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El Vaticano y la Arquidiócesis de Galveston-Houston pagarán una compensación económica en el caso de abuso sexual contra un pastor latino en Texas

Las dos presuntas víctimas de abusos sexuales por parte del pastor Manuel La-Rosa López denunciaron que la alta jerarquía de la Iglesia católica lo encubrió durante años, pero ningún alto responsable eclesiástico irá a juicio.

Por Belisa Morillo y Damià Bonmatí – Noticias Telemundo Investiga

En febrero de 2020, dos presuntas víctimas de los abusos sexuales del pastor Manuel La Rosa-Lopez demandaron por encubrimiento al Vaticano y la Arquidiócesis de Galveston-Houston. Sin embargo, ningún representante de la Santa Sede ni de la Arquidiócesis se sentará en el banquillo de los acusados.

Pagando a los querellantes, la Iglesia católica evitará el proceso judicial.

En la querella, consultada por Noticias Telemundo Investiga, cada uno de los dos demandantes, identificados como John y Jane Doe para proteger su identidad, reclamaban a la Iglesia 10 millones de dólares por haber encubierto los abusos. Los demandantes aseguran que La Rosa-Lopez abusó de ellos a finales de la década de los 90 y principios de los 2000. Ambos son ciudadanos estadounidenses. Él es un hombre latino que ahora vive en el estado de Washington y ella, una mujer que vive en Texas.

En aquellos años, eran menores de edad. Él tenía 17 años y, de ella, solo consta que era adolescente cuando se produjeron los hechos denunciados.

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Confiaron en su pastor

Los hechos que se denuncian describen un comportamiento similar de La Rosa-Lopez hacia los querellantes: se ganó la confianza de las familias de las presuntas víctimas y así accedió a ellas.

En el caso de John Doe, el pastor participaba en eventos familiares y llegó a convertirse en un referente para el joven. Tiempo después, esa confianza se tornó en “abuso, asalto y explotación sexual”. En una ocasión, La Rosa-Lopez impidió al joven salir de la rectoría y lo asaltó sexualmente, detalla el documento.

En el caso de la víctima femenina, Jane Doe, el pastor era su confesor. La joven describió en un diario cómo el padre tocaba sus partes íntimas en el interior de la iglesia del Sagrado Corazón, después de una función de teatro, La pasión de Cristo. La demandante asegura que creyó estar en una relación amorosa con el sacerdote. 

El padre de la joven descubrió su diario, en el que describía sus encuentros secretos con La Rosa-Lopez y, alarmado, dio aviso a los superiores de la parroquia. Al poco tiempo, la familia supo que La Rosa-Lopez había sido transferido a otra parroquia y años después, en 2010, descubrieron que el sacerdote había sido promocionado con una parroquia mayor en Richmond, Texas. La joven, ya adulta, fue a entrevistarse con el máximo responsable de la Arquidiócesis de Galveston-Houston, el cardenal Daniel DiNardo, para pedirle explicaciones.

DiNardo, según la demandante, le dijo que La Rosa-Lopez había sido enviado a una institución mental y consecuentemente asignado un puesto administrativo donde no tendría contacto con menores.

En los ocho años siguientes, La Rosa-Lopez fue ascendiendo en el escalafón de la arquidiócesis hasta que DiNardo le confió el puesto de Vicario Episcopal de los Hispanos. En 2018, estalla el caso. Las dos presuntas víctimas y una tercera deciden demandar al sacerdote ante la justicia por abusos sexuales y la policía emite una orden de arresto que contiene los hechos descritos por la demandante. 

Esa misma semana, DiNardo se encontraba en Roma para tratar con el Papa Francisco el escándalo de los abusos a menores en la Iglesia católica.

Tras ser detenido, La Rosa-Lopez fue puesto en libertad después del pago de una fianza de 375,000 dólares, según confirmó a Noticias Telemundo la fiscalía del condado de Montgomery, Texas. 

Manuel La Rosa-López en su foto de arresto en septiembre de 2018
Manuel La Rosa-López en su foto de arresto en septiembre de 2018  Oficina del Sheriff del Condado de Montgomery

Después del arresto, la Arquidiócesis de Galveston-Houston publicó un comunicado en el que aseguraba que la familia de la demandante ya denunció en 2001 ante las autoridades religiosas y estas lo reportaron ante los Servicios de niños y familias del estado de Texas. La institución religiosa dijo también que la familia dejó el país y no prosiguió con la denuncia. En 2003, según el comunicado, "después de una revisión interna, que incluyó la presentación de las acusaciones anteriores a la recién creada Comisión Revisora de la Arquidiócesis en 2003, al Padre La Rosa-Lopez se le permitió volver al ministerio parroquial en 2004".

El comunicado concluye que "la Arquidiócesis de Galveston-Houston reconoce claramente que tiene una obligación legal y moral de abordar cualquier incidencia de abuso –sexual o de otra clase– a los hijos de Dios. Tal comportamiento simplemente no será tolerado. A cualquier persona afectada por cualquier forma de abuso por parte de alguien que represente a la Iglesia, la Arquidiócesis lamenta profundamente tal violación tan fundamental de la confianza y se compromete a eliminar tales acciones inaceptables." 

Dos meses, más tarde, la policía registró la cancillería donde trabaja el cardenal Daniel DiNardo en la Arquidiócesis de Galveston-Houston en busca de cualquier evidencia de los abusos de los que se acusa a Manuel La Rosa-Lopez y se llevaron decenas de cajas con documentación.

