro hombre prendía fuego al automóvil, según el Departamento de Justicia.
La administración Trump reinició las ejecuciones federales en julio después de una pausa de 17 años, comenzando con seis en la prisión federal de Terre Haute. El Departamento de Justicia no respondió a la solicitud de comentarios.