Otilia Rivera suele conducir unas 30 millas, todos los días, para llevar y recoger a sus hijos en la escuela, además de todas sus actividades diarias, por lo que dice que siente el impacto del alza de los precios del combustible.
"Tengo que llevar a mis hijos a la escuela, ir al trabajo y luego regresar. Esto está horrible. Ya le estoy echando 75 dólares de gasolina, cada tres días. A ver cuándo va a parar esto", dijo en una entrevista con Noticias Telemundo, en Doral, Florida, mientras hacía una larga fila para cargar combustible.
Los precios de la gasolina se han disparado a su nivel más alto en más de una década desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, lo que afecta a los mercados mundiales porque Rusia es uno de los mayores productores mundiales de petróleo.
“El hecho de que Rusia no pueda comercializar sus productos, sus recursos naturales, a nivel internacional definitivamente tiene un impacto porque existe una preocupación en los mercados para conseguir más petróleo y esto afecta definitivamente al consumidor cuando va a pagar la gasolina en los puntos”, afirma André El Khouri, portavoz de American Automobile Association.
Pero lo que confunde a muchos consumidores es que el crudo West Texas Intermediate, que es el punto de referencia para el petróleo estadounidense, alcanzó un mínimo de 99.76 dólares antes de cerrar ayer en 103,10 dólares. Y el martes por la mañana, cayó a 93.53 (aunque hace unos días se cotizaba a 130.50 dólares, el nivel más alto desde 2008).
La baja en los precios del crudo no se ha reflejado en el combustible, de hecho, el lunes pasado, la gasolina alcanzó un récord al ubicarse en 4.33 dólares por galón, pero en California ha llegado a cotizarse hasta en 5.74. Aunque ha bajado un par de centavos en los últimos días, muchos consumidores se preguntan por qué sigue el alza en los precios.
A continuación explicamos algunos factores que inciden en este fenómeno del mercado energético y sus repercusiones en los consumidores.
¿Por qué han subido tanto los precios de la gasolina?
El precio del combustible está muy ligado al costo del petróleo crudo, que es la materia prima de la cual se refina. Se calcula que cada aumento de 10 dólares en el costo de un barril de crudo agrega casi una cuarta parte al precio de un galón en la gasolinera.
“Una cosa es el barril de petróleo como insumo y otra el proceso industrial donde se refina esa materia prima, porque convertir el petróleo en gasolina requiere de procesos industriales costosos. Lo que está pasando es que como la tasa de inflación está muy alta en Estados Unidos, todos esos procesos se encarecen y no bajan en paralelo con el precio del barril. Eso lleva tiempo”, advierte Miriam Grunstein, académica del James A. Baker Institute en la Universidad de Rice, en una entrevista.
En Estados Unidos, el combustible ha alcanzado máximos históricos por encima de los 4.30 dólares el galón (eso equivale a un 50%, o 1.43 dólares por galón, más que hace un año).
Según datos de Kelley Blue Book, una empresa estadounidense de valuación de vehículos e investigación automotriz, el propietario promedio de un vehículo SUV gasta mensualmente unos 110 dólares más en combustible en comparación con esta misma época del año pasado. Incluso los propietarios de autos compactos están pagando, en promedio, 60 dólares más cada mes.
Además, la invasión rusa en Ucrania y los posteriores embargos sobre el petróleo ruso ordenados por el Gobierno de Biden han incrementado los precios del combustible.
El petróleo se negocia en un mercado global y cualquier cambio afecta los precios en todo el mundo por lo que, aunque EE.UU. no importa mucho crudo ruso, se estima que el 30% de las compras de petróleo en Europa provienen de allí.
“La industria petrolera se caracteriza por ser imprevisible, pero un incidente geopolítico como esta invasión podría generar fluctuaciones e incluso llegar a subir los precios mucho más. El barril ha bajado por los cierres en China por la pandemia, y eso baja la demanda. Pero podría volver a subir en cualquier momento”, explica Grunstein.
Otro factor importante es el cambio de la gasolina de invierno a la de verano que suele elevar los precios (aproximadamente unos 10 centavos por galón).
El combustible de verano es más caro porque su proceso de producción es más largo y los componentes utilizados son más costosos con el fin de reducir el smog, además las refinerías tienen que cerrar por un periodo breve para procesarlo. Esa mezcla más costosa ya está en las bombas de la Costa Oeste y debería estar en todo el país para mediados de abril.
El pasado invierno fue más frío en América del Norte, por lo que generó una mayor demanda de combustible para calefacción, y las compras en línea impulsadas por la pandemia gravaron el diésel, que alimenta todos esos camiones. Como resultado, incluso antes de la crisis de Ucrania, se pronosticó que la gasolina superaría los 4 dólares el galón.
