Por Teaganne Finn — NBC News
Pavo para tacos, productos de pollo, jugo de naranja y bandejas de comida son solo algunos de los artículos que Shonia Hall, directora de servicios de nutrición escolar de las escuelas públicas de Oklahoma City, dice que no puede encontrar.
La última víctima de la ralentización de la cadena de suministro es el comedor escolar.
Hace unas semanas, el distribuidor de Hall no pudo conseguir cucharas ni tenedores y tuvo que correr a su Sam’s Club local para comprar 60,000 de cada uno “para poder pasar unos días con la esperanza de que el camión apareciera”, dijo Hall en una entrevista.
“No podemos limitarnos a esperar. Tenemos que ser proactivos”, aseguró. No puedo alimentar a los niños sin utensilios, ¿cierto?”.
Este tipo de escasez y el verse obligados a recurrir a las tiendas minoristas para llenar el vacío cuando los distribuidores no llegan, son cada vez más frecuentes en las escuelas de todo el país.
“Es un coste adicional para el presupuesto y el programa”, señaló Hall, y añadió que está agradecida con el Programa Nacional de Almuerzos Escolares del Departamento de Agricultura, que ha aumentado los reembolsos a las escuelas que intentan satisfacer la demanda de comidas.
Esta crisis llega en un momento sin precedentes para los almuerzos escolares.
Las exenciones del servicio de comidas, conocidas como “Opción de verano sin fisuras”, se han prorrogado hasta junio de 2022. Estas permiten a las escuelas ofrecer comidas gratuitas a los estudiantes. Los republicanos en el Congreso han criticado la propuesta de los demócratas de hacer permanentes las comidas gratuitas universales debido a su potencial alto precio.
Esta misma semana, el presidente, Joe Biden, anunció que tres de los mayores transportistas de mercancías de Estados Unidos, Walmart, FedEx y UPS redoblarán sus esfuerzos para solucionar los problemas de la cadena de suministro, después de que los minoristas hayan empezado a advertir que algunos productos podrían no llegar a las estanterías antes de las fiestas.
“Nunca más nuestro país y economía deben ser incapaces de fabricar productos críticos que necesitamos porque no tenemos acceso a los materiales para fabricarlos”, dijo Biden en un discurso el miércoles.
Los problemas logísticos en los puertos de embarque, impulsados en parte por la escasez de trabajadores y los brotes de COVID-19, han duplicado el tiempo que tardan algunos productos en llegar desde Asia a Estados Unidos.
“Podemos conseguir alimentos, pero tenemos muchos cortes y escasez”, dijo Stephanie Dillard, directora de nutrición infantil de Enterprise City Schools, en Alabama.
El distrito escolar ha tenido que lidiar con entregas incoherentes de alimentos y suministros, como bandejas y utensilios, lo que supone una capa de estrés añadida para el personal de la escuela, que vuelve de un año de aprendizaje mayoritariamente a distancia debido a la pandemia.
“Cada semana todo el mundo contiene la respiración, sin saber si vamos a recibir un camión o no porque no sabemos si va a haber camioneros o va a haber empleados en los almacenes de los distribuidores”, aseguró Dillard en una entrevista.
Las escuelas sirvieron casi 500 millones de almuerzos en promedio por mes desde septiembre de 2018 hasta mayo de 2019. La cifra se redujo durante el año escolar 2020-21, marcado por la pandemia, a unos 330 millones de almuerzos al mes, según el departamento de Agricultura.
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Además de permitir tasas de reembolso más altas, el departamento también está dando a las escuelas más libertad de acción cuando se trata de cumplir con las directrices de las comidas y extender la exención a nivel nacional hasta el año escolar 2021-22 para que todas las comidas sean gratuitas.
Brenton Lexvold, director del servicio de alimentos de las escuelas públicas de Red Wing en Minnesota, dijo que está viendo una participación del 62% en el programa de almuerzos escolares y ha visto un aumento en la participación del desayuno.
Pero si las escuelas no pueden ofrecer sistemáticamente la comida que han dicho a los estudiantes y a los padres que está en el menú, le preocupa que las familias no confíen en ellas para proporcionar la comida.
“A veces, los clientes se arriesgan a decir: Bueno, ¿comemos hoy la comida del colegio o me llevo algo de casa?”. dijo Lexvold en una entrevista.
Se calcula que el sector de la distribución de servicios alimentarios tiene 17,500 puestos de almacén y 15,000 puestos de conductor actualmente vacantes, según la Asociación Internacional de Distribuidores de Servicios Alimentarios. En una encuesta reciente realizada a los miembros de la asociación comercial, el 100% de los encuestados indicó que era difícil o extremadamente difícil encontrar tanto almacenes como conductores.
Aunque esta escasez afecta a todo el país, el impacto en las comidas escolares es especialmente importante “porque, al fin y al cabo, no solo se espera que demos a nuestros hijos una buena educación, sino también que les proporcionemos una comida nutritiva”, dijo Lexvold.