IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Quién es Joe Biden, un político moderado y marcado por una tragedia que deberá buscar consensos tras la era Trump

Con casi 78 años y al tercer intento, Biden acaba de culminar casi medio siglo de trayectoria política al convertirse en el presidente electo.
/ Source: Telemundo

WASHINGTON.- Joe Biden, el exvicepresidente y senador que creció en un barrio obrero en Scranton, Pennsylvania, y que enarboló la causa de los trabajadores, se convirtió en el presidente electo de Estados Unidos este sábado, en su tercer intento por llegar a la Casa Blanca y tras una carrera política de casi medio siglo marcada por reveses.

Para Biden, la influencia más importante en su vida y su trabajo ha sido la de su padre. Esta influencia habla de cómo ha sido como político y cómo gobernará como presidente. 

[Siga lo último de la elección presidencial de EE.UU. 2020]

“Mi padre siempre me decía, ‘Campeón, la medida de un hombre no la da cuán a menudo lo derriban sino cuán rápido se incorpora”, ha dicho Biden.

Joseph Robinette Biden Jr. nació en noviembre de 1942: por entonces, Estados Unidos, presidido por Franklin D. Roosevelt, libraba la batalla de Guadalcanal; en Europa, arrasada por la II Guerra Mundial, gobernaban Winston Churchill, Adolf Hitler o Joseph Stalin, y comenzaba el Holocausto; se acababan de estrenar las películas Bambi y Casablanca; e Isabel II todavía era princesa de Inglaterra.

Nació en Scranton, una pequeña ciudad de Pennsylvania de extracción obrera, donde su padre caía derribado y se volvía a levantar, económicamente hablando. Joe Biden Sr., perdió su fortuna inicial debido a reveses financieros y, para cuando nació su hijo mayor, la familia pasaba carencias.

Mientras, Biden crecía relativamente libre de complicaciones, más allá de las burlas que sufría por su tartamudeo, que combatió recitando libros de poesía frente al espejo.

Joseph R. Biden en diciembre de 1972 como senador recién elegido por Delaware.
Joseph R. Biden en diciembre de 1972 como senador recién elegido por Delaware.AP

A su padre asegura admirar por encima de todos los grandes personajes a los que ha conocido en sus cuatro décadas de experiencia como político. De él aprendió a no beber ni una gota de alcohol. “Ya hay suficientes alcohólicos en mi familia”, ha dicho.  

En la década de 1950, Scranton, un enclave industrial, sufrió un gran declive económico y la familia se mudó a Wilmington, donde el padre encontró trabajo vendiendo autos usados, hasta trepar a la clase media.

De su padre también aprendió a sacrificarse si era necesario para sustentar a su familia, por ejemplo, limpiando calderas a domicilio. Pero nunca demasiado: en una fiesta de Navidad, el dueño del concesionario de autos de segunda mano en el que trabajaba decidió divertirse lanzando dólares de plata al aire para ver como sus empleados luchaban por agarrarlos. Su padre agarró en su lugar la mano de su esposa y se fue de allí para nunca volver.

Biden es una rareza entre los 45 mandatarios que lo preceden pues no asistió a una universidad Ivy League, las de mayor prestigio. En cambio acudió a la Universidad de Delaware, más interesado por la fiesta y el deporte. Allí conoció a su primera esposa, Nelia Hunter: se casó con ella en 1966 y poco después inició su carrera política como concejal del condado.

En 1972, el Partido Demócrata le pidió que se presentara contra un senador republicano muy popular, J. Caleb Boggs, sabiendo que no tenía muchas posibilidades. Pero él se entregó con energía y ganó por un estrecho margen, llegando al Senado recién cumplidos los 30 años, la edad mínima para hacerlo.

Joe Biden (derecha) con sus hijos Beau y Hunter, y su entonces esposa Neilia (al centro) en la Convención Nacional Demócrata de 1972.
Joe Biden (derecha) con sus hijos Beau y Hunter, y su entonces esposa Neilia (al centro) en la Convención Nacional Demócrata de 1972. Neilia Biden falleció en un accidente automovilístico en diciembre de ese año.AP / AP

Justo antes de Navidad, cuando estaba a punto de jurar su cargo, su esposa y su hija Naomi de 13 meses perdieron la vida en un accidente de auto. También quedaron heridos de gravedad sus hijos Beau y Hunter. Biden juramentó al cargo en el Senado desde el hospital donde los atendían.

“Sentí que Dios me había jugado una treta horrible”, cuenta en su autobiografía.

Con dos hijos pequeños que criar, Biden siguió en el Senado, pero cada noche volvía a casa, un trayecto en tren de 90 minutos, y una costumbre que nunca ha perdido, como la de no trabajar el 18 de diciembre en memoria de su esposa e hija.

Quienes lo conocen aseguran que, pese a sus ambiciones políticas, Biden siempre ha sido un “hombre de familia” y, de hecho, solía decir que “Delaware siempre puede conseguir otro senador, pero mis hijos no tendrán otro padre”, según dijo Ted Kauffman, quien fue su jefe de gabinete, al diario The New York Times.

[El voto latino rompió cifras récord durante estas elecciones presidenciales en Estados Unidos]

Ocupó su escaño durante 36 años, lo suficiente como para que sus rivales encuentren ejemplos en su contra en casi cualquier aspecto político a debate, de igual forma que él encuentra ejemplos a favor.

