La senadora demócrata Catherine Cortez Masto derrotó al republicano Adam Laxalt, dándole de nuevo a los demócratas el control de la Cámara Alta. El balance de poder en la Cámara de Representantes permanece en vilo.
Con el 96% de los votos escrutados Cortez Masto logró el 48.7% contra el 48.2% de Laxalt. La senadora es la única mujer latina actualmente. Al ser reelegida, los demócratas consiguen 50 escaños y mantienen el control del Senado gracias al voto de desempate que hace la vicepresidenta, Kamala Harris.
"¡Gracias, Nevada!", escribió la senadora en su cuenta de Twitter el sábado.
El sábado 12 de noviembre, días después de la elección, era el último día en que las boletas por correo podían llegar y contarse según la nueva ley de votación del estado, lo cual retrasó los resultados finales.
El presidente, Joe Biden, felicitó al líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, desde Phnom Penh, Camboya, donde se celebra la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, y se mostró satisfecho por la participación en las elecciones.
“Me siento bien. Estoy deseando que lleguen los próximos años”, aseguró y señaló que ganar un escaño más en la segunda vuelta de Georgia sería importante y permitiría a los demócratas aumentar su posición en los comités del Senado. “Es simplemente mejor”, advirtió, “cuanto mayor sea el número, mejor”.
"Es una gran noche, es una gran noche para los demócratas, para los candidatos y para Estados Unidos", dijo por su parte Schumer en una rueda de prensa en la noche del sábado.
Shumer aseguró que el triunfo demócrata se debe a que los candidatos eran mejores que los del lado republicano.
"Ellos encontraron soluciones a los problemas de los estadounidenses, en contraste, los candidatos con los que compitieron siempre estaban molestos y eran divisivos", dijo Schumer, y añadió del lado de la derecha, "muchos de ellos se acogieron a una gran mentira", en referencia a los más de 200 candidatos que repetían las falsedades que esparcía el expresidente Donald Trump de que la elección de 2020 fue fraudulenta.
El líder demócrata resaltó que los candidatos de su partido le hablaron a los votantes de los temas más importantes y destacó iniciativas como la reducción de los precios en los medicamentos aprobada por el Congreso. Agregó que las personas que pronosticaban una "marea roja" cometieron un error dejándose guiar por "las voces más ruidosas y divisivas".
"No hubo una marea roja porque los demócratas trajeron una marea azul de logros", afirmó Schumer.
La contienda en Nevada adquirió mayor importancia después de que la distribución de escaños de la cámara quedó en 49 para cada partido. Esto ocurrió el viernes en la noche cuando se supo que el senador demócrata Mark Kelly había ganado en Arizona. Quedaron entonces sólo dos bancas pendientes: la de Nevada y otra en Georgia. Esta última se va a definir en una segunda vuelta el 6 de diciembre.
Para el sábado al mediodía, Cortez Masto estaba solo 862 votos detrás de Laxalt. La mayoría de las boletas restantes sin contar pertenecían al condado de Clark, que ha votado demócrata en el pasado, que incluye Las Vegas. Los demócratas confiaban en que esas papeletas darían a su candidata la delantera.
Por su parte, Laxalt había dicho que esperaba mantener su ventaja y ser declarado vencedor. Pero el sábado reconoció en un tuit que el cálculo cambió porque Cortez Masto se había desempeñado mejor de lo que esperaban los republicanos en el condado de Clark.
“Esto ha reducido nuestra ventana de victoria”, tuiteó Laxalt.
Nevada es una muestra de lo complejo que se ha vuelto el electorado y lo difícil que ha ido predecir su comportamiento. Los republicanos esperaban, y los demócratas temían, por caso, una ola roja de votos en estas elecciones de medio término que no se materializó, con incluso los candidatos con mayor respaldo por parte del expresidente Donald Trump perdiendo sus contiendas.
La opción más segura entonces en Nevada fue la espera por el conteo total, o máximo posible de boletas, en especial dado lo reñida de la carrera. Los votantes podían “corregir” las boletas por correo con errores administrativos hasta el final del día lunes. Estos votos serían luego agregados a los totales.
[El voto de los jóvenes latinos ayudó a frenar la ola roja republicana en todo el país]
“Sabemos que este es un conteo serio. Hay personas en todo el país que están esperando estos resultados”, dijo Joe Gloria, registrador del condado de Clark, en una conferencia de prensa el sábado. “Sabemos que la gente necesita ver ese recuento. No lo vamos a retrasar más”, añadió. El condado de Clark representa las tres cuartas partes de la población de Nevada.
Nevada reúne varios de los factores que suelen ralentizar el proceso de conteo en cualquier elección: el voto por correo, el hecho de que la contienda sea muy ajustada y se necesita tener en cuenta el mayor número de boletas posibles y que haya boletas que deben corregirse o evaluarse (provisionales) días después de la elección.
Nevada, un estado indeciso estrechamente dividido, es uno de los más racialmente diversos de la nación, un estado de clase trabajadora cuyos residentes se han visto especialmente afectados por la inflación y otras turbulencias económicas. Es una muestra de lo complejo que se ha vuelto el electorado y lo difícil que ha sido predecir su comportamiento.