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El miedo a disturbios y la amenaza de las milicias eleva la tensión y el estrés ante las elecciones presidenciales

Informes alertan sobre grupos de extrema derecha listos para actuar, y agentes de seguridad se preparan para posibles disturbios. Le contamos qué tan posible es un estallido social y cómo la mera amenaza ya está socavando el bienestar de los votantes.
/ Source: Telemundo

Gane quién gane las elecciones presidenciales, parece crecer entre ciudadanos y expertos el temor a que la polarización partidaria y la desconfianza en el sistema político alimenten un estallido de violencia en las calles.

Las fuerzas de seguridad federales y los funcionarios electorales, incluyendo los encargados de la seguridad en los centros de votación y de conteo de boletas, están tomando precauciones extras ante indicios preocupantes.

Milicias y grupos extremistas llevan desde el verano perfeccionándose no sólo para intervenir en protestas sino incluso para secuestrar a líderes políticos, según un informe de la analista ACLED.

Y las ventas de armas se han disparado: ocho de las 10 semanas con mayores ventas desde los años 90 se han registrado en los últimos ocho meses, según el diario The New York Times. Los compradores son tanto de derecha como de izquierda, conservadores y liberales.

Walmart retiró el jueves las armas y municiones de la venta directa en miles de centros de todo el país ante el riesgo de “disturbios civiles”, aunque horas después revirtió su decisión alegando que se trataban de incidentes aislados.

La elección también ha acrecentado la ansiedad y miedo de los ciudadanos, por encima de los niveles de 2016, según una encuesta de Asociación Psicológica Estadounidense (APA, en inglés), por el temor a que el resultado impacte en su vida y seguridad.

Cerca del 70% de los estadounidenses dice que la elección es un factor de estrés, según esta encuesta, frente al 52% de 2016. Algunos grupos, como los afroestadounidenses y la personas con problemas de salud, la presión se siente de forma más aguda, con temas como la igualdad racial y el acceso a la salud en el centro de la agenda electoral.

Lo que se ve sobre terreno

El número de grupos de odio aumentó de 918 en 2016 a 941 en 2019, según un mapa elaborado por Southern Poverty Law Center. “La presidencia de Trump los ha encendido. Es muy difícil revertir ese proceso ahora”, explicó Raúl Moreno Campos, profesor de ciencias políticas en Cal State Channel Islands al diario Los Angeles Times.

 

 

En el verano, mientras miles de personas tomaban las calles exigiendo una reforma policial y el fin de la injusticia racial, grupos radicales se entrenaban en combate urbano y rural y perfeccionaban sus tácticas. Así lo indica un informe de ACLED, una organización no gubernamental que analiza datos sobre posibles conflictos armados y que ha rastreado a más de 80 milicias en los últimos meses.

El informe concluye que algunos estados claves en la disputa electoral corren un riesgo mayor de violencia y disturbios, en especial en las capitales estatales y las zonas periféricas, rurales y suburbanas. La amenaza es elevada en Georgia, Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, mientras que Carolina del Norte, Texas, Virginia, California y Nuevo México están en riesgo moderado.

Hay grupos muy activos de extrema derecha que buscan alinearse con las fuerzas de seguridad, y otros con una fuerte presencia en las calles, como los Proud Boys, a quienes Trump ha evitado condenar públicamente. También hay grupos libertarios con un historial de enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad, como Boogaloo Bois.

Tanto el Departamento de Seguridad Nacional como la Oficina Federal de Investigación han identificado a grupos de extrema derecha y movimientos racistas como un factor de riesgo en noviembre, según reportes recientes de The Nation y The New York Times.

Estas amenazas han puesto en alerta a agentes federales y estatales, indica un reporte de NBC News.

Aunque hay señales positivas. El reporte de ACLED indica que algunos grupos son más receptivos a pedidos de desescalada y a evitar conflictos.

El impacto en los votantes

No sólo la pandemia, que ya se ha cobrado más de 220,000 vidas en Estados Unidos, ha socavado el bienestar emocional de los estadounidenses en el 2020. En este año electoral, se han reavidado las disidencias y hostilidades entre grupos con antagónicos. A este cóctel hay que agregarle los repetidos episodios de violencia racial, la crisis económica y los desastres naturales que se intensifican con el cambio climático. “El resultado es una acumulación de factores estresantes, y los estadounidenses están pagando un precio a nivel físico y emocional”, explica Arthur C. Evans Jr., director ejecutivo de APA.

 

 

Para algunos latinos con experiencia de primera mano en la violencia política, revoluciones y comicios robado, esta elección puede desatar aún más ansiedad y reaviva viejos temores.

Escenarios de violencia e inestabilidad política son precisamente los que buscan evitar muchos latinos que emigraron a Estados Unidos. Y algunos, temen además convertirse en blanco de grupos anti-inmigrantes y de supremacía blanca, de acuerdo a un reporte de Los Angeles Times.

"Se siente un miedo, porque es una amenaza para la comunidad, para la democracia del país y, por supuesto, me recuerda lo que pasó en Guatemala, porque al querer usar las armas quiere imponer por la fuerza sus ideas", dijo al periódico Aldo Waykan, un empresario y traductor guatemalteco. Waykan llegó a Estados Unidos en 1990 buscando precisamente refugio ante la guerra civil que destrozó su país natal.

¿Habrá un estallido social?

El historial reciente no implica que sea imposible episodios de violencia, pero da indicios favorables a una continuación o traspaso pacífico de poder. El 95% de las 12,607 manifestaciones por motivos políticos en Estados Unidos entre el 24 de mayo y el 19 de septiembre de 2020 fueron pacíficas, indica un análisis publicado por The Conversation. 

[¿Puede haber violencia el Día de la Elección? Esto es lo que dicen los expertos]

Las protestas por la muerte de George Floyd fueron en su gran mayoría pacíficas. Aún así hay quienes temen que haya incidentes violentos en posibles marchas en las elecciones (Archivo).
Las protestas por la muerte de George Floyd fueron en su gran mayoría pacíficas. Aún así hay quienes temen que haya incidentes violentos en posibles marchas en las elecciones (Archivo).AP

 

Otra forma de predecir una inestabilidad institucional es analizando lo que ocurrió en casos históricos en distintos países, indica Ore Koren, profesor de la Universidad de Indiana. Estudios de este tipo revelan tres factores a tener en cuenta, señala en un reporte para The Conversation.

En primer lugar, Estados Unidos cuenta con instituciones sólidas, pese a que Trump se ha negado a aceptar el resultado de las elecciones.

En segundo lugar, Koren indica que Estados Unidos tiene capacidad para prevenir la violencia. Aunque las milicias civiles estén amadas, dice, no son un rival real para la Guardia Nacional o el Ejército. Por último, el país no tiene, como otros, una historia reciente de un conflicto armado. Después de las elecciones de 2016, hubo protestas masivas y algunos disturbios, pero no hubo víctimas fatales.

 

 

 Con información de The Conversation, The New York Times, The Washington Post y Los Angeles Times.