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Con "callo y tesón" las inversionistas latinas levantan vuelo y cambian cuáles proyectos de tecnología reciben fondos

Varias latinas han "desafiado las probabilidades" volviéndose gestoras de fondos para industrias como las de Silicon Valley, y quieren que otras se sumen. Pero hay un peligro al acecho que pudiera revertir sus logros.

CIUDAD DE MÉXICO.- La ingeniera mexicoestadounidense Noramay Cadena trabajaba en Boeing hace unos años, cuando la aeronáutica buscaba contratos con la NASA para ser un proveedor privado de vuelos espaciales tripulados. Boeing, fundada hace varias décadas, competía con SpaceX, fundada apenas este siglo… y la cual al final despegó con el proyecto.

"Llegaba a la oficina cada día pensando que en realidad lo que me gustaría es trabajar para el equipo que estaba buscando cómo derrotar al tradicional de siempre", dice Cadena, que como primera de su familia en ir a la universidad (es graduada de MIT) sabía lo que es retar a los obstáculos. Enfrentarse a un Goliat, un gigante que cree que las cosas deben hacerse como se han llevado haciendo y que deben hacerlas aquellos —por ejemplo, hombres y sobre todo blancos no hispanos— que ya las estaban haciendo.

Eso impulsó a Cadena a sumirse en otro mundo de la innovación: el del capital de riesgo. Hoy en día es socia gerente de Supply Change Capital, fondo que financia empresas de tecnología de alimentos buscando cómo sortear la emergencia climática.

Cadena no es la única latina que se ha abierto camino en Silicon Valley. Especialmente en la industria del capital de riesgo, operada por aquellos inversores y grandes fondos que financian las promesas y emprendimientos del futuro.

La mexicano-estadounidense Noramay Cadena, ingeniera graduada de MIT que ahora es socia de una empresa de "venture capital"
Noramay CadenaCortesía

En la última década la cantidad de latinos y latinas VCs —el apodo dado a quienes administran capital de riesgos, por el término venture capitalists en inglés— ha aumentado a un paso relativamente constante, incluso si los números siguen siendo bajos en contraste con los de blancos no hispanos.

El año pasado los latinos y latinas en VC crecieron en 36%, con lo que suman el 2% de toda la industria, según el grupo LatinxVC, fundado en 2019 para crear más avenidas de ingreso.

"Sí he visto a más gente como yo: más inversionistas que hacen de socios limitados o inversores con sus propios fondos o que son ascendidos dentro de sus empresas, a más compañías que se quieren diversificar", dice Samara Mejia Hernandez, fundadora de Chingona Ventures, un fondo de VC con sede en Chicago. "Aunque, sí, en números no somos tantísimos todavía".

Promovemos que otros interesados en entrar a la industria sepan que aquí hay más lugar"

Mariela salas directora ejecutiva de latinxvc

Ahora esas ganancias están en peligro. El desasosiego económico global —la inflación, los recortes por miedo a una desaceleración, los recientes colapsos de bancos incluido Silicon Valley Bank— pudiera revertir la incursión de personas más diversas en la industria de VC, según le dicen varias latinas inversoras a Noticias Telemundo.

"¿Será que quienes han apoyado a fundadores de empresas y emprendedores demográficamente diversos seguirán respaldando? ¿O seremos los primeros a los que les retiran apoyo? Es una preocupación muy latente", dice Maria Salamanca, socia de la empresa de VC Ulu Ventures, cuya directora es la también latina Miriam Rivera.

El panorama no es muy esperanzador. Pero estas mujeres tienen idea de cómo se pudiera sobrellevar la situación y de las mejoras necesarias para que el beneficio que reciben todos al diversificar la industria se mantenga a más largo plazo.

Desafiar las probabilidades

La diversidad en el mundo del VC es clave porque ahí se decide qué tipos de personas y proyectos reciben capital y financiamiento inicial.

Esos fondos de VC también pueden ayudar a que empresas pequeñas puedan escalar sus negocios para alcanzar a más personas, volverse más rentables y dar servicio a más grupos.

Además, las empresas de VC con equipos demográficamente diversos suelen tener mejor rendimiento sobre sus fondos que las empresas muy homogéneas.

En la última década, apenas el 1% del dinero repartido por las mayores empresas de VC ha quedado en manos de emprendedores latinos, pese a que los hispanos en EE.UU. han aumentado en población, en su poder adquisitivo y en la cantidad de compañías que establecen cada año.

