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La escuela de Virginia donde un niño de 6 años disparó a su maestra anuncia que instalará detectores de metales

Los críticos de este sistema que ya ha sido adoptado en algunas escuelas de Estados Unidos dicen que son demasiado costosos y dan una falsa sensación de seguridad. ¿Cuán efectivos realmente pueden ser para evitar la violencia armada en centros de enseñanza?

Por Ben Finley y Denise Lavoie - The Associated Press

El caso del niño de 6 años que disparó a su maestra en una escuela primaria de Virginia ha simido a Estados Unidos en un terreno desconocido en materia de violencia escolar, y muchos habitantes de la ciudad donde se produjo el estremecedor tiroteo ahn exigido que se instalen detectores de metales en las escuelas.

El Consejo Escolar de Newport News anunció este jueves que instalará 90 detectores de metales en escuelas de todo el distrito, empezando por la primaria Richneck, donde el viernes fue herida la maestra Abigail Zwerner, de 25 años.

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“Ha llegado el momento de instalar detectores de metales en todas nuestras escuelas”, declaró en rueda de prensa la presidenta del consejo, Lisa Surles-Law.

La medida se adoptó en un momento en que educadores y expertos lidian con la compleja tarea de averiguar cómo prevenir la violencia armada incluso en los centros de enseñanza para los más jóvenes.

“Esta medida significa un verdadero cambio del juego”, dijo Mo Canady, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Oficiales de Recursos Escolares, quien educa a miembros de las fuerzas del orden que trabajan en las escuelas.

La otra cara de los detectores de metales

Los educadores estadounidenses llevan mucho tiempo tratando de crear espacios seguros que se parezcan menos a las prisiones y más a las escuelas. El tiroteo del viernes avivó el debate sobre la eficacia de los detectores de metales —que siguen siendo relativamente escasos en los centros escolares— y otras medidas de seguridad.

“Es probable que los detectores de metales y las mochilas transparentes provoquen miedo en los niños pequeños y se sientan criminalizados”, explicó Amanda Nickerson, profesora de psicología escolar de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo.

“Muchas de las estrategias sugeridas carecen de respaldo investigativo y, de hecho, pueden erosionar un clima escolar saludable”, señaló. 

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Un clima en el que, según ella, los alumnos y el personal puedan compartir preocupaciones sobre posibles amenazas, lo que ha demostrado que previene tiroteos.

Ron Avi Astor, profesor de bienestar social y educación en la Universidad de California en Los Ángeles, aseguró que “los propietarios de armas son realmente quienes deben ser considerados responsables”.

La policía de Newport News informó que el niño de 6 años llevó a la escuela el arma de su madre, que había sido comprada legalmente, aunque no está claro cómo tuvo acceso a ella.

Una ley de Virginia prohíbe dejar un arma cargada al alcance de un menor de 14 años, un delito menor castigado con una pena máxima de un año de prisión y 2,500 dólares de multa. Por ahora no se han presentado cargos contra la madre.

“La educación sobre la seguridad de las armas es algo en lo que la mayoría de los estadounidenses está de acuerdo, según las encuestas nacionales. Es un punto de partida para salvar vidas y reducir el número de heridos y muertos”, declaró Astor.

¿Qué pasó con el niño que apretó el gatillo?

El tiroteo del viernes ocurrió mientras Zwerner impartía su clase en la escuela primaria Richneck. No hubo advertencia ni forcejeo antes de que el niño le apuntara con el arma y disparara una vez.

La bala atravesó la mano de Zwerner e impactó en su pecho. La maestra, herida, se las arregló para sacar a sus alumnos del aula antes de ser trasladada al hospital. Según las autoridades, ha mejorado y se encuentra estable.

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El jefe de policía Steve Drew describió el tiroteo como “intencional”. Un juez determinará el futuro del menor, que se encuentra ingresado en un centro médico en virtud de una orden de custodia de emergencia.

Eric Billet, cuyos tres hijos asisten a las escuelas públicas de Newport News, apoya medidas de seguridad como detectores de metales, registro de bolsos y un agente de vigilancia en cada escuela. Aunque dice que también le gustaría que más especialistas en comportamiento y consejeros trabajaran con los alumnos.

Rick Fogle, cuyo nieto está en segundo grado en Richneck, está a favor del uso de detectores, pero insiste que las escuelas también deben registrar mochilas, bolsillos y pupitres si se sospecha que los niños tienen un arma.

David Riedman, investigador y fundador de una base de datos que rastrea los tiroteos en centros escolares de Estados Unidos desde 1970, indicó que tiene constancia de otros tres ataques en los que estuvieron implicados niños de 6 años y solo conoce otro caso de un alumno incluso menor.  

Casi todos los días se producen tiroteos o se retiran armas en las escuelas, según Riedman. En 2022 hubo 302 ataques y desde 1970, más de 250 profesores, directores y otros miembros del personal escolar han sido víctimas en incidentes armados.

Falsa sensación de seguridad

Riedman cuestiona hasta qué punto es realista que las escuelas aumenten el uso de detectores de metales.

“Ya están pasando trabajo para contar con recursos como encontrar conductores de autobús y profesores”, aseveró. “Para tener una seguridad escolar completa con un 100% de detección de armas se necesita una agencia al estilo de la TSA (Administración de la Seguridad en el Transporte), cuya implantación en todo el país costaría cientos de miles de millones de dólares y eso no es viable”.

Police tape hangs from a sign post outside Richneck Elementary School following a shooting on Jan. 7, 2023, in Newport News, Va.
Escuela primaria Richneck tras el tiroteo, Newport News, Virginia.Jay Paul / Getty Images file

El uso de detectores de metales en las escuelas, particularmente en las primarias, sigue siendo raro, según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas.

Durante el año escolar 2019-2020, menos del 2% de las escuelas primarias públicas realizaron controles aleatorios a los estudiantes con detectores de metales. Esa cifra fue del 10% para las escuelas de enseñanza intermedia y del 14.8% para las secundarias.

Alrededor del 2% de las primarias exigieron que las mochilas fueran inspeccionadas, poco más del 9% de escuelas intermedias y 7% de las secundarias impusieron ese requisito, reportó el centro.

Alrededor del 54.6% de las primarias contaban con personal de seguridad al menos una vez a la semana, en las secundarias fue un 81.5% y en las preparatorias 84.4%.

Según Canady, equipar las escuelas con detectores requiere formación y mantenimiento, y puede dar una falsa sensación de seguridad si no se utilizan correctamente.

Un enfoque policial basado en las relaciones puede evitar mejor la violencia escolar, afirmó. “Todos los alumnos de un centro escolar deben tener al menos un adulto de confianza con el que puedan relacionarse”, afirmó Canady.

Krista Arnold, directora ejecutiva de la Asociación de Directores de Escuelas Primarias de Virginia, coincide con él. Trabajó como directora de primaria durante 18 años en Virginia Beach antes de jubilarse en 2021.

“Durante mis 18 años en la escuela trajeron un par de cuchillos, y (los estudiantes) generalmente cantan como canarios y le dicen a alguien”, dijo Arnold. “Y eso normalmente llegaba a la dirección bastante rápido”.

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Arnold afirmó que no es partidaria de convertir las escuelas en fortalezas. En su lugar, apoya la enseñanza de la empatía y otras habilidades de comportamiento.

“Mi experiencia es que cuando se construye esa comunidad y se enseñan explícitamente habilidades sociales y emocionales, y se habla de cómo se siente la otra persona si se le ha hecho daño se construye esa buena ciudadanía y se reduce la cantidad de disciplina y agresión en la escuela”, señaló.