Millones de personas ansían recibir cuanto antes los cheques de 1,400 dólares, que empezarán a ingresarse en sus cuentas bancarias a partir de este fin de semana tras la aprobación esta semana en el Congreso del paquete de estímulo impulsado por el presidente, Joe Biden. Ademas, el plan de ayuda incluye nuevos beneficios fiscales para familias de hasta 3,600 dólares por cada hijo menor de edad.
Pero la ley firmada por el presidente este jueves fue diseñada para dar una respuesta robusta a las necesidades más urgentes de los ciudadanos ante el embate de la pandemia de COVID-19, y no se limita a los pagos directos, sino que prevé muchos tipos de apoyo para múltiples sectores afectados.
Incluye, por ejemplo, ayudas para evitar desalojos, conseguir alimentos, pagar el seguro de salud, estudiar o mantener un restaurante o una granja.
[Biden firma el paquete de estímulo para empezar a enviar los cheques de 1,400 dólares]
“Cuando lo miras desde la distancia es cuando realmente puedes apreciar su alcance”, dijo a la agencia de noticias The Associated Press Ellen Vollinger, directora legal del Centro de Investigación y Acción de Alimentos, un grupo de defensa de la seguridad alimentaria.
"El alcance es impresionante y muy necesario", agregó.
Estas son algunas de las medidas previstas:
Una ayuda para granjeros latinos
El proyecto de ley destina 10,400 millones de dólares a los sectores de la agricultura y el suministro de alimentos, de los cuales 5,000 millones se destinarán a los granjeros más desfavorecidos, entre ellos negros, hispanos, nativos americanos o asiáticos americanos.
La ayuda incluye 4,000 millones de dólares en pagos directos que cubren hasta el 120% de la deuda pendiente de un agricultor o ganadero; y 1,000 millones de dólares para actividades de divulgación, formación, educación, asistencia técnica y subvenciones, según la Oficina de Agricultura.
Para los granjeros negros, esta es la aportación más importante desde la Ley por los Derechos Civiles de 1964, según reportó el periódico The Washington Post
Restaurantes
Por fin la industria de la restauración obtendrá unos 28,600 millones de dólares. Una coalición liderada por célebres cocineros abogó por una ayuda específica para que los bares y restaurantes independientes recuperen los ingresos perdidos por la crisis. Bajo la Administración del expresidente Donald Trump este sector fue relegado de los paquetes de ayuda anteriores.
Comida
La ley aprobada en el Congreso prevé 4,000 millones de dólares de ayudas para garantizar el acceso a la comida, así como para apoyar el sector de la producción y el abastecimiento de productos alimentarios. Entre las medidas incluidas, está la extensión hasta septiembre del aumento de un 15% en las prestaciones de cupones de comida.
Música y cultura
El paquete de ayuda proporciona 1,250 millones de dólares adicionales para un programa que ayuda a los locales de música en vivo que han cerrado o reducido sus operaciones.
El paquete otorga 200 millones de dólares a más de 17,000 bibliotecas públicas, muchas de las cuales se vieron obligadas a cerrar durante la pandemia, a través del Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas. Este dinero será utilizado para su reapertura segura y mejorar recursos como wifi.
También se destinarán 270 millones de dólares a organizaciones artísticas y culturales, como museos.
Pago de rentas
El paquete aprobado por Biden también destinará 21,500 millones de dólares para asistencia de alquiler de emergencia, que se suman a los 25,000 millones que recibieron en diciembre. El programa permite dar soporte a aquellos hogares donde hay personas que no alcanzan a pagar el alquiler a tiempo.
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El dinero está destinado a los inquilinos que enfrentan pagos atrasados para mantener a las familias en sus hogares. El proyecto de ley también incluye 10,000 millones para estados y ciudades para ayudar a los aproximadamente 3.3 millones de propietarios atrasados en los pagos de la hipoteca o en ejecución hipotecaria.
Salud
El paquete también incluye lo que equivale a la mayor expansión de la ayuda federal para el seguro médico desde la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés) firmada por el expresidente Barack Obama en 2010. Varios millones de personas podrían ver reducidos sus costos de seguro médico, y también hay un incentivo para que los estados amplíen la cobertura de Medicaid, si aún no lo han hecho.
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El proyecto de ley aumenta los subsidios para los clientes que compran seguros a través de la ACA, reduciendo las primas en todos los ámbitos y eliminándolas por completo en los planes de referencia para las personas que ganan menos del 150% del nivel de pobreza federal.
Por primera vez, las personas que ganan más del 400% del nivel de pobreza federal (51,520 dólares para individuos) también pueden calificar para ayuda federal, con sus primas limitadas al 8.5% de los ingresos. Los nuevos subsidios son por solo dos años, pero es probable que los demócratas intenten ampliarlos en el futuro.
El Gobierno federal también cubrirá una mayor parte de los gastos de Medicaid si los estados que no han expandido el programa a través de la ACA eligen hacerlo ahora. Doce estados han optado por no participar en la expansión de Medicaid. No está claro si sus gobernadores y legislaturas aceptarán la oferta.
Fuera de los cambios de la ACA, las personas que dejaron sus trabajos durante la pandemia y quieren mantener el seguro de su empleador existente pueden obtener el 100% de sus primas subsidiadas a través de COBRA, la ley que permite a los trabajadores continuar con sus planes de trabajo.
Estudiantes de todas las edades
La legislación enviará 125,000 millones a las escuelas públicas K-12 de la nación con el objetivo de reabrir escuelas para el aprendizaje en persona y apoyar a los estudiantes que sufrieron una pérdida de aprendizaje como resultado del cierre de sus escuelas durante la pandemia.
La mayor parte del dinero, 123,000 millones de dólares, se destinará a los distritos escolares, a través de sus estados, para pagar la implementación de protocolos de salud dentro de los edificios escolares. Una cuarta parte de la financiación debe utilizarse en intervenciones basadas en evidencia para abordar la pérdida de aprendizaje.
El proyecto proporciona 39,600 millones de dólares a los colegios y universidades y a los propios estudiantes universitarios.
Con información de USA Today, AP, NBC News y The Washington Post.