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La inflación baja una décima en diciembre hasta el 6.5% y alimenta la esperanza de que la economía pueda evitar una recesión

El índice de precios de bienes y servicios se relaja por sexto mes consecutivo y abre la puerta a la Reserva Federal para frenar la subida de tasas de interés.
/ Source: The Associated Press

Los precios de bienes y servicios cayeron un décima en diciembre, relajando la inflación interanual hasta el 6.5%, según informó este jueves el Departamento de Trabajo, lo que constituye un alivio para la economía de hogares y negocios, abre la puerta a que la Reserva Federal desacelere la subida de tasas de interés, y alimenta la esperanza de que Estados Unidos pueda evitar una recesión.

La inflación lleva seis meses ya cayendo, desde el 9.1% alcanzado en junio, el récord en cuatro décadas; en noviembre estaba en el 7.1%.

Una señal aún más positiva es el indicador de precios subyacentes (excluyendo los costes volátiles de energía y alimentos), que cayó hasta el 5.7% con respecto al año anterior. La Reserva Federal (Fed) sigue de cerca los precios subyacentes para fijar sus tasas de interés, ya que lo considera un indicador más preciso de la inflación futura, y podría relajar sus subidas de tasas a medio punto porcentual en febrero, tras varias subidas de medio punto en los meses anteriores.

Los datos muestran que la inflación está comenzando a moderarse significativamente, ayudada por varios factores como los precios más bajos en las gasolineras, los descuentos en tiendas de ropa en la temporada navideña y tarifas aéreas más baratas.

Según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, en inglés), el precio medio nacional del galón de gasolina bajó de 5 dólares en junio a 3,27 dólares este miércoles.

Otro factor es que los problemas de la cadena de suministro, que antes inflaban el costo de los productos, se han resuelto en gran medida. Los consumidores también han desplazado gran parte de su gasto de los bienes a los servicios, como viajes y ocio. Como resultado, el precio de los bienes, incluidos los coches usados, los muebles y la ropa, ha bajado durante dos meses consecutivos.

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Sin embargo, la pregunta para los especialistas es qué tan rápido y qué tan completamente se volverá a la normalidad después de un año y medio de aumentos de la inflación inusualmente altos.

El informe de empleo de la semana pasada también reforzó la posibilidad de evitar la recesión. Incluso después de las siete subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal del año pasado y con una inflación todavía elevada, los empresarios crearon 223,000 puestos de trabajo en diciembre, y la tasa de desempleo cayó al 3.5%, igualando el nivel más bajo de los últimos 53 años.

Al mismo tiempo, el crecimiento del salario medio por hora se ralentizó, lo que debería reducir la presión sobre las empresas para que suban los precios a fin de cubrir sus mayores costos laborales.

Otra señal positiva para los esfuerzos de la Reserva Federal por sofocar la inflación es que los ciudadanos esperan en general que el aumento de los precios disminuya en los próximos años. Esto es importante porque las llamadas “expectativas de inflación” pueden autocumplirse: si la gente espera que los precios sigan subiendo bruscamente, normalmente tomará medidas, como exigir salarios más altos, que pueden perpetuar la alta inflación.

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La Reserva Federal de Nueva York dijo el lunes que los consumidores prevén ahora una inflación del 5% para el año. Se trata de la expectativa más baja en casi 18 meses. En los próximos cinco años, los consumidores esperan una inflación media del 2.4%, apenas por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal.

Aun así, en sus declaraciones de las últimas semanas, los responsables de la Reserva Federal han subrayado su intención de subir sus tasas de interés de referencia a corto plazo tres cuartos de punto más en los próximos meses, hasta situarlo justo por encima del 5%. Estas subidas se sumarían a las siete del año pasado, que casi duplicaron las tasas hipotecarias y encarecieron los préstamos para automóviles y empresas.

La semana pasada James Bullard, presidente de la Reserva Federal de St. Louis, expresó cierto optimismo de que este año “la inflación real probablemente seguirá a las expectativas de inflación a un nivel más bajo”, sugiriendo que 2023 podría ser un “año de desinflación”.