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El gobernador Ron DeSantis de Florida decide reabrir bares y restaurantes sin restricciones a pesar de la pandemia

"No habrá limitaciones", dijo el gobernador republicano Ron DeSantis este viernes al anunciar la medida que además prohíbe a los gobiernos locales multar a las personas que no utilicen mascarillas para evitar la propagación del COVID-19.

El gobernador Ron DeSantis levantó todas las restricciones a los restaurantes y otros negocios en Florida este viernes y prohibió a los gobiernos locales multar a las personas que no utilicen mascarillas para evitar la propagación del coronavirus, en un intento de reabrir la economía del estado a pesar de la pandemia.

La orden del gobernador republicano desató un nuevo debate en un estado dividido políticamente, donde las respuestas a la pandemia se han entrelazado con las próximas elecciones presidenciales.

DeSantis, un importante aliado del presidente, Donald Trump, reconoció que la crisis está lejos de terminar, pero aseguró que la amenaza ha disminuido y que ha llegado el momento de reabrir los negocios.

El gobernador Ron DeSantis
El gobernador de Florida, Ron Desantis, durante un evento con el presidente, Donald Trump; en Jupiter, Florida, el 8 de septiembre de 2020.AP

La medida impediría que las autoridades locales restringieran las operaciones de los negocios a menos que pudieran brindar una justificación del costo económico de estas acciones.

"No habrá limitaciones", dijo DeSantis en una conferencia de prensa en San Petersburgo. “Pueden operar a un mínimo del 50% independientemente de la regla local y luego, si la localidad restringe entre el 50% y el 100%, deben proporcionar la justificación e identificar cuáles son los costos de hacer eso”.

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El gobernador también dijo que evitaría que las ciudades y los condados cobraran multas a las personas que no usen mascarillas, prácticamente anulando las ordenanzas locales sobre el uso de los cubrebocas.

“Como acto de gracia ejecutiva, se suspenden todas las multas y sanciones que se han aplicado contra las personas”, declaró el gobernador.

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Alexeen Simms, un camarero en el restaurante Hungry Tarpon en Islamorada, Florida, ofrece un almuerzo a una pareja.
Alexeen Simms, un camarero en el restaurante Hungry Tarpon en Islamorada, Florida, ofrece un almuerzo a una pareja.via REUTERS

Los demócratas de Florida han lamentado que la presión del gobernador para reabrir sea apresurada.

“Nadie aboga por un cierre a gran escala en Florida. Pero hemos estado y seguimos pidiendo medidas de prevención de sentido común, como mascarillas, que son esenciales para prevenir una mayor propagación”, dijo el jueves la senadora estatal Audrey Gibson.

Algunas autoridades locales le pidieron al gobernador que les permitiera conservar su poder para implementar restricciones más profundas que en el resto del estado. “Tenemos una mayor propagación del virus en el sur de Florida que en otras partes del estado", alegó el alcalde del condado de Broward, Dale Holness, a WLRN, en una estación de radio pública en Miami.

Los gimnasios, peluquerías y parques de atracciones no se incluyeron en el anuncio del gobernador del viernes, pero la mayoría de los gimnasios y negocios ya han estado funcionando a plena capacidad, reporta NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo.

Florida ha sido durante mucho tiempo uno de los estados más afectados por la pandemia, con casi 700,000 personas que han enfermado de COVID-19 desde marzo. Casi 14,000 residentes han muerto.

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El gobernador cerró a regañadientes bares y clubes nocturnos el día de San Patricio, el 17 de marzo, debido al brote y días después restringió los restaurantes a las comidas para llevar. Los parques de atracciones también se paralizaron.

Los cierres golpearon la economía, dejando a cientos de miles de floridanos desempleados. Desde el 15 de marzo, más de 2.5 millones de trabajadores han solicitado beneficios por desempleo.

DeSantis reabrió lentamente el estado a los negocios desde entonces, permitiendo que los restaurantes y bares reabrieran a la mitad de su capacidad, al tiempo que se remitió a los funcionarios locales que abogaban por una reapertura más lenta en los epicentros de la pandemia en el sur de Florida.

Un grupo de jóvenes visita Miami Beach este 19 de junio.
Un grupo de jóvenes visita Miami Beach este 19 de junio. The Washington Post via Getty Im

El gobernador se había resistido a imponer un mandato de mascarillas en todo el estado, pero había permitido que las ciudades y condados lo hicieran para evitar la propagación del virus, así como el cierre de playas y lugares públicos.

Sin embargo, en junio, ante el explosivo aumento de casos, Florida suspendió la venta de bebidas alcohólicas en bares y restaurantes.

Al igual que Trump, DeSantis ha cuestionado la eficacia de los cierres, argumentando que a los estados que cerraron de forma más agresiva, como California, no les ha ido mejor.

“El estado de Florida probablemente es el estado abierto más grande del país”, se jactó el viernes.

California ha tenido más de 800,000 casos de coronavirus y más de 15,000 muertes asociadas con el brote. Si bien California ha sufrido más infecciones y muertes, su población es casi el doble que la de Florida.

A principios de esta semana, el país superó las 200,000 muertes por COVID-19. En Florida, las nuevas infecciones han disminuido constantemente desde punto máximo en julio.

Con información de NBC News y The Associated Press.