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La Reserva Federal acelera las subidas de las tasas de interés para frenar la inflación

El banco central comienza a endurecer las políticas monetarias implementadas durante los peores meses de la pandemia, lo que afectará a las hipotecas y el pago de tarjetas de crédito.

Por Martha C. White - NBC News

La Reserva Federal va a endurecer su política monetaria, retirando gradualmente las medidas implementadas para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus, en un movimiento que acompañará con una subida de las tasas de interés más temprana de lo esperado por los expertos e inversores, según un comunicado difundido al finalizar la reunión celebrada por el banco central este miércoles.

"A la luz del aumento de la inflación y de las mejoras futuras del mercado laboral", miembros del comité de la política monetaria de la Reserva Federal votaron unánimemente para terminar el programa de compra masiva de bonos en la mitad del tiempo previsto inicialmente, y proyectaron una subida de tres puntos en 2022.

La Reserva doblará su reducción mensual de compra de activos, adquiriendo solo 60,000 millones de dólares en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas, frente a los 120,000 millones originales de hace 18 meses.

El banco central anunció en noviembre que comenzaría a reducir la cantidad de 15,000 millones de dólares al mes, que se duplicará a partir de enero.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en una audiencia ante la Comisión Bancaria del Senado, el 30 de noviembre de 2021.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en una audiencia ante la Comisión Bancaria del Senado, el 30 de noviembre de 2021. Andrew Harnik / AP

Las compras fueron parte una estrategia para estabilizar el sistema financiero cuando se temía que los parones mundiales por la pandemia del COVID-19 pudieran desencadenar un colapso económico. Con este nuevo ritmo, el programa concluirá en marzo y no en junio.

"Apenas después de un mes de haber iniciado la reducción, han duplicado el ritmo de retiros en un esfuerzo por terminar en marzo para poder subir antes los tipos de interés", dijo Greg McBride, analista financiero jefe de Bankrate.

Y agregó: "La variante ómicron es un comodín tanto para la política de la Reserva como para la economía en general. Hasta que no haya una mayor claridad sobre la transmisibilidad y las posibles consecuencias económicas, la Reserva ha dejado un margen para dar marcha atrás en caso de que sea necesario".

La variante ómicron y la inflación han dejado a Wall Street en vilo en los últimos días, y los inversores se han mostrado ansiosos por saber cómo la Reserva Federal expondrá su plan para sortear estas dos amenazas económicas. 

Los datos publicados la semana pasada revelaron que la inflación al consumidor alcanzó un máximo de cuatro décadas, y el Departamento de Trabajo informó este martes que los precios al por mayor aumentaron a un ritmo récord del 9,6% con respecto a hace un año.

"Creo que el impacto en la población en general es el verdadero desafío de la Reserva", dijo Stephen Lee, director de Logan Capital Management. 

En comentarios recientes, Jerome Powell, presidente de la Reserva que fue nombrado de nuevo el mes pasado para dirigirla por otros cuatro años, se ha retractado de describir los aumentos de precios como "transitorios".

Existe una expectativa generalizada de que aprovechará su conferencia de prensa de este miércoles por la tarde para anunciar que la Reserva pondrá fin a su programa de compra de bonos de la era de la pandemia más rápidamente de lo que había planeado inicialmente.

"Espero un tono sustancialmente más agresivo de cara al miércoles", dijo David Wagner, gestor de carteras y analista de Aptus Capital Advisors. "La inflación es real ahora mismo". 

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Si bien la Reserva adelantó inicialmente un plazo de seis meses para la reducción, la aceleración de la misma apunta probablemente a subidas de tipos más tempranas; acción sobre la que las expectativas del mercado han cambiado considerablemente en los últimos meses.

En marzo, se esperaba que la Reserva no subiera su tipo de interés de referencia desde su actual nivel cercano a cero hasta 2024. Ahora, esas mismas proyecciones prevén hasta tres subidas de un cuarto de punto solo en 2022, lo que implica una tipo de fondos de la Reserva de entre el 0,75% y el 1%. 

"Creo que los mercados están prediciendo que las manos de la Reserva se verán forzadas a subir los tipos antes y más rápido de lo previsto", dijo Dan North, economista senior de Euler Hermes North America. 

"Se trata de una reacción de la Reserva Federal al ver cómo se agrava esta disyuntiva entre crecimiento e inflación. Se ven obligados a tomar decisiones difíciles", dijo James McCann, economista jefe adjunto de Abrdn, debido a las singulares distorsiones que la pandemia ha impuesto a la economía. 

Los responsables de la política económica han contrarrestado anteriores choques macroeconómicos aumentando la oferta monetaria y adoptando posturas más acomodaticias, pero esta vez no se puede recurrir a ese manual.

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La Reserva Federal no puede hacer nada frente a los cierres de fábricas en Asia o a los buques portacontenedores que hacen cola frente a la costa de California, dijo Ross Mayfield, analista de estrategias de inversión de Baird.  

"Muchas de las presiones inflacionistas están en el lado de la oferta de la ecuación con respecto a que la Reserva no puede hacer mucho", agregó.

La disfunción en Washington D.C. tampoco ayuda. "Hay incertidumbre política, además de la incertidumbre por el COVID-19. Esto hace que el trabajo de la Reserva Federal sea un poco más difícil", dijo Lee, señalando las continuas disputas en Washington.

Diferentes estudios han arrojado diversas conclusiones, y los analistas también están divididos en cuanto al impacto probable, sobre todo teniendo en cuenta la incertidumbre sobre el alcance y la duración de los problemas de la cadena de suministro de cara al nuevo año. 

Ethan Harris, jefe de investigación de economía global de Bank of America, advirtió en un nuevo informe que el aumento de la demanda en una economía que ya se enfrenta a una escasa oferta de materiales y mano de obra podría hacer subir aún más los precios.

"En nuestra opinión, los aumentos de inversión propuestos estimularían la demanda más que la oferta a corto plazo, creando riesgos inflacionistas", escribió, aunque señaló que el impacto final podría variar en función de lo que incluya la legislación final. 

Sin embargo, Harris también calificó la ley Build Back Better de "bastante progresiva a corto plazo". Agregó que las familias con menores ingresos se beneficiarían de múltiples créditos fiscales nuevos, lo que permitiría alcanzar un objetivo clave de la plataforma presentada por el equipo económico de Biden.