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Educación a distancia: un reto para los niños con necesidades especiales o que aprenden un segundo idioma

Las clases a distancia a raíz de la pandemia de coronavirus han dificultado los procesos de aprendizaje de muchos niños latinos de Estados Unidos, según lo denuncian sus padres y maestros.
/ Source: Telemundo

Por Nicole Suarez, Morgan Radford y Daniella Silva

Este artículo forma parte de la colaboración, ‘NBC News y Noticias Telemundo reportan’, que mostrará el trabajo de corresponsales de ambas cadenas en inglés y en español, respectivamente.

Hace menos de dos años, Roberto Gómez, de 14 años, se mudó con su familia de México a San Antonio. Desde entonces, se ha esforzado por aprender inglés, una tarea que ahora se le dificulta más porque todas sus clases se imparten de forma virtual.

Roberto es uno de los más de 5 millones de estudiantes en Estados Unidos que aprenden inglés como segundo idioma, según el Centro Nacional de Estadísticas de Educación.

El estudiante Roberto Gómez hacía sus tareas de la escuela en la única laptop de la familia.
El estudiante Roberto Gómez hacía sus tareas de la escuela en la única laptop de la familia.Aaron Franco / NBC News

Ahora que muchas escuelas dependen del aprendizaje a distancia para prevenir la propagación del coronavirus en las escuelas, la capacidad de mantenerse al día con las clases se ha vuelto aún más difícil para quienes no hablan inglés con fluidez en su hogar.

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La madre de Roberto dice que el joven ha olvidado algo del inglés que ya había aprendido, debido al inicio de la pandemia. “Es difícil encontrar formas de practicar”, le dijo a NBC News y a Noticias Telemundo.

Aunque antes era un estudiante estrella, Roberto ha estado luchando desde que las clases se mudaron a internet el semestre pasado. Dijo que le resulta difícil no tener contacto directo con los profesores. Además, explica que no poder ver a sus amigos también significa que no puede practicar inglés con ellos o pedirles ayuda con las tareas escolares.

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El joven explica que un aspecto que dificulta los desafíos que enfrenta es que, generalmente, hace la tarea en su teléfono inteligente porque los cinco miembros de su familia comparten una sola computadora portátil.

De manera inesperada, los parientes, como la madre de Roberto, Karla Padilla, se vieron obligados a supervisar la educación de sus hijos en un idioma que no conocen bien. “Yo le ayudaba a hacer la actividad, le ayudaba un poquito en lo que podía para hacer sus trabajos. Pero no es suficiente”, dijo Padilla.

También es un desafío para McKenna Potter, la maestra de Roberto.

“En realidad, nuestros sistemas escolares no están configurados para apoyar a las familias migrantes que recién llegan”, dijo. “Y ahora, con el aprendizaje a distancia, eso resulta evidente”.

Creo que los estudiantes que están aprendiendo inglés necesitan apoyo adicional, necesitan elementos visuales, necesitan poder ver la forma en que se pronuncia, ver cómo se mueve la boca”, dijo Potter. “Por eso para ellos es muy importante asistir a clases en la vida real”.

Karla Padilla y su esposo Roberto.
Karla Padilla y su esposo Roberto.Aaron Franco / NBC News

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La situación es aún más compleja para los aproximadamente 700,000 estudiantes con necesidades especiales que también están aprendiendo inglés en Estados Unidos. Muchos padres inmigrantes han tenido que encargarse de impartir nociones de terapia del habla, ocupacional y conductual en casa.

Emma y Rocío, las gemelas de 6 años de Soledad Picero, lo hacen todo juntas. Pero cuando se trata de aprender, los dos tienen necesidades diferentes porque Emma tiene autismo y casi no habla.

Picero dijo que la transición de la escuela fue un importante factor de estrés porque los niños autistas necesitan un horario. Y afirma que ser paciente es crucial.

Soledad Picero y sus gemelas Rocío y Emma, de 6 años. Emma es autista y ha tenido dificultades con el aprendizaje a distancia.
Soledad Picero y sus gemelas Rocío y Emma, de 6 años. Emma es autista y ha tenido dificultades con el aprendizaje a distancia.Soledad Picero

“Antes no tenía mucha paciencia, pero tuve que desarrollar esa parte”, dijo.

En la escuela, Emma se reunía con una maestra y siete terapeutas diferentes cada semana, roles que su madre tuvo que asumir durante la noche.

“Me toca correr de un lado a otro de la casa para que se concentren en sus cosas”, dijo.

Además del desafío para los padres latinos que deben atender a sus niños con necesidades especiales, está la falta de información en español. Picero creó un sitio web con información para tratar de ayudar a otras personas que pasan por situaciones similares.

“Eso es lo que hacen las mamás: estar ahí para sus hijos”, dijo.