Lejos quedó el caos del primer debate en el último encuentro entre los dos candidatos a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden, antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Con un nuevo formato que incluía un botón de mute para silenciar a los candidatos cuando hablaran fuera de turno, el debate fue más calmado, ordenado y con muchas menos interrupciones. Así, lograron tocar temas críticos para la nación a 12 días del día de la elección: el coronavirus, la inmigración, las relaciones exteriores (sobre todo con China) y el Obamacare.
[Así contamos, minuto a minuto, el último debate presidencial]
Este encuentro era la última oportunidad que tenía el presidente Trump para levantar sus bajos números en las encuestas, en las que Biden continúa liderando por nueve puntos (51% vs. 42%). Esto es en gran parte por cómo los electores califican la gestión del presidente de la pandemia.
El coronavirus, el primer tema del debate
El COVID-19, un tema central en la vida de la mayoría de los estadounidenses, inauguró la noche. Como ha ocurrido en la campaña, Trump debió defenderse contra las críticas de expertos sanitarios de que es su gestión la que ha hecho que las muertes y nuevos contagios no den tregua, mientras la mayoría de países adinerados e industrializados han logrado contener el virus.
En Estados Unidos han muerto más de 222,000 personas de coronavirus. El país es el líder mundial de casos confirmados, con más de 8.4 millones de infecciones, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Trump le apuesta a la vacuna como la insignia de su respuesta al virus. Esta noche prometió, de nuevo, que una vacuna estará lista en semanas y será distribuida de forma masiva de inmediato. Lo verificamos y eso es poco probable.
“Estamos doblando la esquina”, dijo Trump. “Se va a ir”. En realidad más de 30 estados registran actualmente un aumento de casos. El total de casos nuevos el miércoles 21 de octubre ascendió a 63,735.
El presidente también dijo que “estamos aprendiendo a vivir” con el virus y que no había “otra opción”. A lo que Biden respondió: “La gente está aprendiendo a morir” con él.
Además, Biden acusó que la actual Administración “todavía no tiene un plan, ningún plan integral” y agregó que trabajaría en los estándares nacionales sobre la reapertura de negocios y la mejora de la estrategia de pruebas.
El tema del coronavirus se mantuvo en el fondo. Se retiraron los separadores de plástico entre los candidatos, ya que ambos dieron negativo a la prueba horas antes deencontrarse. Esto era clave: este debió haber sido el tercer debate y el segundo debió ocurrir el pasado 15 de octubre en Miami, Florida. Pero cuando la Comisión de Debates Presidenciales anunció que sería virtual en lugar de presencial tras el contagio de COVID-19 del presidente, este declinó participar.
El segundo debate fue cancelado y ambos candidatos realizaron foros paralelos en estados distintos para responder preguntas de votantes indecisos.
La política migratoria, ausente en el primer debate, un tema central hoy
Dos temas cruciales para la comunidad hispana, cuyo voto ambos candidatos saben que será definitorio en las elecciones, se colaron en el último cara a cara: el programa DACA y las familias separadas en la frontera.
Durante los cinco minutos dedicados a inmigración, Biden dijo que, si gana, permitiría que los jóvenes con DACA permanezcan en el país sin temor a ser deportados. Destacó que más de 20,000 de ellos luchan contra el coronavirus en la primera línea de batalla. “Estamos en deuda con ellos”, dijo.
Trump ha intentado suspender los beneficios que amparan de la deportación a más de 650,000 jóvenes indocumentados, conocidos como dreamers y que llegaron a Estados Unidos en la infancia.
Otro tema álgido en la conversación: que el Gobierno no ha sido capaz de encontrar los padres de 545 niños separados en la frontera, según un reporte reciente. Dos tercios de sus padres fueron deportados a Centroamérica.
"Los niños son traídos aquí por los coyotes y un montón de gente mala, por cárteles”, respondió el presidente ante la pregunta de cómo iban a reunificar las familias separadas.
Trump sostuvo que se utiliza a los menores para entrar al país y defendió el refuerzo de la frontera sur, retórica sobre la que construyó su campaña en 2016 y que ha marcado su Administración con la llamada política de 'tolerancia cero'.
Welker insistió sobre si las familias serían reunificadas, y Trump aseguró: “estamos trabajando muy duro en eso”. El mandatario también acusó al Gobierno del expresidente Barack Obama de “construir” las jaulas para detener a los niños migrantes, que se conocieron en 2019.
“Fueron construidas en 2014”, aseguró Trump y agregó “fue él”, señalando a Biden, entonces vicepresidente del país.
Un momento que dejó fríos a muchos fue cuando, al discutir la política de catch and release (capturar y liberar) de la Administración Obama, el presidente dijo: “Tenemos que enviar a ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) y a la Patrulla Fronteriza para encontrarlos... Cuando dices que regresan, no regresan, Joe. Ellos nunca regresan. Solo los realmente —odio decir esto—, pero (solo) aquellos con el coeficiente intelectual más bajo regresarían”, agregó, antes de que la moderadora interviniera.
Trump vs. Obamacare, mientras Biden propone su propio plan de salud
El cuidado de la salud es un tema de máxima importancia para los votantes, y los dos candidatos se enfrentaron al respecto.
Trump dijo que Obamacare debe morir: esa ha sido una promesa de campaña y ha sido una meta de los republicanos por los últimos 10 años, desde que la Ley de Cuidad de Salud a Bajo Precio fue aprobada bajo el mandato de Obama. Biden le respondió a Trump que lo fortalecerá y lo convertirá en lo que llamó 'Bidencare'.
"Lo que voy a hacer es aprobar Obamacare con una opción pública, convertirlo en 'Bidencare'", dijo Biden, quien era vicepresidente cuando se aprobó la ley.
Usó la palabra dos veces para describir su propuesta para extender la cobertura de Medicaid, expandir los subsidios federales, y permitirle a quienes tengan planes de seguro privados la opción de una póliza administrada por el Gobierno (la opción pública).
China, impuestos y cuentas bancarias secretas
Después de que el presidente Trump hizo varias afirmaciones sin pruebas sobre las finanzas personales de Biden, el exvicepresidente respondió citando el reporte recientede The New York Times que reveló que el mandatario mantiene una cuenta bancaria secreta en China.
“No he tomado ni un centavo de ninguna fuente extranjera en mi vida”, dijo Biden. “Nos enteramos de que este presidente pagó 50 veces más impuestos en China (de lo que pagó en Estados Unidos). Tiene una cuenta bancaria secreta en China, hace negocios en China y, de hecho, ¿está hablando de que yo acepto dinero? No he tomado ni un centavo de ningún país, nunca”.
Otros ganadores de la noche
Welker generó reacciones en Twitter por su profesionalismo y la manera en que llevó el debate, mucho más tranquilo que el anterior.
Y aunque no hubo moscas famosas en este debate, las miradas de Biden a Trump llamaron la atención de los usuarios en redes sociales, que compararon el estilo de la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris.
Jorge Carrasco contribuyó a este reporte.