El líder de la mayoría en el senado, el republicano por Kentucky Mitch McConnell, anunció este domingo por la tarde que los cuatro líderes del Congreso habían llegado a un acuerdo final para un nuevo paquete de ayuda económica por la pandemia de 900,000 millones de dólares, que incluye pagos directos de 600 dólares para estadounidenses elegibles y ayudas semanales adicionales de 300 para desempleados.
"Hay más ayuda en camino", dijo McConnell este domingo por la tarde en el pleno del Senado. "Hace unos momentos, tras consultar con nuestros comités, los cuatro líderes del Senado y la Cámara Baja finalizaron un acuerdo", destacó.
Se espera que los legisladores voten el lunes para aprobar el paquete.
La ayuda —aunque mucho menos cuantiosa de lo propuesto en un inicio— también incluye fondos para la vacuna contra el COVID-19 y subsidios para el pago de renta.
El estímulo económico, que infundirá cierto alivio a la economía nacional tras el golpe de una pandemia que ya se extiende por casi 10 meses, llega en el peor momento de la crisis sanitaria, cuando más de 40 estados del país reportan un repunte de casos.
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Cerca de la medianoche del domingo, hora del Este, el Congreso aprobó una medida para mantener financiado al Gobierno por otras 24 horas, que el presidente Donald Trump aprobó, dando un día más a los legisladores para aprobar el paquete de ayuda que se acordó junto con un presupuesto federal para el año 2021.
Los legisladores desecharon el viernes dos medidas que estaban retrasando un acuerdo entre demócratas y republicanos: financiamientos para Gobiernos estatales y locales y una disposición que protegía a las empresas de demandas por negligencias en la pandemia.
Otro punto que demoró las negociaciones a última hora rondó en torno a la herencia que recibirá el presidente entrante, Joe Biden, en enero. Los demócratas acusaron a los republicanos de buscar paralizar a la nueva Administración al cortar las facilidades para préstamos de emergencia de la Reserva Federal creadas en el paquete de ayuda de marzo.
Qué ayuda y beneficios se incluyen
Aunque significa un alivio para millones de familias estadounidenses, la nueva legislación contrasta notablemente con la ley CARES aprobada en marzo pasado, cuando el Congreso acordó un paquete de ayuda de dos billones de dólares.
El cheque o depósito directo único que recibirán los estadounidenses elegibles consistirá apenas en la mitad de los 1,200 dólares otorgados en la primera ronda de pagos.
Las propuestas presentadas a principio de mes en el Congreso no incluían el cheque, pero las cosas cambiaron después de la presión bipartidista desde los senadores Bernie Sanders, independiente por Vermont, y Josh Hawley, republicano por Missouri, así como representantes como Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata por Nueva York, indicó nuestra cadena hermana NBC News. El presidente, Donald Trump, también ha sido un firme partidario de los pagos en efectivo.
El nuevo paquete incluye una renovación de los beneficios federales por desempleo, que vencen la semana próxima, con pagos adicionales de 300 dólares por semana, así como 300,000 millones en financiamiento para empresas.
También incluye fondos para distribuir la vacuna contra el COVID-19, que fue aprobada para uso de emergencia el 11 de diciembre y ya comenzó a ser administrada a los trabajadores sanitarios en primera línea de contagio y a los residentes de hogares de ancianos. Una gran suma de recursos también se destinará a financiar áreas como la educación, el transporte y la atención de la salud.
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Los demócratas obtuvieron también un fondo de 25,000 millones de dólares para un programa que busca brindar asistencia de alquiler de emergencia a las familias afectadas por la pandemia, que se puede usar para pagar un mes vencido o futuro o para gastos relacionados.
Otras ayudas comprendidas en el paquete están destinadas a alimentación y subsidios agrícolas, además de un fondo de 10,000 millones para el Servicio Postal.
Por qué demoró tanto y qué quedó afuera
El último cheque de ayuda, por 1,200 dólares, fue aprobado en marzo pasado. Luego, las negociaciones para una segunda ronda de pagos se estancaron en Washington mientras la pandemia se disparaba descontroladamente.
Los demócratas han estado abogando por la toma de medidas importantes para brindar alivio financiero y enfrentar la pandemia, mientras los republicanos han tratado de que se retomen las actividades económicas para evitar el aumento de la deuda del Gobierno federal.
Cuando fracasó, la negociación para un nuevo paquete de estímulo antes de las elecciones presidenciales de noviembre, la esperanza quedó postergada hasta fin de año.
El nuevo paquete de estímulo deja fuera la propuesta demócrata de incluir 160,000 millones de dólares para financiamiento estatal y local, uno de los puntos que más desacuerdos generó durante las negociaciones. Este punto fue excluido del paquete a cambio de no incluir una provisión apoyada por los republicanos que protegería a las empresas contra las demandas por negligencia relacionadas con la pandemia.
Estados con grandes problemas fiscales como Illinois ya habían reaccionado a la exclusión. “Es desgarrador para nosotros”, dijo el jueves el senador por Illinois Dick Durbin, donde hay grandes problemas fiscales.
Un alivio antes de la Navidad
La nueva legislación llega a solo días de que termine 2020, y en medio de una economía tambaleante: las aplicaciones por desempleo siguen en aumento alcanzando niveles históricos.
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Expertos han advertido en repetidas ocasiones que sin una inyección de ayuda federal en el mercado, y con el fin de la moratoria de alquileres a la vista, miles de familias pasarán hambre este invierno.
Las ayudas por desempleo terminan el 26 de diciembre para más de 10 millones de personas en el país, mientras un sinnúmero de pequeñas empresas enfrentan el embate de meses de pandemia.
Con información de Associated Press y NBC News.