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La mayoría de votantes dice que el debate Trump-Biden no los influirá. Pero puede ser importante por estas razones

El primer enfrentamiento esta noche presenta a dos septuagenarios propensos a tropiezos verbales y verlos uno al lado del otro podría afectar las percepciones de los votantes.

Por Sahil Kapur - NBC News

Es poco probable que el primer debate entre el presidente, Donald Trump, y el candidato demócrata, Joe Biden, haga cambiar de opinión a la gran mayoría del electorado, que ya ha decidido a quién apoyar y asegura que no los influirá.

Pero el debate aún podría agitar la contienda y entusiasmar al electorado. Un impacto marginal para persuadir a los votantes podría tener una profunda influencia en el resultado si las elecciones se deciden en unos cuantos estados clave.

Y algunos expertos dicen que los debates presidenciales han demostrado que consolidan la impresión de los candidatos de una forma que sí afectan la conducta de los votantes.

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Los debates podrían ser la última y mejor oportunidad de Trump para moldear la contienda. Pero eso no será fácil.

Biden ha disfrutado de una ventaja en las encuestas desde que se convirtió en el candidato por el partido demócrata, y los repetidos intentos de Trump por ganar terreno han fracasado.

"Los debates presidenciales importan menos de lo que la gente piensa. Los votantes no miran para tomar una decisión. Miran para apoyar a sus favoritos", a juicio Jack Pitney, profesor de gobierno en Claremont McKenna College.

"Después de que Kansas City ganó el Super Bowl, muy pocos fanáticos de San Francisco pensaron: 'Caramba, Kansas City jugó mejor, así que debería haberles apostado a ellos'".

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Pero la contienda permanece abierta en estados clave, como Florida y Carolina del Norte. Y algunos votantes estarán atentos a la hora de tomar una decisión final.

El 29% de estadounidenses que participaron en una encuesta reciente de NBC News y The Wall Street Journal dijo que los debates son extremadamente importantes o muy importantes para sus votos.

El debate contará con dos septuagenarios que son propensos a tropezar verbalmente, y verlos uno al lado del otro podría afectar la percepción de los votantes.

"Un debate podría afectar el resultado si alguno de los candidatos mostrara signos graves de inestabilidad mental o deterioro cognitivo", dijo Pitney, "la palabra clave es 'grave".

Tropiezos ocasionales en el discurso, el tartamudeo o el error fáctico no son suficientes ", según Pitney, "incluso los momentos de debilidad de Reagan en el primer debate de 1984 con Mondale no cambiaron el rumbo de la carrera presidencial. No sé qué haría falta, pero sería algo que nunca hemos visto en los 60 años de historia de debates presidenciales televisados".

Históricamente, se ha demostrado que los debates permiten que un candidato proyecte una imagen, de acuerdo a Barbara Perry, profesora y directora de estudios presidenciales en el Miller Center de la Universidad de Virginia.

La actuación "espantosa" de Richard Nixon en el primer debate presidencial televisado en la historia de Estados Unidos, en 1960, le dio un impulso al candidato John F. Kennedy, más joven y menos experimentado, y pudo haberlo ayudado a lograr su victoria por el voto popular de 0.17 puntos porcentuales, señaló.

El debate podría ofrecer a Trump la oportunidad de argumentar que las percepciones sobre su primer mandato son injustamente negativas. Los índices de aprobación de Trump en las encuestas siguen siendo bajos, y los votantes con frecuencia dicen que confían más en Biden para manejar la pandemia del coronavirus y el futuro de atención médica en Estados Unidos.

Pero Trump sigue siendo más confiable que Biden en el espectro económico, que suele ser la principal preocupación de los votantes y será un tema que saldrá a relucir en el debate. El presidente puede utilizar la economía como una aliada para ganarse la confianza de los votantes indecisos que están preocupados por sus bolsillos. Aunque su contrincante buscará recuperar terreno en ese aspecto.

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Perry destacó que un tropiezo en política exterior del presidente Gerald Ford en 1976 le costó credibilidad y finalmente la presidencia por un estrecho margen y el "estilo de hablar condescendiente" de Al Gore pudo haberlo perjudicado en la contienda de 2000, que perdió por unos pocos cientos votos en Florida.

Momento viral

El debate puede convertirse en otra oportunidad crucial para que los candidatos hablen con sus bases.

Perry duda que los debates Trump-Biden inclinarán el resultado, pero subraya que Biden tiene mucho más que perder si comete un error colosal. "Nada hará daño a Trump entre su base", enfatizó, "una desastrosa declaración errónea de Biden o un desempeño terriblemente pobre podrían desviar los votos suficientes para hacer que su candidatura se derrumbe, especialmente en unas elecciones reñidas" como lo son las del 3 de noviembre.

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En 1992, la respuesta contundente de Bill Clinton cuando fue cuestionado por la economía lo rebautizó como "un servidor público comprensivo y empático, en lugar de un mujeriego que esquivó el servicio militar", y "redujo -a su contrincante- George Bush como un elitista blanco anglosajón y protestante" en la mente de muchos votantes, según Perry.

En 1988, una respuesta sin emociones de Michael Dukakis a una pregunta hipotética que involucraba a su esposa y la pena de muerte "cimentó su imagen de un nerd de la política", agregó.

La historia más reciente recuerda que hay que tener cautela sobre importancia de los debates.

En 2016, las encuestas colocaban a Hillary Clinton como la ganadora de los tres debates contra Trump, pero perdió el voto del Colegio Electoral.

En 2012,  Barack Obama perdió el primer debate en las encuestas antes de recuperarse y ganar la reelección.

Ahora, en la era de las redes sociales, los debates pueden centrarse sobre quién crea los momentos virales más impactantes que impulsan las narrativas e inundan los comentarios en Facebook y Twitter, donde los candidatos se comunican con sus seguidores de base, y donde también buscan a los escurridizos votantes indecisos.

"Nuestros debates de la era moderna realmente tratan de crear un momento espectacular o varios momentos espectaculares que los influencers de las redes sociales retuitearán, mientras evitan ser una inspiración para el meme de internet más nuevo", dijo Ed Lee, director de Alben W. Barkley Forum for Debate, Deliberation, and Dialogue de la Universidad de Emory.

Lee asegura que el contraste económico, como sucedió en 2016, será lo más importante.

"Mucha gente votó por Trump a pesar de sus insultos, insensibilidades y bravuconadas descaradas", indica, "los problemas de bolsillo son, en última instancia, los factores decisivos".