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Esperanza para demócratas en unas elecciones desalentadoras

Esperanza para demócratas en unas elecciones desalentadoras

Por Carlos Rajo/Análisis

Tres candidatos demócratas que serán claves para que en la elección de noviembre el partido del Presidente Obama siga controlando el senado y con ello evitar que los republicanos dominen en su totalidad el Congreso, tienen buenas posibilidades de victoria, según una encuesta de NBC News-Marist.

Los tres candidatos son de los sureños Arkansas, Georgia y Kentucky, estados conservadores donde los demócratas son en general débiles. En los tres Obama perdió en el 2012 por amplios márgenes ante el republicano Mitt Romney.

En cualquier otra elección no habría mayor interés o al menos discusión sobre cuál sería el resultado en estos estados ya que normalmente los ganan los republicanos y sólo en ocasiones los demócratas. Hoy el interés en la posible victoria de estos demócratas es de vital importancia para su partido ya que si tomaran control del senado los republicanos, estará en juego el legado de Obama y el de su partido. Leyes como la reforma migratoria, que ya está atorada debido a que los republicanos controlan la Cámara baja, tendrían menos posibilidades si los demócratas pierden el Senado. Lo mismo con la Ley de Salud u otras posibles como el aumento en el salario mínimo.

En Arkansas, el candidato demócrata y actual senador Mark Pryor va adelante de su rival republicano Tom Cotton por una diferencia de 11 puntos, 51% a 40%. El resultado sorprende ya que en Arkansas, como en otros estados del Sur, Obama tiene índices de popularidad que rondan los 30s % (a nivel nacional el presidente tiene alrededor del 44-45%). Al parecer la explicación sobre los buenos números de Pryor tiene que ver con que tiene el apoyo de los votantes independientes.

En Georgia la candidata demócrata es Michelle Nunn, hija del ex senador demócrata Sam Nunn, quien está en la pelea por el asiento que dejará un senador republicano. Nunn está literalmente empatada con cualquiera que sea el candidato republicano que saldrá de la primaria el próximo 20 de mayo.

A diferencia de 2012 cuando la campaña de Obama dio por perdido Georgia desde temprano y no dio mucha pelea, hoy es diferente. Se han invertido recursos para inscribir votantes ya que la clave será quiénes votaran: si el electorado de gente blanca, mayor y conservadora o los jóvenes y minorías de afro americanos y latinos.

En Kentucky, el candidato demócrata es Alison Lundergan Grimes, quien competirá contra el actual senador republicano y líder de los republicanos en la Cámara alta, Mitch McConnell. Lundergan está apenas un punto abajo de McConnell (46% a 45%).

Desde cualquier punto de vista que se le vea la encuesta es un halo de esperanza para los demócratas. Es no sólo que son estados del Sur, sino que además se da en momentos en que sigue lo que ha sido la tendencia de los últimos meses de que el público manifiesta su decepción con la gestión de Obama y en general con la marcha del país (en Arkansas por ejemplo, únicamente el  27% de los encuestados dice que Estados Unidos va por el camino correcto).

Más allá de la encuesta, sin embargo, el desafío para los demócratas para mantener el control del Senado es inmenso. Actualmente los demócratas tienen una mayoría de 9 senadores (55 contra 44 de los republicanos) y en la elección de noviembre estarán en juego 33 asientos. De estos, muchos de ellos en estados (al menos en 6) como los reseñados en la encuesta donde Obama perdió en 2012, es decir estados conservadores donde los republicanos son fuertes.

Sumado a todo esto está el problema de que a los demócratas no les queda claro bajo qué temas hacer campaña. No es posible asumir el nombre de Obama ya que, como se dijo, el presidente no es tan popular. Tampoco al parecer es buena idea propagandizar la ley de salud “Obamacare” ya que para mucha gente la ley en si también es impopular -aunque estén de acuerdo con los detalles de la misma-.

Igual de complicado es lo de la situación económica. La economía ha mejorado sí, pero ningún candidato en su sano juicio puede hacer campaña diciendo que todo está bien ya que la gente sigue diciendo en las encuestas que no ha sentido mucha mejoría en sus finanzas personales. Además, gran parte del discurso demócrata de los últimos meses ha tenido que ver con la desigualdad económica, los salarios que no suben y en general el estancamiento de las clases medias.

No es casualidad entonces que Obama mismo en sus apariciones de campaña -como la semana anterior en California con ricos donantes al partido- recordara que es mucho lo que está en juego en la elección de noviembre. No sólo sus prioridades para lo que queda de su gobierno sino también el futuro mismo del país, dijo. Puede sonar a retórica electoral o alarmismo del mandatario, pero lo cierto es que si aún ahora existe parálisis legislativa en Washington -con un Congreso dividido- qué puede esperarse si ambas Cámaras están en manos de los republicanos.