IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Así es la guerra de anuncios entre Trump y Biden para disputarse el voto latino

La campaña del candidato demócrata a la presidencia publica comerciales en español apuntados a los latinos, mientras el presidente lanza iniciativas para infundir miedo contra Biden en los votantes hispanos.
/ Source: Telemundo

Aunque las campañas políticas ocurren cada vez más en internet y en redes sociales (e incluso, de forma excepcional debido al coronavirus, también la convención demócrata), los anuncios en televisión siguen siendo un piedra angular de la estrategia de los partidos para captar votantes.

Este martes, la campaña de Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia, publicó una serie de anuncios, dos en español y uno bilingüe, apuntados a los latinos, con los que busca resaltar cómo les ha afectado la gestión de la pandemia de coronavirus del presidente, Donald Trump, quien busca la reelección.

En noviembre podrán participar en las elecciones presidenciales cerca de 32 millones de hispanos, la minoría étnica más grande con capacidad de voto (13%), según el Pew Research Center. Por eso, ambos partidos tratan de conquistarlos, ya sea buscando que rechacen a Trump o que rechacen la amenaza de un supuesto socialismo.

[Siga nuestra cobertura de las elecciones presidenciales 2020]

Los anuncios son parte de la estrategia de medios de la campaña del candidato demócrata en televisión, radio e internet, en la que solo esta semana han gastado 26 millones de dólares.

Durante la Convención Nacional Republicana, que se lleva a cabo esta semana, los republicanos destacarán cada noche a una persona de Cuba o Venezuela que hable sobre sus experiencias viviendo bajo regímenes autoritarios de izquierda. Buscan así infundir temor a una posible Administración Biden, aunque sus ideologías no se parezcan ni tengan propuestas parecidas a las de estos líderes radicales latinoamericanos.

 

 

De hecho, a lo largo de los años, administraciones demócratas, como la de Bill Clinton, por ejemplo, apretaron las tuercas del embargo contra Cuba.

En 2014, el entonces presidente Barack Obama, inició un histórico deshielo de las relaciones en la isla (y fue el primer presidente en visitar Cuba desde 1928), condicionada a que La Habana tomara medidas para liberalizar su economía. Pero endureció las condiciones para la llegada de inmigrantes de ese país.

Esa apertura hacia Cuba, iniciada en 2014, tuvo apoyo bipartidista en el Congreso, de amplios sectores del empresariado, y de algunos grupos en el exilio, pero la Administración Trump revirtió los cambios.

Ahora la campaña para la reelección del presidente busca ganarse los votos de estos exiliados cubanos en Florida y de quienes se opusieron a esa apertura.

Por eso, este lunes, se presentó en la convención republicana Máximo Álvarez, quien emigró de Cuba de niño a EE.UU. en el marco de la “Operación Pedro Pan”, para hablar de los peligros del socialismo y cómo en su opinión, teme que algo parecido pase en Estados Unidos.

 

[Exiliado cubano planea generar miedo al supuesto "socialismo de Biden”]

Pero ya a principios de agosto, los republicanos habían publicado un anuncio llamado “Progresista” con el que intentaban conectar falsamente a la campaña de Biden con diferentes líderes de izquierda en Latinoamérica, como Fidel Castro en Cuba, Gustavo Petro en Colombia y Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela.

Es falso que los demócratas en Estados Unidos se parezcan a los regímenes autoritarios de Latinoamérica: los demócratas en general buscan reforzar las garantías de bienestar social, como el Seguro Social, y buscan hacer más accesible la educación superior, pero eso no los acerca en el espectro político a una dictadura comunista. De hecho siguen estando bastante lejos hasta de sus parientes europeos, los social-demócratas de países como Dinamarca, donde la salud y la educación son costeadas por el Gobierno gracias a una tasa de impuestos más alta.

El supuesto socialismo es el fantasma que han invocado los republicanos elección tras elección desde la década de 1950 para pintar a los demócratas como radicales, aún los moderados y de centro, como Biden.

La campaña demócrata publicó también a principios de agosto un anuncio en que responde a esas acusaciones comparando al presidente justo con esos 'caudillos' latinoamericanos.

"Fidel, Chávez, Maduro, Trump:", dice el texto al final del video que muestra cómo Trump ha respondido a las protestas contra la brutalidad policial y la injusticia racial en el país en los últimos meses. "Caudillos de una misma tela".   

Este martes llegó otra ronda en la batalla de los anuncios, y la pelota está en la cancha de los demócratas. Estos se centran en un tema que afecta a la clase trabajadora directamente y de maneras muy concretas actualmente: la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus.

Uno de sus anuncios, titulado "No escucha" (en referencia a Trump), será transmitido en Arizona, estado clave que está en disputa esta elección. El anuncio se centra en los dueños hispanos de pequeños negocios y en cómo están pasando más necesidades durante la pandemia.

Ambas campañas transmiten estos mensajes en zonas estratégicas: se enfocan en inundar los canales en horario estelar sobre todo en estados como Arizona y Florida, los llamados estados péndulo, (o swing states, en inglés), donde demócratas y republicanos tienen niveles similares de apoyo, y que se consideran determinantes en la elección presidencial.

 

 

En Florida, otro anuncio de Biden en español, "Un Buen plan", enfatiza cómo las familias hispanas enfrentan la tasa más alta de infección por COVID-19 y han perdido sus empleos o sus negocios a tasas más altas que otros grupos étnicos.

Los demócratas conectan estos resultados a la gestión del presidente Trump y los contrastan con la propuesta de Biden de emitir una orden del uso obligatorio de la mascarilla a nivel nacional, y su plan para garantizar que los apoyos financieros que ha aprobado el Congreso llegue más rápido y más eficientemente a las familias de clase trabajadora.

“Si el negocio se hunde, nos hundimos todos con él”, dice a la cámara Sylvana, la protagonista del anuncio bilingüe de la campaña Biden. Este solo se transmitirá online y en redes sociales, una apuesta por llegar a votantes hispanos más jóvenes.

“¿Y para qué? ¿Para que Donald Trump pueda rescatar a las compañías millonarias?”, pregunta la mujer en inglés. Luego responde en español: “Esto nos está afectando a todos”.