ZAPATA, Texas.- “Está en juego la seguridad laboral que tenemos”, explica Anna Holcomb, residente de la ciudad texana de Zapata. Este año no sólo votó por el Partido Republicano, sino que mostró su apoyo abiertamente al presidente, Donald Trump, participando en caravanas y cubriendo el jardín de su casa con carteles políticos.
No es un caso aislado: por primera vez en un siglo este condado, donde el 94.7% de sus 14,179 habitantes son latinos, le dio su apoyo a un candidato republicano, parte de un cambio similar en los condados de mayoría latina en la frontera con México.
Holcomb, quien vive en Zapata desde hace casi cinco décadas, explica que en esta región son muchos los hispanos que dependen de la industria del petróleo y el gas para mantener a sus familias. Es por eso que, según expertos y residentes de la zona, la mayoría del voto fue para los republicanos este año.
“Mucha gente siente que el Partido Demócrata se está inclinando hacia una energía renovable y verde, el Green New Deal [propuestas políticas para ayudar a abordar la crisis climática]. Y, en un debate, Biden dijo que prohibirá el fracking, eso también tuvo un impacto en el voto de la gente”, señala Holcomb.
No obstante, en el último debate presidencial, el ahora presidente electo, Joe Biden, enfatizó que no prohibiría esta técnica de fracturación hidráulica que se utiliza para la extracción de petróleo y gas.
Holcomb antes trabajaba en la parte administrativa de una empresa relacionada con la industria petrolera. Desde un estacionamiento de un centro comercial de Laredo, en el condado vecino de Webb, Holcomb explica que, pese a que este sector no vive su etapa más gloriosa, cree que Trump es la persona para sacarlo adelante porque es un hombre de negocios. Trump sin embargo perdió la elección (aunque lo niegue) y deberá darle paso a Biden a partir de este 20 de enero.
“Trump está tratando de administrar el país de una manera empresarial para beneficiar a Estados Unidos y a su pueblo. Él representa a los estadounidenses primero”, anota.
Esta republicana se crió en una familia de valores demócratas, pero empezó a votar por candidatos rojos desde 1984 con Ronald Reagan. Señala que otra de las razones por las que muchos residentes del condado de Zapata se decantaron por Trump fue para asegurar el trabajo de los funcionarios de la Patrulla Fronteriza, así como los de quienes forman parte de las aduanas u otras fuerzas de seguridad.
Unos 110 residentes del condado dependen de esta fuente de ingreso, según la presidenta del Partido Demócrata en Zapata, Cynthia Villarreal.
“Mucha gente habla del muro y mucha gente está enojada por el muro. Creo que no necesitamos el muro aquí, en el sur de Texas, porque tenemos al Río Grande. Pero sí creo que necesitamos más agentes de la Patrulla Fronteriza, más botas en el terreno y más vigilancia”, recalca Holcomb.
Esta ama de casa señala que pese a tener orígenes latinos se considera estadounidense “ante todo” y explica que para ella formar parte de esos desfiles de vehículos para apoyar al magnate republicano fue “revelador”.
“Creo que el Partido Demócrata ha perdido muchos de los valores que compartía con los estadounidenses de Texas. Tenemos valores conservadores. Creemos en que se imponga la ley. Creemos en el patriotismo. Creemos en respetar a nuestros mayores y a las personas con autoridad. Creemos en Dios, creemos en el derecho a la oración y esas cosas están siendo despojadas de nuestras libertades”, añade.
Por su parte, Villarreal recalca que durante los meses electorales vio “mucho adoctrinamiento en las patrullas, la policía y la aduana”.
“Los sientan y les hablan de la necesidad de mantener a Trump, yo nunca había visto esto y eso que tengo familiares trabajando en la aduana”, anota. Dice que este tipo de conversaciones internas le recuerdan a una secta.
Con respecto a la industria del petróleo y del gas, Villarreal señala que esta región “antes producía más que los países árabes”, pero ahora la gente se está quedando sin trabajo debido a la sobreexplotación de los recursos y el uso de la tecnología y la automatización.
En este condado, según la demócrata, muchos viven bajo el umbral de la pobreza. Por un siglo, Zapata había votado por presidentes demócratas, pero este año Trump convirtió el condado en rojo al recibir el apoyo del 52.5% de los votantes, un 19.8% más que hace cuatro años.
“No sé qué tiene esta gente, porque la mayoría son mexicanos”, comenta Mario Alberto Martínez, quien sigue teniendo un cartel de Biden en la entrada de su casa y una pegatina del exvicepresidente en su coche. “Sí hay americanos blancos, pero son pocos, pero supuestamente era por el petróleo, porque hay mucha gente que trabaja en eso o trabajos similares”, añade.
Para el demócrata Cesar Blanco, miembro de la Cámara de Representantes de Texas y senador electo del estado, tanto el cambio de color que se vio en Zapata, como el aumento de votos republicanos que consiguió Trump en otros condados del sur de su estado se traducen en que el partido de Biden tiene que “hacer un mejor trabajo para llegar a los latinos”, pues es un voto que “no se puede dar por sentado”.
“Entiendo que [los demócratas] están tratando de llegar a los votantes de los suburbios blancos, y eso está bien, deberían seguir haciéndolo, pero no a expensas de los votantes afroamericanos y latinos”, comenta Blanco, quien es exmiembro del Ejército de Estados Unidos.
Para este político asentado en El Paso la clave de volver a ganar la confianza del voto hispano del área está en “hacer inversiones de largo plazo” y no en mandar una “banda de mariachis para animar a los votantes en las urnas el día de las elecciones”.
“Los latinos sabemos lo que es importante para nosotros. Es la economía, la salud, la educación, una buena respuesta al COVID y la inmigración”, añade.
“Cuando miras estas áreas de petróleo y gas, hay muchos latinos que están empleados debido al boom del petróleo y el gas en Texas. Y eso realmente alimenta nuestro sistema educativo. Al mismo tiempo, hay muchos latinos que apoyan las medidas de cambio climático, y necesitamos encontrar ese equilibrio”, señala Blanco.
El senador electo cree que se deberían poner sobre la mesa no sólo soluciones medioambientales, sino también las oportunidades de trabajo que brindarían establecer energías renovables en el sur de Texas.
Blanco le da crédito a los republicanos: dice que han hecho un buen trabajo al acusar a los demócratas de estar en contra de las fuerzas de seguridad haciéndose eco del lema Defund the police (Desfinanciar a la policía) que resonaba en las protestas contra la brutalidad policial y el racismo que surgieron esta primavera en todo Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd, un hombre negro, a manos de la policía.
“Los republicanos han hecho un mejor trabajo al aprovechar eso y decir que estamos en contra de la policía y ese no es el caso”, aclara, y añade que los demócratas “apoyan a la policía y quieren tener comunidades seguras”.
“Sin embargo, creo que el mensaje se vuelve complicado y, no es un mensaje simple y fácil de digerir para los latinos”, dice Blanco.
En lo referente a los recortes en la Patrulla Fronteriza y aduanas, el político defiende que ese presupuesto depende de la aprobación del Congreso y no del presidente electo. Además, señala que Biden no quiere eliminar esta fuerza de seguridad pues cumple la función de controlar el terrorismo, el narcotráfico, el contrabando y el cruce de indocumentados.
“Lo que sí es importante es arreglar el sistema de inmigración porque está roto”, subraya. En ese sentido, subraya que, pese a que esta medida también depende del Congreso, Biden ha indicado que en sus “primeros 100 días de Gobierno va a luchar por una reforma migratoria”.