La incertidumbre por los resultados de los comicios presidenciales ha crispado los nervios de demócratas y republicanos. Muchos partidarios del presidente, Donald Trump, en particular, se han agolpado en los centros de votación en algunos estados clave para exigir “transparencia” o un freno en el cómputo de votos.
En ocasiones, han causado interrupciones con sus ataques verbales, lo que ha requerido la intervención de la policía.
Como parte de una compleja y riesgosa estrategia legal, la campaña de Trump anunció este miércoles, sendas demandas para frenar el conteo de votos en Georgia, Michigan y Pennsylvania, y para exigir que sus llamados 'observadores' no oficiales de las urnas tengan mayor acceso a la contabilización de los votos.
El equipo de reelección del presidente también interpuso una demanda en Georgia para que las autoridades en cada uno de sus condados separen las papeletas que se recibieron después del plazo exigido por la ley.
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No se descarta la posibilidad de que cualquiera de estas demandas de Trump pueda llegar hasta la Corte Suprema, prolongando así la batalla legal por más días e incluso semanas.
Pero la campaña de su rival demócrata, Joe Biden, ha replicado que sus abogados también pelearán para que “cada voto sea contado” y para defender su posible victoria en las urnas.
Mientras tanto, fotos y vídeos que circulan en las redes sociales muestran a furibundos partidarios de Trump argumentando que la campaña de Biden quiere “robarse” la elección.
Es que, ante lo reñido de la contienda en estados clave, muchos seguidores del presidente han buscado entrar a centros de votación para actuar como estos llamados 'observadores' y vigilar de cerca el conteo de las papeletas o exigir el cese del conteo.
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Las autoridades registraron varios incidentes en Detroit, Michigan, estado que Biden ganó según nuestras proyecciones, y donde partidarios de Trump gritaban “¡Alto al conteo!” afuera del Centro de Convenciones, donde se lleva a cabo el cómputo.
Mientras, un video divulgado por el diario local Detroit Free Press muestra cómo la policía sacaba de un centro de votación en esa ciudad a dos votantes que intentaban interrumpir el conteo de los votos emitidos por anticipado.
Uno de ellos, un hombre,no identificado, llevaba una máscara de una popular película de horror, y gritaba comentarios racistas sobre la esclavitud. La otra persona, una mujer identificada como Robin Bozenski, se negó a cubrirse con un tapabocas a la vez que también quiso intervenir en una de las mesas de procesamiento.
Las autoridades electorales impidieron la entrada de monitores adicionales a la sala de cómputo, en su mayoría republicanos, porque ya había casi 400 adentro del edificio, repartidos entre demócratas, republicanos y grupos independientes.
En otro caso, durante una rueda de prensa afuera de un centro de votación en Nevada, un hombre no identificado irrumpió cerca del podio y comenzó a gritar que “la familia criminal de Biden se está robando esta elección y la prensa lo está encubriendo”.
Las encuestas de boca de urna nacionales apuntan a que, este año, Trump mejoró su apoyo entre los votantes negros y latinos, pero, en todo caso, la mayor parte de su base sigue siendo blanca.
En 2016, Trump apeló a la 'ansiedad' de los votantes blancos por el cambiante rostro demográfico del país, y este año ese mensaje caló con aún más fuerza ante la recesión económica que desató la pandemia del COVID-19, según expertos.
Los presuntos agravios de muchos votantes de la base conservadora quedaron de manifiesto tras el cierre de negocios y escuelas por culpa de la pandemia del coronavirus, cuando centenares realizaron protestas callejeras -muchos sin mascarillas- en contra de los cierres.
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En marzo pasado, la campaña de Trump creó el llamado “Ejército por Trump”, alentando a sus partidarios a servir de 'observadores' de los comicios.
Sin embargo, cada Gobierno estatal establece los reglamentos, requisitos y responsabilidades sobre quiénes y cuántos pueden servir como observadores o monitores en los centros de votación, y cada tarea tiene su propio taller de capacitación.
En aras de la transparencia, las autoridades en cada precinto electoral han permitido la presencia de observadores de las campañas de ambos candidatos.