“El hecho fundamental es que el mercado está muy desabastecido en 2022. Incluso si las tensiones geopolíticas disminuyen en las próximas semanas, los altos precios del petróleo llegaron para quedarse a corto plazo”, escribió Manav Gupta, directivo de Credit Suisse en un análisis.
¿Cuándo bajarán los precios de la gasolina?
Diversos expertos han señalado que lo más probable es que los precios sigan fluctuando, al alza, en los próximos meses. Para que se detenga esa tendencia, habrá que ver cómo evoluciona la invasión en Ucrania que seguirá afectando a los mercados energéticos.
"Hay que esperar a que se ajusten los inventarios de gasolina que están más caros. Es posible que disminuyan los precios en las próximas semanas, si no sucede nada extraño con la guerra. Esto no estaba en la agenda de los mercados y las coyunturas políticas en los países productores, como Rusia, siempre afectan al petróleo", asevera Grunstein.
El presidente Biden ha prometido implementar una estrategia para "rebajar los precios de la gasolina" ante la incursión rusa.
“Los precios del petróleo están bajando, y los precios de la gasolina también deberían hacerlo. La última vez que el petróleo estaba en 96 dólares el barril, la gasolina costaba 3.62 dólares el galón. Ahora cuesta 4.31. Las compañías de petróleo y combustibles no deberían aumentar sus ganancias a expensas de los trabajadores estadounidenses”, escribió este miércoles en Twitter.
Estados Unidos y otros miembros de la Agencia Internacional de Energía acordaron liberar 60 millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas, y la mitad pertenece a Estados Unidos.
Además, el mandatario ha hecho un llamado a las empresas estadounidenses para que aumenten la perforación y la producción: solo en 2021, Biden aprobó un 25 % más de permisos de perforación de gas y petróleo, en comparación con el expresidente Donald Trump en su primer año en el cargo.
Sin embargo, poner a funcionar un nuevo pozo y extraer petróleo y gas puede llevar seis meses o más.
También existe la opción de obtener productos energéticos de otras fuentes. Debido a la emergencia, el Gobierno estadounidense está intentando mejorar las relaciones con Venezuela, cuyo régimen ha sido denunciado por violaciones flagrantes a los derechos humanos y que desde 2018 tiene prohibido venderle petróleo a Estados Unidos.
Además, Biden está negociando otro tratado nuclear con Irán que podría lograr que se levanten las sanciones sobre el crudo de ese país.
Todo dependerá de las repercusiones políticas que esas estrategias tengan para Biden, quien ha sido ampliamente criticado por los sectores republicanos por implementar estas opciones.
"Al negociar con la dictadura de Maduro, su Gobierno está socavando la política exterior estadounidense", dice una carta emitida la semana pasada por legisladores republicanos de la Florida.
Mientras tanto, diversos grupos de defensa advierten que el impacto del alza en los precios del combustible afecta en gran medida a la comunidad hispana, que aún no se recupera de los embates económicos ocasionados por la pandemia del COVID-19.
"Los precios en las gasolineras y las facturas de electricidad están haciendo que nuestro presupuesto se reduzca cada vez más y, para el 83% de los hogares latinos con al menos un vehículo, la situación es insostenible", afirma Antonieta Cadiz, directiva de Climate Power, una organización independiente que se enfoca en el apoyo público de las acciones climáticas.
Recomendaciones en tiempos de crisis energética
- Asegúrese de tener suficiente aire en los neumáticos. Las llantas desinfladas crean más resistencia al rodar en el pavimento, lo que reduce el rendimiento de la gasolina. Infle sus llantas a la presión recomendada en el interior de la puerta del lado del conductor y revíselas periódicamente con un medidor para neumáticos.
- Mantenga al día su vehículo. Siga las recomendaciones del fabricante para cambiar el aceite y otros fluidos y para reemplazar los filtros de aire y otros elementos. Cambiar las bujías en los intervalos adecuados también puede ayudar, porque mantiene la fuerza del motor y se evita el gasto innecesario de combustible.
- Vigile la velocidad. La American Automobile Association dice que la economía de combustible alcanza su máximo punto alrededor de las 50 millas por hora en la mayoría de los vehículos, luego cae a medida que aumenta la velocidad. Reducir la velocidad en carretera puede mejorar el consumo de combustible hasta en un 14 %.
- Planifique su ruta con antelación. Trate de minimizar el tránsito en zonas de mucho tráfico y haga varias tareas en cada viaje. Con la ayuda de diversas aplicaciones puede evitar las horas pico, los semáforos y los viajes largos hacia zonas congestionadas.
