Por Patricia Guadalupe - NBC News
A medida que los estudiantes regresan a las escuelas de cara al otoño, los administradores de los colegios comunitarios que atienden a los latinos en todo el país dicen que son más optimistas sobre las cifras de inscripción de estos estudiantes, en particular en comparación con el año pasado, en el punto álgido de la pandemia.
"Tenemos un avance del 13% con respecto al otoño pasado. Estoy muy contento", declaró William Serrata, presidente de El Paso Community College (EPCC) en Texas, a NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo. "Podríamos superar las cifras de matriculación del año pasado", agregó.
Al igual que otras instituciones de enseñanza superior, el EPCC modificó sus procedimientos para abordar una mayor flexibilidad durante la pandemia de COVID-19, permitiendo la inscripción hasta la primera semana del semestre, que comenzó esta semana. De sus más de 30,000 estudiantes, el 85% son latinos.
"Lo estamos consiguiendo de forma lenta pero segura, y eso para mí demuestra que vamos en la dirección correcta. Aunque no espero que lo consigamos plenamente hasta que la variante delta esté controlada", explicó Serrata, miembro de la junta directiva de la Asociación Americana de Colegios Comunitarios.
El EPCC tomó medidas para inscribir y retener a los estudiantes con el fin de frenar las bajas relacionadas con la pandemia, y el profesorado y los administradores llamaron a cerca de 17,000 estudiantes actuales y potenciales, según Serrata.
Les ofrecieron una serie de ayudas, como recordarles los plazos, ayudarles a rellenar los documentos de ayuda financiera y dirigirles a servicios de tutoría o de salud mental. La Universidad ha ofrecido puntos de acceso, programas informáticos y, en algunos casos, ordenadores portátiles.
[Crecen los ataques cibernéticos a las escuelas en Estados Unidos]
También ha utilizado fondos federales para condonar la deuda de los estudiantes desde marzo de 2020 hasta la actualidad, lo que supone unos 4.2 millones de dólares.
"Esto ha permitido a los estudiantes comenzar de nuevo, y estamos encantados de que la Administración Biden nos haya permitido utilizar los dólares federales para esto", afirmó Serrata. "El Paso ha recibido unos 120 millones de dólares en ayudas federales, de los cuales 70 son para los estudiantes. Nos aseguramos de que tengan acceso a estos recursos", explicó.

En Florida, el Miami Dade College está promocionando sus admisiones continuas, los mini semestres y las fechas de inicio continuas, ofreciendo el tipo de flexibilidad que quieren los alumnos, según la presidenta del colegio, Madeline Pumariega.
"Nos sentimos mucho mejor [que el pasado otoño]. Creo que veremos buenas cifras de matriculación", indicó Pumariega.
El MDC atiende a 120,000 estudiantes en ocho campus, y el 74% de sus alumnos son latinos. Además de las titulaciones tradicionales de dos años, el MDC ofrece certificados y lo que se denomina "bachilleratos laborales", titulaciones de cuatro años en campos muy solicitados, como de enfermería e informática.
La variante delta añade incertidumbre, según los educadores latinos. Pero Flores ve una mejor tendencia.
"Las instituciones están aprendiendo continuamente cómo afrontar mejor la pandemia, y la inversión que el Gobierno federal ha hecho en fondos de salud para la educación superior y para los estudiantes, todo eso da cuenta de una mejor preparación para las instituciones y los estudiantes en el otoño", afirmó.
Félix Matos Rodríguez, rector de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY, por su sigla en inglés), se muestra cautelosamente optimista sobre las matriculaciones del semestre de otoño. La CUNY, el mayor sistema de enseñanza superior urbana del país, cuenta con más de 275,000 estudiantes en 25 campus repartidos por toda la ciudad de Nueva York, incluidos siete colegios comunitarios.
Cerca de un tercio de los estudiantes son latinos, y el 40% de ellos proceden de hogares con bajos ingresos. En general, el 60% de los estudiantes son los primeros de su familia en asistir a la Universidad, y el 39% habla un idioma distinto del inglés.
Matos Rodríguez señaló que, aunque esperaba una tasa de matriculaciones más baja este otoño respecto a los niveles anteriores a la pandemia, el período sin precedentes significa que "los modelos de proyección habituales no se aplican necesariamente, y por lo tanto somos optimistas de que veremos un total mejor de lo esperado cuando los números finales estén listos", apuntó.
Al igual que otras instituciones, la CUNY está ofreciendo un horario más flexible que antes de la pandemia, con un 45% de los cursos disponibles de manera presencial y el resto en línea.
Como parte de sus esfuerzos de captación y retención para hacer frente a los descensos en la matrícula, la CUNY continúa con su programa College Bridge. En colaboración con el Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York, el programa apoya a los estudiantes de secundaria que se gradúan en la transición a la universidad.
"Les asignamos tutores de las escuelas de la CUNY con los que pueden estar en contacto y ayudarles en la transición, reunirse con ellos y comenzar las clases, y para el estudiante de la CUNY, es una pasantía pagada", señaló Matos Rodríguez.
"Los datos muestran que los latinos y los afroamericanos, en particular los hombres, son el grupo demográfico que parece estar más desconectando de la Universidad, y nuestra campaña de marketing ha estado en contacto con páginas de medios sociales o medios de comunicación como la radio para conectar con ellos, para traerlos de vuelta, y si son nuevos, para que se matriculen. Estamos haciendo todo lo posible para que vengan y se queden", explicó.
Además de los fondos federales que recibió, la CUNY recaudó este año 10 millones de dólares para becas estudiantiles, especialmente para ayudar a quienes no reúnen los requisitos para recibir ayuda financiera federal, como los alumnos que carecen de estatus legal de ciudadanía. También utilizaron fondos federales de estímulo para perdonar hasta 125 millones de dólares de deuda estudiantil.
Las instituciones también están adoptando medidas como el distanciamiento social, las desinfecciones adicionales y las mascarillas -y, en algunos casos como el de la CUNY, la obligación de estar vacunado contra el COVID-19 para ayudar a garantizar un semestre de otoño seguro.
"Esperamos que estas precauciones tengan un efecto tranquilizador en nuestros alumnos, muchos de los cuales residen en las comunidades más afectadas por la crisis sanitaria y económica", afirmó Matos Rodríguez.
Flores, de la Asociación Hispana de Colegios y Universidades (HACU, por su sigla en inglés) dijo que las Universidades han aprendido al adaptarse durante la pandemia, y que una parte clave del aprendizaje -las clases en línea- probablemente nunca desaparecerá del todo.
"Aunque las instituciones se vuelvan híbridas o incluso presenciales, creo que esa modalidad se seguirá utilizando", dijo Flores. "Hemos aprendido en el último año y medio cómo afrontar mejor los retos".