Por Diana Olick - CNBC
Después de aumentar constantemente desde enero, los precios de las viviendas en Estados Unidos podrían estar preparándose para comenzar a bajar.
Los datos más recientes sobre los precios de las viviendas revelan que estos alcanzaron otro máximo histórico en julio, con un aumento del 2.3% con comparación con el mismo mes del año pasado, según la empresa de bienes raíces Black Knight.
Se trata de una subida anual mayor que el 1% registrado en junio, y la comparación anual del mes de agosto probablemente será aún mayor porque fue ese mes que los precios empezaron a caer con más fuerza.

De acuerdo con Black Knight, el aumento de los precios se ha estado enfriando mes a mes. Aunque siguen subiendo, lo cual suele pasar en esta época del año, los incrementos cayeron por debajo del promedio en 25 años. Esto ocurre, después de haber superado con creces las medias históricas de febrero a junio. Lo anterior se considera una señal de que puede estar produciéndose de nuevo una desaceleración de los precios.
"Además de los incrementos mensuales que se han desacelerado por debajo de los promedios a largo plazo, los datos de Black Knight sobre intereses y ventas apuntan a menores precios promedio de compra y a un ajuste de los precios por pie cuadrado, en ventas recientes", declaró Andy Walden, vicepresidente de investigación de la empresa.
¿Qué está detrás del enfriamiento? Los tipos de interés hipotecarios. Estos subieron bruscamente durante el verano y otoño pasados, lo que provocó una caída de los precios. Luego bajaron durante gran parte del invierno y parte de la primavera, lo que hizo que los precios de la vivienda volvieran a subir. Ahora los intereses han vuelto a superar el 7%, y alcanzaron en agosto máximos en más de 20 años.
A eso se añade que las ofertas de nuevas viviendas a la venta aumentaron de julio a agosto, algo atípico para esa época del año. Algunos vendedores podrían estar tratando de ganar dinero con estos precios históricamente altos. El inventario activo, sin embargo, se encuentra 48% por debajo de los niveles vistos de 2017 a 2019.
"Aunque el repunte de los nuevos anuncios [de casas a la venta] es una buena noticia para los compradores de viviendas, el inventario sigue siendo persistentemente bajo, incluso con unos intereses hipotecarios récord que frenan la demanda", comentó Danielle Hale, economista jefa de Realtor.com.
Una caída de los precios supondría cierto alivio para los compradores, pero es poco probable.
El aumento de los precios de las casas desde el inicio de la pandemia de COVID-19, combinado con intereses hipotecarios mucho más altos, ha acabado con el sueño de muchos de comprar una vivienda.
Según Black Knight, en la actualidad se necesita aproximadamente el 38% de los ingresos promedios de un hogar para hacer frente al pago mensual tras la compra de una vivienda de precio medio. Esto hace que ser propietario de una casa sea lo menos asequible desde 1984.