Joe Biden en enero de 1985, con su hija Ashley al hombro y sus hijos Beau y Hunter sosteniendo la Biblia, cuando el entonces presidente George Bush le tomó el juramento para empezar un nuevo mandato como senador por Delaware.
Joe Biden en enero de 1985, con su hija Ashley al hombro y sus hijos Beau y Hunter sosteniendo la Biblia, cuando el entonces presidente George Bush le tomó el juramento para empezar un nuevo mandato como senador por Delaware.AP

Sólo una muestra porque la lista sería inacabable: en inmigración, Biden votó en 2006 a favor de la construcción de 700 millas de muro en la frontera mexicana. Pero al año siguiente votó a favor de una propuesta de ley para abrir un camino a la ciudadanía a más de 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país.

En la actualidad, su visión pasa por una reforma migratoria que arregle un sistema “roto”, que haga cumplir la ley y asegure la frontera sin renunciar a principios humanitarios ni olvidar que “la inmigración legal es una increíble fuente de fortaleza para nuestro país”.

Apostó por ofrecer seguro médico a todos los indocumentados, según dijo en uno de sus primeros actos tras anunciar su candidatura para representar a los demócratas en 2020. 

Biden hizo públicas sus aspiraciones a la presidencia el 25 de abril de 2019, cuando ya había cerca de una veintena de candidatos y tras jugar en público con la posibilidad durante meses.

Este fue su tercer intento de llegar a la Casa Blanca. 

[Siga el minuto a minuto de las elecciones presidenciales 2020]

En 1987, también se postuló a la candidatura demócrata y durante unos meses pareció ser un aspirante sólido. Abandonó tras ser acusado de plagiar discursos y el candidato fue finalmente Michael Dukakis, derrotado en las elecciones por George H. W. Bush. Esta batalla demócrata fue llevada al cine.

Veinte años después lo volvió a intentar, pero comentarios racistas dañaron su campaña y terminó por rendirse tras la primera votación en las primarias del caucus en Iowa. Ocho meses después, el Partido Demócrata lo confirmó como vicepresidente de Barack Obama.

Joe Biden y Barack Obama en agosto de 2008.
Joe Biden y Barack Obama en agosto de 2008, poco antes de que fueran votados a la Casa Blanca por primera vez.AP

Hizo una campaña discreta, en la que la estrella era Obama y su papel fundamental era ser un contrapeso a la relativa inexperiencia de su compañero de fórmula, y su tarea principal era no meter la pata y no cometer errores accidentales. Se empezó a forjar así su imagen de hombre decente y confiable, en segundo plano tras el líder carismático, su mejor amigo y apoyo, “el tío Joe”, como le han apodado.

Ganaron las elecciones y la reelección, y ahora tomará el lugar de Donald Trump en la Casa Blanca cuando tome posesión en enero de 2021.

Biden no fue un candidato perfecto. Él mismo reconoce su torpeza, al tiempo, eso sí, que dice que no hay nadie mejor en el país para liderar el país.

De sus errores más graves fueron las acusaciones por tocar a varias mujeres (incluida la congresista estatal de Nevada Lucy Flores) de una forma que ellas denunciaron como inapropiada. Sin ser una acusación tan grave como las que, por ejemplo, pesan contra el propio Trump, Biden no quiso pedir perdón, y posteriormente bromeó sobre ello en público. En el mensaje con el que quiso cerrar la polémica, Biden prometió ser más cuidadoso a la hora de respetar el espacio personal porque “las normas sociales están cambiando”. Trump aprovechó para burlarse de él.

El acercamiento al ciudadano de a pie

Durante la contienda, Biden habló mucho sobre cómo superó su problema de tartamudez, dando así voz a personas que enfrentan acoso o burlas por sus discapacidades.

De la mano de la vicepresidenta electa Kamala Harris, Biden trasladó a los votantes la promesa de enarbolar la causa de la justicia social y el avance de las minorías y los migrantes.

Biden herederá un país convulsionado por la pandemia del COVID-19, el colapso de muchos negocios debido a la recesión económica, y presiones por la equidad social.

Expertos consultados por Noticias Telemundo coincidieron en que así como su narrativa personal ha guiado su vida política, desde la presidencia, tratará de buscar consenso.

“Biden se labró la imagen de ser hombre de familia y del pueblo -todo mundo lo conocía en el tren a Delaware-, de ser alguien que escucha y entiende al ciudadano de a pie”, observó Erick Langer, profesor de Historia de la Universidad de Georgetown.

“Sus críticos trataron de pintar otra imagen de él, y la campaña republicana trató de arremeter contra su hijo Beau, pero Biden supo cultivar la imagen de defensor de los trabajadores y la clase media, y eso le ayudó”, enfatizó.

Por su parte, Amy Dacey, directora ejecutiva del Centro para Políticas de American University, afirmó que Biden “tiene una larga carrera de servicio público" y puede apreciar que "a la gente le preocupa el sustento de sus familias y tener acceso a oportunidades”.

“Esa ha sido la piedra angular de su carrera como servidor público; esta contienda ha sido sobre la seguridad en casa y el respeto en el mundo, y creo que su estilo de liderazgo -la búsqueda de colaboración y consenso- es lo que veremos” en la Casa Blanca, aseguró.

Al asumir la presidencia el próximo 20 de enero, Biden tendrá la ingente tarea de reactivar la economía y necesitará la ayuda de un Congreso que, a todas luces, se mantendrá dividido entre los demócratas que controlan la Cámara de Representantes y los republicanos en el Senado.

“Biden es Biden, y esta será su presidencia… pasamos cuatro años en los que las puertas estaban cerradas, y aunque sea difícil encontrar soluciones, es mejor tener las puertas abiertas y creo que eso veremos con su administración”, vaticinó Dacey, al recordar que Trump desdeñó a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Para el consultor conservador, Matthew Dowd, esta contienda es igual de transcendental como lo fue la de 1860, cuando el abolicionista republicano, Abraham Lincoln, fue elegido presidente, y tuvo la tamaña tarea de unir a un país dividido