Samuel Little fue arrestado el 5 de septiembre de 2012 en un albergue para personas sin hogar en Louisville (Kentucky). Tenía entonces 62 años y estaba acusado de un delito de drogas, pero los investigadores querían tenerlo bajo custodia porque sospechaban que estaba detrás del asesinato de tres mujeres en Los Ángeles (California).
Tras ser condenado por estos crímenes a pasar el resto de sus días en prisión, Little confesó hasta 90 muertes, lo que de ser cierto le convertiría en el asesino en serie más prolífico de la historia reciente. El asesino en serie condenado por el mayor número de muertes era hasta ahora Gary Ridway, que acabó con 49 personas en Washington en los años 80 y 90.
El FBI sólo ha podido vincular a Little con 34 homicidios hasta el momento, pero no duda de su palabra, así que este martes ha difundido los dibujos que Little ha hecho de sus víctimas, con la esperanza de identificarlas.
Día tras día, durante semanas, los investigadores interrogaron en la cárcel a este anciano de 78 años y pelo cano, encadenado a una silla de ruedas y enfermo de diabetes, que días tras día, durante semanas, les relató sin aparente remordimiento los detalles de sus asesinatos en al menos 14 estados, según el diario The New York Times.
“Créalo o no, el mal sólo se ve en contadas ocasiones durante la carrera de uno”, explica Tim Marcia, detective de Los Ángeles, “mirando a sus ojos, yo diría que es pura maldad”.
Little parece ser un psicópata carismático que golpeaba brutalmente a sus víctimas antes de estrangularlas. Obtenía placer sexual de matarlas, pero en ocasiones también las violaba, según el citado diario.
Su madre era “una dama de la noche”, que aparentemente le dio a luz cuando estaba en prisión; lo crió una de sus abuelas en Ohio, donde fue detenido y encarcelado por primera vez cuando aún estaba en la escuela secundaria.
Durante un cuarto de siglo, Little vagó por el país, pasando unas pocas noches en cada ciudad, y fue arrestado en decenas de ocasiones, hasta que en 1982 fue detenido por el asesinato de una prostituta; fue absuelto de esa muerte, y quedó en libertad, con ocasionales entradas en prisión por otros crímenes, hasta su captura definitiva en 2012.
Sus crímenes pasaron en muchos casos desapercibidos porque sus víctimas vivían marginadas de la sociedad. Ahora el FBI aspira a identificar a algunas de ellas con 16 dibujos realizados por Little en prisión; el criminal ha indicado además en qué ciudad y en que año mató presuntamente a esa persona. Hasta el momento, eso ha permitido identificar a tres víctimas, según el diario Los Ángeles Times.