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“Pura locura”. Nuevos correos muestran cómo Trump presionó al Departamento de Justicia para corromper las elecciones

El expresidente y su entorno presionaron a funcionarios para sustanciar sus denuncias infundadas y respaldar su falso caso de fraude electoral ante la Corte Suprema.

Por Rebecca Shabad y Allan Smith - NBC News 

El expresidente Donald Trump presionó al Departamento de Justicia para que respaldara sus acusaciones infundadas de fraude electoral en los comicios de 2020 y reclamara la anulación de la victoria de Joe Biden, según documentos publicados este martes por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

Los correos electrónicos, enviados entre mediados de diciembre y principios de enero, muestran las maniobras que hizo la Casa Blanca para lograr el apoyo de funcionarios federales, mientras paralelamente el entonces presidente difundía información falsa por Twitter.

Una de las estrategias empleadas para alcanzar su objetivo fue reclamar al Departamento de Justicia que intercediera en las demandas presentadas por Trump y sus partidarios para que la Corte Suprema anulara el resultado.

Un asistente de Trump envió al entonces fiscal general adjunto, Jeffrey Rosen, y a un grupo de altos funcionarios de Justicia el borrador de un documento legal que el exmandatario quería que presentaran ante la máxima instancia judicial del país.

 

 

Un abogado personal del expresidente, Kurt Olsen, también contactó a varios trabajadores para que el departamento presentara el escrito.

El documento pedía a la Corte Suprema declarar que Pennsylvania, Georgia, Michigan, Wisconsin, Arizona y Nevada habían violado la Cláusula de Electores y la 14º Enmienda de la Constitución, alegando que habían cambiado las reglas. Los seis son estados péndulo (votan a demócratas o republicanos según la elección) que Trump perdió.

"Esos cambios inconstitucionales permitieron irregularidades electorales en varias formas", afirma la demanda, que también requería a la Corte Suprema autorizar la celebración de unos comicios especiales en esos estados para designar nuevos electores presidenciales.

Los esfuerzos que hizo Trump por intentar anular las elecciones fueron inusuales. Pero si el Departamento de Justicia hubiese finalmente intervenido en el asunto, se hubiese interpretado como un uso extraordinario de poder por parte del presidente para invalidar la voluntad de los votantes.

Los mensajes también están plagados de teorías conspirativas. Miembros del Comité de Supervisión citaron al menos cinco situaciones en las que el entonces jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, preguntó sobre rumores que circulaban por Internet aunque sin aportar pruebas.

Un ejemplo: Meadows envió por correo electrónico al fiscal general adjunto un documento traducido de una persona en Italia que presuntamente afirmaba sin evidencias que tenía "conocimiento directo" de una trama italiana para cambiar los resultados de las elecciones y luego enviarlos a "satélites militares."

La presión alcanzó su cénit el 1 de enero, cinco días antes del asalto al Capitolio, cuando Meadows escribió al Departamento de Justicia sobre la conspiración italiana y se quejó de los resultados obtenidos por Trump en Georgia y Nuevo México, estado donde perdió más de 10 puntos.

"Pura locura", escribió a Rosen otro fiscal general adjunto, Richard Donoghue, sobre la teoría del entonces jefe de gabinete de la Casa Blanca.

El primer mensaje fue enviado el 14 de diciembre, día en que los estados certificaron el recuento de votos al Colegio electoral y se oficializó la derrota de Trump.

El asistente de Trump envió un correo electrónico a Rosen titulado "De POTUS" (siglas en inglés de presidente de Estados Unidos), en el que adjuntó material sobre "temas de conversación" acerca de un "encubrimiento de delitos electorales" en Michigan, estado que Trump perdió por más de 154,000 votos.

El presidente Trump se quita la mascarilla tras regresar contagiado a la Casa Blanca
El presidente, Donald Trump, se quita la mascarilla en el pórtico sur de la Casa Blanca después de regresar del hospital Walter Reed, donde estuvo internado por COVID-19.Reuters

Una hora más tarde, Trump anunció la renuncia de su fiscal general, William Barr, y el nombre de su sustituto: Rosen.

En la medianoche del día siguiente, el expresidente tuiteó: “GRAN NOTICIA. Las máquinas electorales de [la empresa especializada en softwares para elecciones] Dominion son un desastre en todo el país. Cambiaron los resultados de una elección aplastante...".

Trump repitió esta acusación en su intento por anular las elecciones, pero nunca llegó a aportar datos que la corroboraran.

Correos electrónicos de finales de diciembre y principios de enero demuestran que funcionarios de la Casa Blanca, incluido Meadows, pidieron al entonces fiscal general adjunto Jeffrey Clark respaldar las acusaciones de fraude poniéndose en contacto con el fiscal general de Georgia, Byung J. Pak.

Trump fracasó en su intento por lograr el apoyo del Departamento de Justicia. Días después de la toma de posesión de Biden, el 20 de enero, el inspector general del departamento, Michael Horowitz, anunció que investigaría si algún funcionario actual o pasado participó en un "intento impropio de que el DOJ intentara alterar el resultado de las elecciones presidenciales de 2020".