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El Censo 2020 inicia campaña para incentivar que las minorías participen y promete no compartir datos con inmigración

La Oficina del Censo lanzó este martes una campaña publicitaria de $500 millones de dólares que tiene como objetivo conseguir que los hispanos y otras minorías pierdan el miedo y rellenen los formularios.

Por María Peña

WASHINGTON.– La Oficina del Censo comenzó este martes un “bombardeo” de más de 1,000 anuncios en 13 idiomas para que las minorías participen en el conteo nacional a partir de abril próximo, como parte de una campaña de $500 millones. Los anuncios en español incluyen cuentos infantiles y garantías de que los datos no serán compartidos con las autoridades migratorias.

Durante una rueda de prensa en Washington, funcionarios de la Oficina del Censo y representantes de agencias publicitarias contratadas para la campaña, detallaron los esfuerzos para que los hispanos pierdan el miedo y rellenen los formularios.

“El Censo 2020 ya está acá, y como decimos en uno de los anuncios: en todo Estados Unidos, todos contamos”, afirmó Steven Dillingham, director de la Oficina del Censo.

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La campaña contará con más de 1,000 anuncios en inglés, español y otros 11 idiomas, creados para alcanzar al 99% de los hogares en Estados Unidos.

La participación en el Censo 2020 será “fácil, segura e importante”, comenzará la próxima semana en áreas remotas de Alaska, y se expandirá a nivel nacional el próximo 1 de abril, indicó la agencia, que ya ha recibido más 1.7 millones de solicitudes para trabajos temporales en el conteo nacional.

Los formularios incluirán preguntas sobre edad, género, y número de personas en cada vivienda, y jamás pedirán información bancaria, afiliación política, o donaciones.

Los hogares podrán rellenarlos por internet, por teléfono, por correo, o en persona a través de los enumeradores que visitarán los vecindarios con baja participación.

"La información no se comparte"

En declaraciones a Noticias Telemundo, María Olmedo-Malagón, dejó en claro que los datos recabados en los formularios no serán compartidos ni con las autoridades migratorias ni con otras agencias del gobierno.

“La información no se comparte con la Migra y es un mensaje que tenemos a través de toda la campaña. No solamente en la publicidad, también lo hemos incluido en redes sociales, materiales promocionales" y en encuentros con la prensa y grupos comunitarios, explicó la funcionaria.

Es que, por ley, la Oficina del Censo tiene la obligación de proteger los datos de las personas y sólo puede usarlos para generar informes estadísticos sobre la población.

Por ello, no puede entregar los datos ni a las cortes ni a ninguna dependencia federal, incluyendo el Departamento de Seguridad Nacional, la Oficina de Servicios de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), la Agencia Central de Inteligencia o la Oficina Federal de Investigaciones.

Las garantías repetidas hoy intentan contrarrestar el temor que infundió la Oficina del Censo el año pasado, cuando defendió enérgicamente la inclusión de una pregunta sobre ciudadanía en los formularios, con el argumento de hacer valer el derecho al voto de las minorías.

Grupos cívicos de la comunidad hispana y defensores de los inmigrantes replicaron que la propia Oficina del Censo advirtió que preguntar sobre la ciudadanía hubiese dejado fuera del conteo a unos nueve millones de personas.

 La Corte Suprema intervino en el espinoso asunto y en junio pasado calificó de inadecuada la justificación del Departamento de Comercio -del que depende la Oficina del Censo- para mantener la pregunta en el conteo nacional, y devolvió el caso a una corte de instancia inferior.

La Administración Trump aún insiste en conseguir los datos sobre ciudadanía a través de otros archivos administrativos, y varios grupos cívicos en estados como Nueva York y Maryland han entablado demandas para frenar esos esfuerzos y exigir transparencia del gobierno.

Persiste la desconfianza

Tras la derrota en las cortes, la Administración Trump desistió de su plan y ahora, a juzgar por la intensa campaña publicitaria, el gobierno federal afronta la ingente labor de reconquistar la confianza del público sobre la protección y confidencialidad de los datos.

Según Kendall Johnson, una funcionaria de la Oficina del Censo, la apatía hacia el censo y la desconfianza pública generalizada hacia el gobierno –especialmente entre las minorías y los inmigrantes– han mermado la participación en la enumeración decenial, y la nueva campaña busca remediar la situación.

“Esperamos que esta campaña… alentará a la gente a que registre una mayor tasa de respuesta” en el censo, afirmó Johnson.

Un “bombardeo” de anuncios

La campaña nacional incluye, a partir de este lunes, más de 1,000 anuncios por radio, televisión, internet, periódicos, revistas, redes sociales y medios digitales, además de colocar afiches en sitios públicos en las carreteras y paradas de autobús.

En la comunidad hispana, muchos de los anuncios incluyen imágenes y voces de niños porque, aunque éstos suelen afrontar un subconteo, también pueden persuadir a sus padres a que se dejen contar, explicó Duly Fernández, de la agencia Culture One World.

Un anuncio en español, por ejemplo, destaca que un censo preciso "no es un juego" y contribuirá a más y mejores escuelas, más clínicas, programas educativos y almuerzos escolares.

Desde 1790, la Constitución dicta un conteo de todos los habitantes del país sin importar su estatus migratorio, y la participación es obligatoria. Sus resultados determinan el desembolso de más de $675,000 millones en fondos federales para los estados y comunidades, y proyectos de vivienda, infraestructura y servicios de emergencia.

También determina la representación política en el Congreso y la demarcación de distritos electorales, mientras que las empresas utilizan los datos para planear la apertura y ubicación de fábricas, tiendas u oficinas.

Según Carlos Alcázar, co-fundador de "Culture One World", los latinos ganan al participar en un censo preciso, porque sus comunidades no quedan marginadas a la hora de recibir fondos para escuelas, hospitales, carreteras y demás obras públicas, y un abanico de servicios sociales.