"Cada vez que vamos a una reunión para pedir financiamiento, un pitch, tenemos que desafiar esas probabilidades", dice Daniela Corrente, quien es la encargada de estrategia y negocios de Suma Wealth, una empresa de fintech (tecnología de finanzas) dedicada a mejorar la educación financiera de los latinos para que sepan cómo invertir y ahorrar.

Si algo tenemos las latinas es callo y tesón"

Daniela Corrente

Corrente dice que Suma Wealth es de las poquísimas empresas con ejecutivas latinas; de 30,000 empresas de fintech en Estados Unidos solo el 0.3% son dirigidas por hispanas. Y parte de los fondos para la compañía son gracias a otras latinas que gestionan capital de riesgo.

Las latinas y otras mujeres no solo invierten en empresas y emprendimientos que sean de mujeres o de personas igualmente latinas, negras, asiáticas o indígenas, dice Mejia Hernandez. Pero sí son más propensas a ver el potencial de compañías de esos grupos.

"La forma en que veo las inversiones va a ser muy diferente a la forma en que las ven la mayoría de los inversores que son hombres blancos mayores con una cierta red... donde podrían decir, ‘oh, este es solo un mercado de nicho’", comenta Mejia Hernandez. "Yo sí entiendo por qué la comunidad necesita cierto producto", agrega. Chingona Ventures invirtió en Suma Wealth.

Mejia Hernandez destaca además que invertir no es solo dar dinero: tiene implicaciones porque al crecer la empresa que recibe los fondos puede beneficiar a otros latinos del mismo vecindario o del mismo giro empresarial porque hará contrataciones, construcción de redes, intercambios de proveedores y los empleados con acciones o equity podrán reinvertir esos fondos.

Lo que falta para apuntalar a más personas

El posible retroceso por los temores económicos se resiente sobre todo entre las latinas porque apenas estaban logrando avances en la industria.

Para 2020 las latinas en Estados Unidos apenas manejaban el 1.2% de las acciones en gestión (las inversiones y fondos administrados a nombre de clientes o para repartir a empresas emergentes y start-ups), según datos recopilados por Paul Gompers, profesor de Harvard, y Sarah Kunst, directora general de Cleo Capital.

También hay muy pocas acciones siendo gestionadas por mujeres negras y asiáticas.

"Ojalá los números fueran mucho más altos", dice Kunst. "Porque con las cosas como están, se están dejando sobre la mesa dinero así como grandes ideas porque no hay suficientes de nosotros", agrega.

Pero Kunst y otras mujeres diversas en el mundo de VC sí ven una luz al final del túnel, sobre todo porque cada vez hay más datos como los suyos que señalan el camino y dirigen la atención a los asuntos pendientes.

"Al arrojar luz a las estadísticas y crear caminos para compartir esa información, con grupos que ofrecen oportunidades de hacer alianzas y formar comunidad, siento que sí vamos a poder hacer una diferencia para que esta industria sí sea más representativa de la población estadounidense", dice Mariela Salas, la directora ejecutiva de LatinxVC.

Mariela Salas
Mariela SalasCortesía

LatinxVC, por ejemplo, tiene programas de becarios y de mentorías, para "que otros interesados en entrar a la industria sepan que aquí hay más lugar". También hay grupos similares como BlackVC, Latinas in Tech o L’Attitude Ventures que ayudan a dirigir inversiones o hacen listas de personas contratables para que las empresas no digan que la única razón por la que no se diversifican es porque no encuentran a candidatos capacitados.

Así poco a poco habrá más gente "que entiende el valor de la diversidad no solo por cuestiones sociales sino por su beneficio económico", dice Corrente, de Suma Wealth.

Noramay Cadena, la ingeniera que se volvió inversora, dice que seguirá siendo de suma importancia "mandar el elevador que nos subió a nosotras de regreso abajo para que otros latinos y demás suban en él".

Dice que eso se puede lograr si los fondos diversos invierten el uno en el otro, además de si hacen inversiones conjuntas para poder repartir más fondos a ciertas start-ups. También sugiere que colaboren para compartir a socios limitados, dígase aquellos con más dinero, para que se enteren del fondo diverso 'B' si ya estuvieron interesados en buscar al fondo diverso 'A'.

Así que, aunque en el corto plazo sea más difícil volverse inversoras o conseguir inversiones, estas latinas dicen que no dejarán de presionar.

Corrente lo resume así: "Como latinas en el mundo corporativo, si algo tenemos es callo y tesón".