Por Rob Wile — NBC News
El gigante de las criptomonedas FTX y sus empresas afiliadas han iniciado el proceso de declaración de bancarrota según el Capítulo 11 de la ley estadounidense, y su fundador y director ejecutivo, Sam Bankman-Fried, ha abandonado el cargo.
Se trata de un giro sorprendente para esta bolsa de criptomonedas, que en su día se valoró en 32,000 millones de dólares, la cara de la industria gracias a su fuerte inversión en marketing y publicidad.
Bankman-Fried, de 30 años, era un joven prodigio de este mercado que figuró en la portada de las revistas Forbes y Fortune y se había convertido en un importante donante demócrata y en un líder de lo que se ha denominado el movimiento del “altruismo efectivo”, que pretendía remodelar la filantropía.
FTX afrontó la semana pasada el equivalente de un desplome bancario, al poner en duda clientes y analistas su liquidez (es decir, que pudiera disponer de fondos para pagar a quienes retiraran sus fondos) y solvencia (que préstamos e inversiones valieran más que sus deudas). La noticia hizo que el precio del Bitcoin se desplomara.
“Quiero asegurar a empleados, clientes, acreedores, accionistas, partes contratantes, inversores, autoridades gubernamentales y otros interesados que vamos a llevar a cabo este esfuerzo con diligencia, minuciosidad y transparencia”, comunicó en la red social Twitter el nuevo director ejecutivo de FTX Group, John J. Ray.
El Capítulo 11 de la ley de quiebras permite a una empresa elaborar un plan para reorganizarse y mantener su negocio mientras trabaja para pagar a sus acreedores.
Medios de comunicación han indicado que la Comisión de Valores y Bolsa y el Departamento de Justicia están investigando a FTX.
Las consecuencias de esta crisis también afectan a Future Fund, el grupo filantrópico de Bankman-Fried. A última hora del jueves, su equipo directivo anunció su dimisión.
“Lamentamos mucho haber llegado a esto”, dijo el equipo en una carta, añadiendo: “En la medida en que la dirección de FTX pueda haber incurrido en engaño o deshonestidad, condenamos ese comportamiento en los términos más enérgicos posibles. Creemos que ser un buen actor en el mundo significa esforzarse por actuar con honestidad e integridad.”
FTX surgió como una de las marcas más reconocidas del reciente boom de las criptomonedas, con acuerdos de patrocinio que pusieron su logotipo en el estadio de los Miami Heat y en las camisetas de los árbitros de la liga MLB de beisbol.