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Estados Unidos celebra una Victoria inesperada

Estados Unidos celebra una Victoria inesperada en mundial de futbol de brasil frente a ghana

Por Carlos Rajo/Columna de Opinión

Con un gol en el primer minuto de juego y otro casi al final y defendiéndose la mayor parte del resto del partido, por momentos con todo el equipo echado atrás, Estados Unidos venció a Ghana 2 a 1.

En el fútbol gana por supuesto el que mete más goles no el que juega mejor. Estados Unidos ganó por el gol del delantero Clint Dempsey cuando recién comenzaba el partido y el otro de John Brooks en el minuto 87, pero fue Ghana quien hizo un mejor partido. Hoy es Estados Unidos el que se lleva los elogios, pero si hubiese ganado Ghana o al menos empatado, esta sería la hora de las críticas contra el equipo de las barras y las estrellas. No sólo por perder sino porque en efecto jugo muy pobre.

Una vez que metió el gol Estados Unidos no hizo más que defenderse. Lo que en el fútbol se llama “plantar un autobús” enfrente de la portería, o en este caso, dos autobuses, el primero la linea de cuatro defensas y el segundo otra linea con cuatro volantes más. Cuestionable sí, pero al final de cuentas planteamiento que a veces, como en este caso, suficiente para la victoria.

Partido extraño si se quiere, ya que el primer gol de Estados Unidos le introdujo una dinámica que nadie esperaba: los USA echados atrás y Ghana con todo al ataque. Fútbol feo para algunos, pero al final de cuentas productivo. Tres puntos de oro que ponen a Estados Unidos cerca de la clasificación a la segunda ronda.

Más allá del gol la suerte parecía no estar del lado de Estados Unidos. A los 20 minutos se lesionó uno de sus dos delanteros, Jozy Altidore, quien juega en el Sunderland de Inglaterra y el que, no obstante ha tenido un año horrible de sequía de goles, es siempre un referente en la delantera estadounidense. Al salir Altidore, de seguro que mucha gente se acordó de Landon Donovan, la figura histórica de Estados Unidos que el técnico Jurgen Klinsman decidió no llevar a Brasil.

Luego seria el goleador Dempsey quien parecía correría la misma suerte de Altidore. Tuvo un choque con un ghanés y quedo en el suelo con sangre en la nariz. Por un momento parecía que se había quebrado el tabique nasal pero fue falsa alarma. Un par de minutos después Dempsey regresaría al terreno de juego. No hizo mucho Dempsey más allá del gol, pero no por culpa suya sino porque Estados Unidos atacó muy poco.

Al inicio del segundo tiempo Estados Unidos apareció con un nuevo defensa. Sucede que el central Besler también se lesionó y fue reemplazado por el joven de 21 años Brooks. Quizá la decisión más importante del técnico Klinsman y la que sería decisiva para el resultado. Brooks, novato sin mayor experiencia no sólo con la selección de Estados Unidos sino incluso en el fútbol profesional -juega en el Hertha Berlin de Alemania donde nació de padre estadounidense-, sería el autor del gol de la victoria.

El ataque ghanés fue incesante. Aunque la verdad casi nunca de verdadero peligro para el arquero estadounidense Tim Howard, ya que aunque llegaban al área los ghaneses no sabían definir. El gol fue un poco como el caso del agua que va tantas veces al cántaro que al final lo rompe. Una bella jugada, por cierto, de un delantero que de taquito se la deja al número 10 Ayew para que este fusile en el área chica a Howard. Apenas por unos minutos pareció que Ghana podría haberle dado vuelta al marcador. Había hecho un par de cambios -entraron Kevin Prince-Boateng y Michael Essien, ambos veteranos de las ligas europeas- y las llegadas eran más de peligro. Estados Unidos seguía en lo mismo: defendiéndose con las dos lineas de cuatro y a estas alturas tirándo la pelota a donde sea buscando un respiro.

El partido, sin embargo, no estaba terminado. En el minuto 86 se da una de las pocas subidas de Estados Unidos que provoca un córner. Viene el tiro de esquina y aparece el joven grandote Brooks con un cabezazo que da un pique y se mete por lo alto y a la derecha del arquero ghanés.

¡Que momento para el jugador estadounidense! De estar hace unos meses indeciso si aceptaba la invitación personal de Klinsman para ser parte de la selección de Estados Unidos -podía también ser llamado por Alemania- de ir a Brasil como uno de los más novatos del equipo -el entrenador dejó fuera a un veterano defensa para llevar a Brooks- y de llegar al partido sabiendo que su lugar era el de calentar la banca de suplentes, el joven estadounidense-alemán se mete a la historia y toca la gloria con ese gol.

Mucho del crédito por la victoria hay que dárselo al entrenador Klinsman. Como buen alemán el tipo puede parecer necio, pero es claro que sabe lo que hace. Se la jugó al dejar fuera a Donovan y al incluir a varios jóvenes de los cuales habían muchas dudas, bien porque no han hecho mucho en sus equipos o porque tampoco tienen trayectoria con la selección. Y qué decir, por supuesto, del planteamiento táctico ante Ghana: poner los dos autobuses enfrente para que no pase nada. Pero así es el fútbol, muchas veces una moneda al aire para jugársela con jóvenes que en un mundial se hacen hombres -en un instante Brooks alcanzó la mayoría de edad en el fútbol. Y también para conseguir resultados, aun si se juega feo y mal.