Abucheos y gritos para sacarlo de la presidencia. Así fue recibido Donald Trump cuando visitó este jueves la Corte Suprema para presentar sus respetos por la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg, cuyos restos están siendo velados en un memorial en el pórtico de entrada al edificio.
Miles de personas que han acudido a despedir por última vez a la connotada jueza profirieron gritos en contra del mandatario y la primera dama Melania Trump, cuando ambos, usando mascarillas, caminaron cerca del féretro de Ginsburg.
"¡Sáquenlo con el voto!", gritaron las personas al ver a Trump en el pórtico del edificio.

Tras enterarse de su muerte, Trump reconoció el valor de la figura de Ginsburg y la calificó como una "mujer maravillosa". Sin embargo, su decisión de buscar rápidamente una sucesora ha generado polémica y rechazo por parte de los demócratas.
La denominada jueza de hierro, que dedicó su vida a combatir la discriminación de género y venció muchas adversidades antes de desembarcar en la Corte Suprema en 1993, falleció a los 87 años tras años luchando contra el cáncer.
Su figura ha trascendido al representar un ícono feminista pero también fue una voz para muchos grupos marginados. Eso ha generado una devoción que se expresa en filas de personas que han acudido a su memorial a presentarle sus respetos.
La muerte de Ginsburg por cáncer a los 87 años, además, ha complicado la carrera por las elecciones de noviembre en un año electoral de por sí caótico.
Los partidarios de Trump dicen que la vacante en la Corte Suprema atraerá a sus bases electorales, mientras que los demócratas dicen que intensificará la importancia de elegir a Joe Biden.
Los votantes indecisos apuntan que ya habían anticipado que Ginsburg se retiraría bajo una posible administración demócrata y que su muerte no ha afectado drásticamente a su evaluación de los candidatos.