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Si está desempleado y vive en uno de estos cuatro estados perderá sus ayudas federales este fin de semana

Los gobernadores republicanos están terminando con los subsidios de desempleo tres meses antes para forzar a los ciudadanos a volver al trabajo.
/ Source: Telemundo

Por Ben Popken – NBC News

Los trabajadores desempleados en Alaska, Iowa, Missouri y Mississippi perderán el 12 de junio sus beneficios federales por desempleo. Son los primeros de los 25 estados gobernados por republicanos que recortarán este subsidio, pensado para combatir los efectos económicos de la pandemia de coronavirus y que debía expirar en principio en septiembre.

Comienza así un experimento social y económico masivo para ver si cancelar de manera anticipada los beneficios federales por desempleo a la mitad del país impulsará a la gente en esos estados a volver a trabajar.

La Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus (CARES por sus siglas en inglés) aprobada en marzo de 2020 proporcionó un suplemento federal semanal de 300 dólares a los beneficios estatales por desempleo, y el Plan de Rescate Estadounidense lo amplió hasta Labor Day.

La Century Foundation, un grupo de expertos progresista, estima que cuatro millones de personas perderán beneficios, que suman un total de 22,000 millones de dólares.

Los economistas e investigadores dicen que la medida solo empujará a una pequeña cantidad de personas a regresar a la fuerza laboral y no solucionará la precariedad de los trabajadores que dependen de los beneficios para sus necesidades básicas y que se quedan en casa por otras razones, como preocupaciones por el virus y el cuidado de niños o parientes ancianos.

Pero los otros 21 estados liderados por republicanos están siguiendo adelante con la iniciativa y cancelarán sus beneficios federales en julio para atender las quejas de los empleadores que no pueden encontrar suficientes trabajadores para servir mesas, tender camas y manejar equipos de fábrica. Dicen que el Gobierno está pagando a la gente más por no trabajar de lo que podrían pagar por trabajar, y no pueden competir.

"Si bien estos programas federales proporcionaron un importante alivio temporal, las vacunas y los puestos de trabajo ahora son abundantes. Y tenemos un problema crítico en el que las empresas de nuestro estado están tratando de contratar a más personas, pero muchas enfrentan una grave escasez de trabajadores", dijo el gobernador de Maryland, Larry Hogan, en un comunicado el 1 de junio.

"Esperamos que más residentes de Maryland vuelvan a trabajar",​​ agregó.

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Los beneficios de desempleo federales y estatales combinados equivalen a un promedio de alrededor de 650 dólares por semana, o alrededor de 16 dólares por hora para un trabajo de tiempo completo. Eso es más de lo que ofrecen algunos trabajos de entrada.

Algunos de los trabajos disponibles también son solo a medio tiempo, lo que significa que el salario semanal es incluso menor que lo que ofrece el Gobierno.

Preocupaciones de salud

Las condiciones de salud preexistentes son una de las razones que algunos trabajadores citan para quedarse en casa.

Jordan Motteler, de 30 años, de Oklahoma, era conductora de un bus y su esposo trabajaba en la tienda Lowe's. Ambos fueron despedidos en marzo de 2020. Debido a que ella y su hija están inmunocomprometidas y las vacunas no están aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos para gente como ellas, dice que su médico le ha dicho que aún no puede vacunarse. Sus condiciones de salud la pondrían en riesgo de insuficiencia cardíaca o respiratoria si regresa al trabajo y contrae COVID-19.

“Amo mi trabajo”, dijo Motteler. "Odio no poder trabajar".

Sin el beneficio federal, solo califica para 189 dólares a la semana en compensación estatal por desempleo, dijo. Pagar medicamentos, facturas y alimentos, incluida la fórmula de bebé para su hija, cuyo precio se duplicó durante la pandemia, solo se volverá más difícil.

“¿Quién calcula que 189 dólares es más que suficiente para cubrir la comida y las facturas de una familia de cinco? ¿Y ahora quieren cortarlo?", dijo Motteler. “Simplemente no entiendo cómo siguen siguen subiendo los númros de la pandemia del COVID, pero ahora nos están dejando a que prácticamente nos las arreglemos solos”, agregó.

Oklahoma cortará los beneficios federales de su familia el 26 de junio.

Otros trabajadores dicen que encontrar y pagar por el cuidado de niños es parte de lo que les impide reincorporarse a la fuerza laboral. Incluso con los beneficios cortados, las cuentas simplemente no cuadran.

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Sherry Pratt, de 47 años, vive en New Hampshire y es una representante de ventas de marketing desempleada.

Ella y su esposo han estado viviendo de su salario de trabajador de una bodega. Pero su hija tiene necesidades especiales y el costo de un cuidador especializado después de la escuela, si pudiera encontrar uno, consumiría la mayor parte de sus ganancias potenciales. Su estado cortará los beneficios federales ampliados el 19 de junio.

“No creo que haya escasez de mano de obra, creo que hay escasez de mano de obra con salario digno”, dijo Pratt.

Según un documento del Banco de la Reserva Federal de San Francisco publicado este mes, si solo hubiera 28 personas desempleadas, seis trabajadores al mes encontrarían un trabajo. Sin los beneficios siete trabajadores lo encontrarían, no es mucha diferencia.

“¿Qué pasa con los otros 21 trabajadores? Necesitan algo para subsistir para pagar sus facturas, para poner gasolina en su auto, para poder buscar trabajo”, dijo Andrew Stettner, miembro de Century Foundation. "Estos gobernadores esencialmente se están disparando un pie solo para fastidiarlos", añadió.

La demanda laboral está aumentando, pero los trabajadores están por detrás todavía. Hay 9.3 millones de trabajadores desempleados y al menos esa cantidad de puestos de trabajo están abiertos. Los estadounidenses dejaron sus trabajos a niveles récord en abril, hasta cuatro millones de ellos, lo que demuestra una señal de confianza en el mercado laboral de parte de los trabajadores.

Algunos observadores del mercado laboral dicen que los empleados están regresando a trabajos a los que se dan cuenta de que no quieren volver y renuncian en busca de otros mejores. Otros argumentan que los beneficios extendidos hacen que sea más fácil, demasiado fácil, que los trabajadores se tomen su tiempo.

Los trabajadores dicen que se está cortando un salvavidas esencial.

“He sentido que no he tenido mucho control. Y ahora es como si se me cayera el fondo todavía más ”, dijo Pratt.