Por Christopher Rugaber - The Associated Press
La Reserva Federal (Fed) anunció este miércoles un alza de la tasa de interés de 75 puntos base, su mayor subida desde 1994, y mayor de la que había indicado anteriormente, en una señal de que intenta contener la inflación desbocada con todas las herramientas a su disposición.
Esta decisión eleva el temor a una recesión y se produce después de que la inflación se disparara en mayo al 8.6%, el mayor nivel de los últimos 40 años. Este temor a una acción más agresiva de la Reserva Federal ha hundido las bolsas, llevando a los índices Standard & Poor’s 500 y Dow Jones a entrar en mercado bajista (conocido como bear market en inglés, que se produce tras una caída acumulada superior al 20% desde el máximo anterior).

La Fed señaló que habrá nuevas subidas de la tasa de interés hasta finales de año, lo que aumentará los costos de los préstamos para los consumidores y las empresas, provocará una desaceleración económica y puede desatar una recesión (técnicamente, cuando la economía se encoge durante dos trimestres consecutivos).
Jerome Powell, el presidente del banco central, dijo en rueda de prensa este miércoles después del anuncio de la subida de las tasas de interés, que los principales indicadores económicos apuntan a un crecimiento del Producto Interno Bruto por abajo del 2% en 2024, una cifra menor de la que se había pronosticado en el trimestre anterior.
"El mercado laboral se ha mantenido extremadamente apretado, con la tasa de desempleo cerca de su punto más bajo en los últimos 50 años, la oferta laboral en un máximo histórico y los salarios en aumento", dijo Powell al detallar el buen estado del empleo en el país.
Sin embargo, Powell advirtió que se espera que el desempleo aumente, pasando de un 3.7% a final de este año a un 4.1% en 2024, por encima de las proyecciones de marzo. Es algo que podría ayudar a equilibrar mejor la balanza de la oferta y la demanda laboral, lo que a su vez podría disminuir el alza de los salarios, uno de los factores que contribuye a la inflación.
Las anteriores subidas de tasas de la Fed ya han elevado el coste de los préstamos hipotecarios en cerca de dos puntos porcentuales desde que comenzó el año, y han frenado las ventas de viviendas.
Los expertos prevén además que el Banco Central Europeo (BCE) eleve las tasas en 25 puntos en julio, su primera subida en 11 años. Además, en septiembre podría anunciar un incremento mayor si se mantienen los niveles récord de inflación.
Los esfuerzos mundiales están aumentando el riesgo de una grave recesión en Estados Unidos, Europa y otros países. La semana pasada, el Banco Mundial advirtió de la amenaza de la estanflación, que es un un crecimiento lento acompañado de alta inflación.
Para finales de 2022, la Reserva Federal habrá subido su tasa de interés clave hasta un rango del 3.25% al 3.5%, según estiman algunos economistas, por encima de lo previsto hace unas semanas.
A ese nivel, la tasa estaría probablemente muy por encima del nivel neutral, lo que tendría como objetivo frenar el crecimiento. En marzo, la Fed había pronosticado que sólo subiría las tasas hasta un rango del 1.75% al 2% a finales de año.
Tras la última reunión de la Fed en mayo, en la que subió su tasa de referencia en medio punto, su presidente, Jerome Powell, puso sobre la mesa alzas similares en las reuniones de junio y julio en caso de que la economía "evolucione en línea con las expectativas".
Pero el viernes el Gobierno informó de que la inflación interanual se aceleró inesperadamente en mayo hasta el 8.6%, el nivel más alto en cuatro décadas. La inflación se ha extendido a casi todos los sectores de la economía, con un aumento de los costos de los alquileres, gasolina, ropa, atención médica y billetes aéreos.
También el viernes, una encuesta sobre el sentimiento de los consumidores realizada por la Universidad de Michigan reveló que la preocupación de los ciudadanos sobre la inflación está aumentando. Esta es una señal alarmante para la Reserva Federal, porque las expectativas pueden autocumplirse: si la gente espera una mayor inflación en el futuro, suele cambiar su comportamiento de forma que aumenten los precios. Por ejemplo, pueden aumentar las grandes compras antes de que sean más caras.
La serie acelerada de subidas de tasas que se espera ahora de la Fed aumentará la probabilidad de una recesión en el próximo año. "Creo que ya hemos pasado el punto en el que un aterrizaje suave es plausible", dijo Aneta Markowska, economista jefe del banco de inversión Jeffries, refiriéndose al esfuerzo de la Fed por subir las tasas lo suficiente como para frenar el crecimiento pero no tanto como para provocar una recesión.
"Creo que van a tener que provocar una contracción", añadió.
Una razón clave por la que una recesión es ahora más probable es que los economistas creen cada vez más que para que la Fed frene la inflación hasta su objetivo del 2%, tendrá que reducir drásticamente el gasto de los consumidores, las ganancias salariales y el crecimiento económico.
En última instancia, es casi seguro que la tasa de desempleo tendrá que aumentar, algo que la Fed aún no ha pronosticado, pero que podría hacerlo en las proyecciones económicas actualizadas que publicará el miércoles.
"Cuando uno va por la autopista a 90 millas por hora y se salta la salida, reducir la velocidad no le va a ayudar. Tienes que hacer un giro en U y volver", expuso Markowska a modo de comparación.