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Faltan voluntarios en los centros de votación debido a la pandemia: reclutan a jóvenes para evitar el caos en noviembre

Expertos electorales advierten sobre más demoras en los centros de votación el 3 de noviembre, especialmente en estados de mayoría latina, si no se toman medidas urgentes desde ahora.
/ Source: Telemundo

WASHINGTON.— Esteban Garcés trabajó como voluntario en un centro de votación en Florida hace tres años y aún recuerda el trajín, la confusión y las largas filas. Aunque se espera que mucha gente vote por correo debido a la pandemia, las elecciones presidenciales de noviembre podrían ser similares, advirtió Garcés, si no se resuelve la escasez de trabajadores en las urnas.

“Nos preocupa mucho esta escasez en Florida, donde tradicionalmente vota gente mayor. Si no reclutan suficientes personas, las autoridades podrían consolidar varios centros de votación, pero eso va a generar largas colas que pueden desalentar a los votantes”, explicó Garcés, co-director del grupo Poder LatinX en Orlando.

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“Estamos trabajando con una coalición de grupos latinos y afroamericanos para construir una base de voluntarios y responder a los problemas que puedan surgir en zonas con alto número de votantes minoritarios”, agregó Garcés, nacido en EE.UU. de inmigrantes bolivianos. 

La Coalición para el Acceso al Voto de Afroamericanos y Latinos, a la que pertenece el grupo de Garcés, calcula que costaría al menos 100,000 dólares reclutar y formar a voluntarios en las zonas más afectadas en Florida.

Pero su labor es clave, insiste: en 2017, como observador en las elecciones municipales en Orlando, dijo ser testigo de un intento de intimidación contra una votante latina, que pudo denunciar: “Así pudimos asegurar que ella pudiera votar”.

El problema de escasez preocupa en especial en estados con reñidas contiendas, donde la victoria o derrota de un candidato podría definirse por un puñado de votos.

Para evitar demoras en las urnas el 3 de noviembre, activistas han comenzado a reclutar a un “ejército” de voluntarios para los centros de votación de todo el país.

Este año harán falta al menos 900,000 personas en 115,000 centros de votación, según el grupo Voter Protection Corps (VPC en inglés). Pero, con el riesgo del coronavirus, será más difícil que nunca conseguirlos.

“Ya hemos visto durante mucho tiempo muchos obstáculos en las urnas, como el acceso de las minorías y los ancianos”, explica Quentin Palfrey, presidente de VPC, pero “ahora tenemos esta pandemia y las autoridades tienen que apurarse a implementar un sistema que funcione, porque hubo problemas [de personal] en las primarias.

Nueva ola de votantes

La participación electoral batió récord en 2018, con más de 120 millones de votantes, es decir, el 52% de la población con ese derecho, según la Comisión federal de Asistencia Electoral. Casi seis de cada 10 lo hicieron en persona el día de la votación (en vez de por correo o por adelantado).

Este año, galvanizados a favor o en contra del presidente, Donald Trump, la participación en las urnas podría ser de hasta un 70% del electorado. Los jóvenes y las minorías tienen un mayor interés en participar en los comicios,  según encuestas como una reciente de Telemundo y BuzzFeed News.

El temor es que los centros de votación no puedan hacer frente a esta ola de votantes, que definirán no sólo la presidencia sino también el control del Congreso y numerosos puestos locales y estatales en todo el país.

[Quienes acaban de convertirse en ciudadanos definirán el rumbo de las elecciones en estados clave]

Para Erika Sutherland, académica y experta electoral en Allentown (Pensilvania), el reto es fácil de explicar: “Cuantos menos trabajadores haya en las urnas, mayor será la espera y el riesgo de suprimir el voto” porque se cansen y se marchen sin votar.

“La comunidad inmigrante, las minorías, se sienten aterrorizadas por toda la retórica que escuchan, en algunos sitios ven a gente armada, y es súper importante demostrar nuestro apoyo, y educarlos sobre sus derechos”, añade Sutherland, con ciudadanía panameña y estadounidense.

Sutherland conduce programas de capacitación para personal bilingüe que puedan servir de intérpretes para votantes hispanos: "A nuestros voluntarios les pedimos que usen camisetas con un mensaje sencillo: 'hablo español, puedo ayudar', para que la gente los identifique sin temor y pidan ayuda".

¿Por qué hay escasez?

Los trabajadores, con pago o voluntarios, son esenciales como observadores o para preparar las urnas, verificar la identidad de los votantes, y asistir con el uso de las máquinas para rellenar papeletas.

Pero muchos se ausentaron de los centros de votación durante las primarias por el miedo a la pandemia, lo que generó caos y esperas de varias horas. Y algunos ya han avisado que no podrán ayudar tampoco en noviembre.  

Una trabajadora de las urnas en Florida usa una mascarilla mientras vigila un buzón en el que los votantes depositan sus papeletas por correo
Una trabajadora en Miami Beach (Florida) usa equipos de protección personal al vigilar un buzón en el que los votantes depositan sus papeletas por adelantado, afuera de un centro de votación el pasado 7 de agosto. Las primarias serán el 18 de agosto, pero Florida permite el voto por adelantado.  (AP Photo/Lynne Sladky)AP / AP

La mayoría suelen ser personas mayores o jubiladas que ofrecen sus servicios de forma voluntaria por sentido cívico y porque tienen más tiempo libre. En 2018, casi el 60% fueron mayores de 60 años, y el 27% mayores de 70, según un análisis del Centro de Investigación Pew.

Pero ése es precisamente uno de los grupos de mayor riesgo de contagio.

Así, los grupos cívicos quieren trasladar un sentido de urgencia a los más jóvenes, especialmente a la población universitaria, para que cubran su ausencia.

El grupo Power to the Polls, lanzado en junio por una coalición de negocios y organizaciones no partidistas, ha logrado reclutar a 100,000 jóvenes en los últimos dos meses, y su meta es llegar a 250,000 antes de noviembre.

Zonas de alerta roja en la frontera

El sistema electoral estadounidense es descentralizado, por lo que cada gobierno estatal y jurisdicción electoral puede aprobar sus propias reglas en asuntos como el número y ubicación de centros de votación; la instalación y tipo de urnas;  y horarios de apertura y cierre de los centros.

Voter Protection Corps ha desarrollado una herramienta de análisis para que las autoridades de Arizona, Carolina del Norte, Florida, Michigan, Ohio, Pensilvania, Texas y Wisconsin puedan identificar las áreas críticas por falta de trabajadores y voluntarios. 

Varios estados clave tiene zonas de "alerta roja", en muchos casos con alto porcentaje de votantes latinos, en las que resulta urgente actuar,  como Texas, donde 57 de los 254 condados se encuentran en esa situación grave. El mes pasado, en Dallas cerraron cerca de 200 centros de votación por falta de personal. 

En Arizona, cuatro de sus 15 condados deben comenzar “de inmediato” a contratar a trabajadores, incluyendo los de Maricopa –que abarca la capital de Phoenix– Pima, Pinal y Mohave. 

En Florida hay 20 condados en situación de aleta, incluyendo los de Brevard, Orange, Oceola y Pinellas.

"Este año va a estar muy muy difícil, y por eso estamos comenzando desde ahora, también hablando con la prensa en español", explica Sutherland, "muchos estudiantes tomarán sus cursos en línea, pero la gente acá de la comunidad inmigrante en Pensilvania está muy entusiasmada" con participar.