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Las dificultades que enfrenta Biden en su plan de aumentar los impuestos a los más ricos para costear su plan de infraestructura

Incluso dentro del propio Partido Demócrata subsisten las diferencias políticas sobre cómo llevar a cabo la subida de impuestos a corporaciones y personas que ganan más de $400,000 anuales, para costear nuevas carreteras y puentes, así como energía limpia y atención sanitaria para los más vulnerables.

Por Sahil Kapur - NBC News

WASHINGTON — La fecha límite para la presentación de impuestos para millones de estadounidenses es este lunes 17 de mayo, pero los legisladores en el Congreso siguen lejos de llegar a una resolución sobre qué hacer con los fuertes aumentos fiscales que está impulsando el presidente, Joe Biden.

Los demócratas, que tienen una mayoría escasa en el Congreso, todavía están resolviendo cómo gestionar las demandas internas en disputa y la amenaza de una dura oposición republicana a dar el visto bueno a nuevos impuestos para pagar el plan de infraestructura propuesto por el presidente.

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Biden está operando de dos maneras para obtener el apoyo del Congreso. Por una parte está enfatizando la gran popularidad en las encuestas sobre sus aumentos de impuestos a las corporaciones y las personas que ganan más de 400,000 dólares anuales.

Pero también está manteniendo conversaciones con los republicanos sobre un paquete más reducido para carreteras y puentes, que sería una victoria bipartidista pero que probablemente tendría que producirse sin aumentos de impuestos para financiarlos.

El mandatario demócrata parece dispuesto a intentar ambas cosas: aprobar un acuerdo bipartidista estrecho sobre infraestructura, luego un paquete separado solo para demócratas que aumenta los impuestos y así financiar programas de energía limpia junto con el cuidado de ancianos y niños.

Pero las conversaciones bipartidistas hasta ahora han distraído a los demócratas de forzar una resolución sobre los puntos conflictivos entre sus propios miembros, incluido cuánto aumentar los impuestos y cómo gestionar las demandas por región, como reducir el límite de deducción de 10,000 dólares en impuestos estatales y locales (SALT, por su sigla en inglés).

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"No solo no hay consenso entre los demócratas en el Congreso, no hay consenso en el centro", dijo Dan Rubin, exasesor principal del presidente de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes. “Tienes a [la secretaria del Tesoro, Janet] Yellen diciéndole a Biden: gasta, no te va a doler. Hay otros que dicen que no, no, no, esto va a doler: el efecto a largo plazo. Tienes políticos como el senador Joe Manchin. Tienes a los chicos de Nueva York diciendo que sin SALT, no hay trato".

Los estrategas demócratas, que anticipan un asalto político republicano, también están sopesando el impacto que el aumento de impuestos en los más ricos del país podrían tener en sus esperanzas de mantener el control del Congreso después de las elecciones de medio mandato de 2022.

El presidente Joe Biden
El presidente Joe Biden en el Rose Garden de la Casa Blanca, en Washington D.C., el jueves 13 de mayo de 2021.AP Photo/Evan Vucci

El líder de la mayoría de la Cámara Baja, el demócrata Jim Clyburn, dijo en una entrevista que los demócratas "obtuvieron los votos en la Cámara" para aprobar los planes de gastos de Biden: su propuesta de infraestructura y empleos de 2.25 billones de dólares y su programa de 1.8 billones para ampliar la red de seguridad para familias.

Pero están lejos de alcanzar un consenso en el aspecto fiscal.

"Creo que deberíamos pagar tanto como podamos", señaló el jueves el representante Richard Neal, demócrata por Massachusetts, en una entrevista.

No sugirió una cantidad en dólares cuando se le preguntó si la Cámara de Representantes debería aspirar a 1 billón de dólares o 2 billones o más en ingresos.

"Buen intento", bromeó Neal.

Progresistas como la representante Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata por Nueva York, han rechazado la necesidad de pagar los planes y dicen que se deben buscar aumentos de impuestos para los ricos y las corporaciones para superar la desigualdad.