Tras varias postergaciones durante el proceso, La Rosa-Lopez espera su juicio en corte el próximo 19 de enero de 2021.

20 millones por negligencia y fraude

Como máximo responsable de la Arquidiócesis, DiNardo está acusado de desoír las denuncias de feligreses que pesaban sobre el pastor Manuel Antonio La Rosa-Lopez desde 1992, incluida la acusación por abuso sexual a un menor de sexto grado, según detalla la demanda. Pese a las quejas que le llegaron, DiNardo no solo no lo apartó de sus tareas sino que lo promovió en el escalafón.

Daniel DiNardo fue nombrado cardenal de Galveston-Houston en 2004. En noviembre de 2016 fue elegido como presidente de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos, el organismo católico más importante del país, y ejerció como tal hasta noviembre de 2019.

“Con esta demanda civil tratamos realmente de responsabilizar a la arquidiócesis y al Vaticano por su conducta de permitir que este abuso a niños continuaran por parte del mismo sacerdote por décadas”, dijo a Noticias Telemundo la abogada de una de las víctimas Tahira Khan Merritt, cuando se presentó la demanda.

Los representantes legales de las dos víctimas pidieron 10 millones de dólares para cada una de ellas como compensación por el daño sufrido, por “negligencia, fraude e incumplimiento del deber fiduciario” de la institución religiosa y de algunos de sus representantes por supuestamente haber encubierto al autor de los abusos sexuales.

La Iglesia llegó a presentar una moción para que se desestimara el caso alegando que ya había prescrito, pero en 2007, Texas cambió su legislación para ampliar los límites de prescripción del delito cuando se trata de menores, así que la moción no prosperó.

En junio de 2020, ambas partes dijeron llegar a un “acuerdo amistoso” y cerraron así el caso. Ninguna de las dos partes reveló la cantidad económica de la compensación a las supuestas víctimas. En este tipo de acuerdos, es habitual incluir una cláusula de confidencialidad.

Noticias Telemundo Investiga pidió comentario en repetidas ocasiones a la Arquidiócesis, pero no obtuvo respuesta. 

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La Iglesia ya pagó cientos de millones

En 2018, una investigación en la Iglesia católica en Pennsylvania reveló que más de 1,000 niños fueron víctimas de abusos por parte de 301 sacerdotes y que la Iglesia los encubrió durante décadas.

Después de estas revelaciones, salieron a la luz centenares de denuncias de abusos sexuales encubiertos por parte de la Iglesia católica en Estados Unidos, también en el área de Houston-Galveston, que representa a 1.7 millones de latinos.

Según la organización Bishop Accountability, hasta 2011 en Estados Unidos, la Iglesia católica ha pagado al menos 2,400 millones de dólares en acuerdos con las víctimas de abuso.

La asociación SNAP, que reúne a víctimas de abuso sexual en todo el país, lamenta que casos civiles como este se cierren antes de verse ante un juez.

“Eso es lo que quieren ellos: llegar a un acuerdo con las víctimas. No quieren un juicio porque en un juicio todo se hace público y sabemos que la Iglesia quiere todo secreto”, dijo Eduardo Lopez de Casas, representante de SNAP en Houston, a Noticias Telemundo. Con el archivo de la causa civil, DiNardo ya no tendrá que dar “explicaciones ante el juez y la opinión pública”, agrega.

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Lopez de Casas, quien dice haber sido él mismo una víctima de abusos cuando trabajaba en la Iglesia, lamenta que el pastor La Rosa-Lopez siga todavía bajo la protección de la Arquidiócesis.

“Nos da mucho coraje. Estos padres, como Manuel La Rosa-Lopez, sabemos que ellos han hecho cosas muy terribles. Pero sacar a un padre es una cosa muy difícil para la Iglesia católica. Los pueden quitar de una parroquia, los pueden tener en una casa para recibir ayuda o rehabilitación, pero siguen siendo padres y siguen siendo pagados”, dijo.

Una nueva demanda por abusos sexuales contra la Arquidiócesis

Una familia, encabezada por la madre, Amber Moreno, interpuso una demanda el 9 de septiembre de 2020 contra la Arquidiócesis, el cardenal Daniel DiNardo, uno de sus sacerdotes, la Diócesis de Victoria y su escuela en Victoria, Texas. En la demanda, Moreno acusa a uno de sus religiosos de haber abusado de su hija de 10 años durante una sesión de confesión en la escuela Nazareth Academy en Victoria, Texas.

Moreno asegura que dio aviso del toqueteo de un religioso a su hija, menor de edad, a varios funcionarios de la escuela y la Iglesia católica en noviembre de 2018, según relató a Noticias Telemundo.

Primer reporte policial de la denuncia de Amber Moreno
Cedido por Amber Moreno

La madre afirma que sus quejas cayeron en oídos sordos y que nadie la contactó después. Según el expediente policial de la denuncia, los uniformados revisaron el caso pero, tras interrogar a la niña, cerraron el caso por falta de pruebas en una primera inspección. Poco después de un año, cuando la familia ha reunido más evidencia, el caso se ha reabierto.

Moreno asegura que no le interesa un acuerdo monetario si implica guardar silencio. “Bajo ninguna circunstancia me callaría lo que pasó ahí”, dijo la madre texana. “[Ellos] tienen que aceptar su responsabilidad de su empleado y sobre lo que ha hecho a nuestra familia. Nunca estaré de acuerdo en no hablar sobre ello”.

Si quiere denunciar algún caso, puede contactar de manera confidencial a Noticias Telemundo Investiga por email, ntinvestiga@nbcuni.com