Las elecciones de medio término dejaron al presidente, Joe Biden, en una mejor posición para lanzar su campaña de reelección, luego de que el Partido Demócrata no perdiera tantas sillas en el Congreso como las encuestas y analistas políticos anticipaban. A la vez, los resultados revelaron que el expresidente republicano Donald Trump tendrá una tarea más cuesta arriba de lo esperado para ser reelegido en 2024.
Ambos líderes han sugerido, quedándose cortos de un anuncio oficial, que volverán a encontrarse en la carrera presidencial en dos años. Trump ha dicho que hará un "importante anuncio" el 15 de noviembre, y este miércoles, en su primera rueda de prensa en meses y la primera tras la votación, Biden aseguró que a inicios del próximo año confirmará sus intenciones de reelegirse.
"Nuestra intención es volver a presentarnos, esa ha sido nuestra intención, independientemente del resultado de estas elecciones", aseguró Biden desde la Casa Blanca.
Por meses, y hasta horas antes de los comicios, los líderes de ambos partidos pronosticaban una "marea roja" (sobre todo en la Cámara Baja) encabezada por fieles aliados de Trump que se pensaba navegarían a una victoria impulsados por el expresidente.
Entre ellos estaba Mehmet Oz, quien participaba por un escaño en el Senado por Pennsylvania, estado clave para los republicanos. Oz perdió contra el demócrata John Fetterman.
Creo que si ganan, debería recibir todo el crédito, y si pierden, no deberían culparme en absoluto"
Donald Trump
En ese estado también ganó el demócrata Josh Shapiro que aspiraba a la gobernación contra el republicano de extrema derecha Doug Mastriano. Al igual, en Michigan, Tudor Dixon se quedó corto en su intento por derrocar a la gobernadora Gretchen Whitmer.
En Georgia, aún no es claro si la influencia de Trump habrá sido para bien o para mal de su candidato escogido: Herschel Walker, exjugador de football tendrá que enfrentarse en una segunda vuelta al demócrata Raphael Warnock, una contienda que probablemente definirá el control del Senado.
Una fiesta más tranquila de lo esperado
En la noche del martes Trump planeaba una gran fiesta en su casa de Mar-a-Lago, sin embargo, la celebración tuvo un perfil más bajo de lo esperado. El republicano, muy a su estilo, arremetió contra sus candidatos
"Creo que si ganan, debería recibir todo el crédito, y si pierden, no deberían culparme en absoluto", afirmó Trump al portal NewsNation.
El martes, Maggie Haberman, reportera política del New York Times, escribió en su Twitter que Trump "estaba furioso" y que se arrepentía de haber apoyado a candidatos como Oz, como muchos le advirtieron.
"Está culpando a todos los que le aconsejaron respaldar a Oz - incluyendo a su esposa", escribió Haberman, quien agregó que hay gente cercana a él que le está pidiendo retrasar su anuncio del 15 de noviembre. El lunes, un día antes de los comicios, Trump prometió en un mitin a sus seguidores que recuperarán la Casa Blanca en 2024.
Biden por su parte se mostró sereno y confiado, asegurando que no "cambiará nada fundamental" de su agenda de Gobierno ya que confía en que los estadounidenses están viendo sus logros y avances. Aseguró que "el mensaje es claro" en cuanto el apoyo que los votantes han demostrado a políticas en pro de los derechos reproductivos y electorales.
El beneficio de sus políticas, como la financiación de proyectos de infraestructura y el control a los costos de los medicamentos "tarda en ser reconocido", advirtió el presidente.
Al ser preguntado por un periodista sobre si considera que Trump está fortalecido Biden contrapreguntó: "¿Usted cree?" y agregó que piensa que los republicanos de más extrema derecha, los llamados republicanos MAGA (por el slogan de la campaña de Trump de Make America Great Again) no son la mayoría. Y enfatizó que trabajará con los congresistas republicanos a los que considera personas "decentes".
"El pueblo estadounidense ha dejado claro que espera que los republicanos también trabajen conmigo", aseguró Biden.
El pueblo estadounidense ha dejado claro que espera que los republicanos también trabajen conmigo"
El presidente joe biden
Si bien es cierto que aún hay carreras por definir como las de Nevada y Georgia, estado que volverá a las urnas el 6 de diciembre para una segunda vuelta, las elecciones sorprendieron a los demócratas: fue un alivio en medio de la baja popularidad del presidente y la crisis económica que preocupa a la mayoría de los estadounidenses, que vaticinaban un tsunami que los alejaría del control, aunque limitado, que han disfrutado los últimos dos años.
A pesar de que tanto Trump como Biden son los líderes naturales de su partido, uno de los grandes ganadores de la noche fue el republicano Ron DeSantis, la estrella emergente del partido que ahora es el enemigo natural de Trump para disputarle una posible candidatura en 2024 por la presidencia.