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Moderados como Manchin, demócrata por West Virginia, argumentan que los pagos son esenciales. Y otros dicen que el precio debería tener en cuenta los efectos macroeconómicos.

“Necesitamos demostrar responsabilidad fiscal y tenemos que poder pagarla”, afirmó la representante Elissa Slotkin, demócrata por Michigan, quien representa a un distrito indeciso que incluye los suburbios de Detroit. Slotkin señaló que los mecanismos de financiación pueden extenderse durante muchos años, pero que deben mostrar nuestros "cálculos matemáticos".

Incertidumbre con los precios y desacuerdos políticos

Rubin, ahora director sénior de la firma de comunicaciones Glen Echo Group, afirmó que le sorprendería que los demócratas pudieran acordar más de 1 billón de dólares en nuevos impuestos.

“No veo que sea tanto como la gente piensa. Los miembros hablan en grande hasta que realmente tienen que ir a votar”, opinó, y agregó que los demócratas de la Cámara de Representantes han tenido una tendencia a exigir pagos en los últimos años.

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“Te sorprendería saber cuántas de nuestras reuniones de Caucus se dedicaron internamente a debatir si había que pagar o no nuestras facturas”, explicó. “Una buena parte de nuestros miembros diría: 'No votaré por su proyecto de ley, aunque es un gran proyecto, porque no está pagado", recordó.

El representante Brendan Boyle, demócrata por Pennsylvania, miembro de Ways and Means, argumentó que el gasto en infraestructura tiene "un retorno demostrado de la inversión" que debe tenerse en cuenta en el precio.

"No creo que todo tenga que ser 'pagado', como dicen", declaró.

Aunque la mayoría de los demócratas no se apresuran a respaldar u oponerse a las propuestas fiscales de Biden, han surgido algunos desacuerdos políticos.

No todos los demócratas están de acuerdo con el reclamo de Biden de aumentar la tasa de impuestos corporativos del 21% al 28%, algo que supondría una importante fuente de ingresos. Manchin ha dicho que apoya una tasa del 25%.

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Otros se resisten a su impulso de gravar las ganancias de capital como ingresos ordinarios. Otros, como el senador Mark Warner, demócrata por Virginia, no están de acuerdo con la oposición de Biden a las tarifas de los ciudadanos.

Y una facción de demócratas en estados como Nueva York y Nueva Jersey insiste en que cualquier paquete de impuestos reduzca el límite SALT de 2017, que gravó principalmente a los ricos pero afectó a los de ingresos medios en áreas con altos impuestos a la propiedad, como Long Island y los suburbios de Nueva Jersey.

“La única línea roja para mí es SALT”, apuntó el representante Thomas Suozzi, demócrata por Nueva York. "Si vamos a cambiar el código de impuestos, debemos arreglar SALT. Sin SALT no hay trato".

“Las personas que ganan 150,000 dólares donde yo vivo son de clase media”, señaló.

Ampliar la deducción de impuestos estatales contrarrestaría el objetivo de los demócratas de aumentar los ingresos. Pero los líderes del partido no pueden permitirse perder los votos de Suozzi y sus aliados. Los asistentes han discutido cambios, como eliminar el límite, aumentarlo y doblarlo para las parejas.

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"Va a ser una negociación continua hasta la línea de meta", afirmó Suozzi.

El presidente de Finanzas del Senado, Ron Wyden, demócrata por Oregón, declaró que es "muy importante" que los demócratas presionen por nuevos impuestos como una cuestión de "justicia" en sus estados y distritos de origen.

“Tenemos todas estas necesidades urgentes: carreteras, puentes, cuidado de niños”, argumentó. Los estadounidenses “entienden que después de la pandemia, el Gobierno tiene un papel. Tenemos que encontrar la manera de asegurarnos de tener los recursos. Eso es lo que hace que esto sea tan crucial”, agregó.