Por Lucy Bayly - NBC News
Las solicitudes semanales de subsidio por desempleo cayeron a 199,000 la semana pasada, alcanzando su nivel más bajo desde 1969 y mejorando ampliamente las expectativas de los economistas, que esperaban 260,000.
Estas ayudas han disminuido en las últimas semanas, mientras los empresarios intentan retener a sus empleados con mejores condiciones y salarios en un mercado laboral muy competitivo.
"Conseguir que las solicitudes de subsidio por desempleo estén por debajo del nivel de 200,000 por primera vez desde que comenzó la pandemia es realmente significativo, ya que representa una nueva mejora", apuntó Mark Hamrick, analista económico de Bankrate.
"Las tensiones por la subida de precios y la escasez de suministros y de candidatos a puestos de trabajo disponibles se contraponen con los bajos niveles de despidos, las ganancias salariales y la caída de la tasa de desempleo", agregó, "es probable que el crecimiento esté por encima de la media en el futuro inmediato".
Las empresas de casi todos los sectores se esfuerzan por encontrar trabajadores, se aferran a los que tienen y suben los salarios para atraer más contrataciones.
Aunque a la economía le siguen faltando unos cuatro millones de trabajadores, en comparación con los niveles anteriores a la pandemia, en octubre se añadieron 531,000 empleos, según el último informe mensual de la Oficina de Estadísticas Laborales.
La tasa de desempleo descendió así del 4.8% a 4.6%.
Si las solicitudes semanales iniciales se mantienen por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, la mejora del mercado laboral podría ejercer presión sobre la Reserva Federal para que acelere su calendario de reducción de la deuda, cuyo presidente, Jerome Powell, anunció a principios de este mes que ascendería a 15,000 millones de dólares al mes.
Agilizar esta retirada podría adelantar el calendario de subidas de tipos prevista por el banco central para el año que viene.
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Desde junio de 2020, la Reserva Federal ha comprado 120,000 millones de dólares en bonos (80,000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 40,000 millones de dólares en valores respaldados por hipotecas) cada mes para inyectar liquidez y mantener el funcionamiento eficiente del sistema financiero.
Powell anunció entonces que el banco central está "preparado para ajustar el ritmo de las compras si lo justifican los cambios en las perspectivas económicas".