WASHINGTON.— El presidente electo, Joe Biden, advirtió este lunes que “más personas pueden morir” de la pandemia del COVID-19 debido la negativa del presidente, Donald Trump, de facilitar la transición, al tiempo que instó al Congreso a que apruebe de forma bipartidista un nuevo paquete de alivio económico.
“Más personas pueden morir si no nos coordinamos ahora… si tenemos que esperar hasta (la investidura del) 20 de enero para empezar esa planificación, eso nos retrasa un mes, mes y medio, y es importante que lo hagamos de forma coordinada”, advirtió Biden desde Wilmington, Delaware, tras reunirse con un pequeño grupo de líderes empresariales y sindicalistas.
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“Espero que el presidente tenga una mentalidad más abierta antes de que lleguemos al 20 de enero”, agregó Biden, al señalar que su equipo necesita ponerse al corriente de los planes actuales de la Administración en la “guerra contra el coronavirus”.
Biden se refería a que Trump no solo no acepta su derrota -tuitea a diario falsamente que los demócratas le “robaron” la reelección- sino que su Administración le ha bloqueado acceso a más de seis millones de dólares en fondos federales, al personal del Gobierno y a informes de inteligencia para facilitar la transición.
Para Biden, la negativa de Trump de aceptar su derrota en las urnas es “más vergonzosa para el país que debilitante” en lo que respecta a las labores del equipo de transición.
Asimismo, Biden criticó que Trump se la pase “jugando golf” y no presione al Congreso a que apruebe un nuevo paquete de reactivación económica en las postrimerías de su presidencia.
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En ese sentido, Biden instó al Congreso a que apruebe cuanto antes el proyecto de ley Heroes Act, que la Cámara de Representantes aprobó en mayo pasado, pero que ha sido bloqueado en el Senado controlado por los republicanos.
Sin citarlos por nombre, Biden dijo entender la renuencia de algunos republicanos a aceptarlo como el ganador de los comicios, pero se comprometió a trabajar con ellos desde el Gobierno. Afirmó que desde ya ha contactado a varios para promover el plan de estímulo.
El Congreso reanudará mañana una abreviada sesión legislativa sin visos de siquiera intentar reanimar las negociaciones, que se encuentran en punto muerto debido a desacuerdos sobre el alcance y monto de la medida.
El plan aprobado por los demócratas en la Cámara Baja incluye otra ronda de cheques directos para los trabajadores estadounidenses, pero los republicanos insisten en reducir sustancialmente el monto global de la iniciativa.
Biden se reunió en privado a través de videoconferencia con algunos de los principales líderes empresariales y de sindicatos de Estados Unidos, entre éstos, Mary Barra, la principal ejecutiva de General Motors, y Richard Trumka, presidente de la federación sindical AFL-CIO.
Biden estuvo acompañado de la vicepresidenta electa, Kamala Harris, quien afirmó que, ante la gravedad de la crisis económica, “no tenemos ni un momento que perder”.
La reunión, que Biden calificó como “alentadora”, contó también con la participación de Satya Nadella, presidenta de Microsoft; Sonia Syngal, principal ejecutiva de las tiendas de ropa Gap, y Brian Cornell, principal ejecutivo y presidente de la junta directiva de los almacenes Target.
Además estuvieron los presidentes de los sindicatos SEIU, Mary Kay Henry; de UAW, Rory Gamble; de UFCW, Marc Perrone, y de AFSCME, Lee Saunders.
Biden dijo en esa reunión que EE.UU. enfrentará un “duro invierno” debido a la pandemia, pero que la prioridad es reabrir la economía sin perjudicar la seguridad de los trabajadores y de los pequeños negocios.
Biden bromeó que merece el premio Nobel por haber juntado, bajo un mismo techo, a líderes de las patronales y principales sindicatos del país, pero aseguró que, ante la amenaza de la pandemia, el país saldrá de ésta “más fuerte”.

Según un asesor del equipo de transición de Biden, la idea de la reunión era “construir puentes” entre las patronales y los sindicatos, y trabajar de forma conjunta hacia la reactivación económica.
Es que, para Biden, el camino hacia la recuperación económica pasa por atajar la crisis de salud pública desatada por la pandemia del COVID-19, que ya ha generado más de 240,000 muertes, y ha superado más de 11 millones de casos confirmados.
En paralelo a su plan de reconstrucción económica, el exvicepresidente ha promovido también una agenda latina que incluye un aumento al salario mínimo federal de 7.25 dólares la hora, donde se ubica desde 2009, a 15 la hora en un plazo de cuatro años.
Esa medida beneficiaría a cerca de 40 millones de trabajadores, según un análisis del Instituto de Política Económica (EPI, por su sigla en inglés).
En declaraciones a Noticias Telemundo, Alonzo Washington, director ejecutivo del grupo Casa en Acción, para el área de Washington, Maryland y Pennsylvania, afirmó que el proyecto de ley Heroes Act contiene importantes ayudas para los latinos y el Congreso debe aprobarlo.
“Queremos que algunas de esas prioridades también se incluyan en el plan económico del presidente electo… de forma inmediata, tenemos que centrarnos en los beneficios directos para los latinos y demás minorías”, afirmó Washington.
“Acá en el área, nosotros movilizamos a más de 1.2 millones de votantes latinos a favor de Biden, y esperamos que él adopte medidas para atender las necesidades de la comunidad y su ascenso social“, enfatizó el activista.
Los latinos afrontan una tasa de desempleo del 8.8%, en comparación con la tasa nacional del 6.9%, según cifras oficiales. El panorama económico tampoco es poco halagüeño, tomando en cuenta que muchos trabajan en sectores fuertemente golpeados por el cierre de negocios, como restaurantes y turismo, y en empresas que no están fuera de peligro.
Un portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, calificó de “irresponsables” las declaraciones de Biden, al señalar que, por órdenes de Trump, la Administración ha estado trabajando “sin parar, durante meses” con autoridades locales y estatales en planes de distribución de recursos.
Deere destacó el plan de vacunación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés), además de los planes de los gobiernos estatales. También enfatizó que el general Gustave Pernas, a cargo de la Operación Warp Speed de vacunación, tiene planes para la distribución de las vacunas contra el coronavirus una vez que estén aprobadas.