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La Reserva Federal sube medio punto las tasas de interés y frena así ligeramente su lucha a la inflación al enfriarse la economía

Tras cuatro subidas consecutivas de 0.75 puntos porcentuales, la Fed baja el ritmo ante los signos de que los precios se están relajando y el riesgo de provocar una recesión.

La Reserva Federal (abreviada Fed) anunció este miércoles una subida de medio punto porcentual de las tasas de interés, frenando así su agresiva estrategia contra la inflación (con cuatro alzas consecutivas de 0.75 puntos porcentuales) tras el relajamiento de los precios conocido este martes, que parece indicar un enfriamiento de la economía fruto de sus esfuerzos regulatorios.

La Fed anticipó además que nuevas subidas de tasas, que se situarán ahora en una horquilla entre el 4.25 % y el 4.5 %, "serán apropiadas" en un futuro para seguir ayudando a contener los precios y devolver la tasa de inflación a su objetivo del 2 %.

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El Departamento de Trabajo informó el martes de que la inflación anual se situó en el 7.1% en noviembre, la menor subida en el último año. Aunque sigue siendo alta en comparación con el nivel del 2% en el que la Reserva Federal suele tratar de contener la inflación, la cifra más reciente indica que el galopante crecimiento de los precios de principios de año se está desvaneciendo.

El banco central subió las tasas por primera vez en marzo desde que comenzó la pandemia, con una modesta subida de un cuarto de punto porcentual. Pero en mayo optó por una subida más fuerte, de medio punto porcentual. Más tarde, entre junio y noviembre, anunció en cuatro veces consecutivas un aumento de 0.75.

Queda por conocer si la subida de tasas aprobada estos meses por la Reserva Federal habrá demostrado ser demasiado agresiva en su intento de frenar la economía y acabará provocando una recesión que provoque pérdidas de empleo superiores a las previstas.

La Fed recalcó que la creación de empleo sigue siendo robusta y la tasa de desempleo sigue estando baja, y ve un crecimiento modesto tanto del gasto como de la actividad.

También consideró que la inflación permanece elevada como reflejo de los desequilibrios aún relacionados con la pandemia y la cadena de suministro, así como por las subidas de los precios de los alimentos y la energía por las “presiones” procedentes de fuera del país.

“El comité estará preparado para ajustar su política monetaria para que sea acorde con los riesgos que puedan surgir y que puedan impedir los objetivos” de este organismo, continúa la nota.

El banco central ha intentado aumentar el coste de los préstamos y las inversiones para frenar el aumento de los precios.

Parece que está funcionando. Además del menor crecimiento de los precios, se multiplican los anuncios de despidos. Para ser claros, la Reserva Federal no busca crear condiciones que aceleren la necesidad de recortes de empleo. Pero las herramientas monetarias que utiliza para mantener la inflación bajo control pueden, en algunos casos, provocar una desaceleración económica que obligue a algunas empresas a reducir el tamaño de sus plantillas.

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Datos adicionales de esta semana de la Reserva Federal de Nueva York mostraron que los consumidores estadounidenses ven ahora la inflación a un año vista en el 5.2%, 0.7 puntos porcentuales menos que el mes anterior y la expectativa a un año vista más baja desde agosto de 2021.

De hecho, muchos inversores están desplazando sus preocupaciones de la inflación generalizada al rápido debilitamiento del crecimiento, informó el lunes The Wall Street Journal. En particular, ha aumentado la demanda de bonos, lo que refleja el creciente interés por rendimientos más estables que suelen estar correlacionados con un crecimiento económico más lento.

Fuera la inflación, dentro la recesión

Los principales indicadores bursátiles, por su parte, siguen bajando debido a la preocupación por el deterioro de los beneficios empresariales.

“Lo que hemos visto en el último mes es debilidad en la energía, debilidad en el sector financiero, debilidad en el mercado de valores y, a continuación, tasas [del Tesoro] que no van a ninguna parte”, dijo Michael Antonelli, director gerente del grupo de servicios financieros Baird. “Es la receta para un mercado más preocupado por la desaceleración económica que por la inflación. Si siguiera preocupado por la inflación, las tasas de interés, la energía y los bancos estarían al alza. Así que todos los signos reveladores de la inflación se han invertido”, apuntó.

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Aunque los indicios apuntan a una moderación del crecimiento de los precios, la Reserva Federal debe convencer tanto a los consumidores como a los inversores de su intención de mantener el rumbo para controlar la inflación, afirma Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon, una unidad de Ernst and Young LLP. Eso significa que seguirá señalando, por ahora, que no prevé recortes de tasas en un futuro próximo.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, habla durante una conferencia de prensa tras una reunión del Comité Federal de Mercado Abierto, en el edificio de la Junta de la Reserva Federal en Washington D.C., el 2 de noviembre de 2022.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en el edificio de la Junta de la Reserva Federal en Washington D.C., el 2 de noviembre de 2022.Mandel Ngan / AFP via Getty Images

“Lo último que quiere la Fed es que se invierta el endurecimiento de las condiciones financieras que ahora está en juego”, señaló.

Aun así, los analistas coinciden en que la Reserva Federal no tiene por qué ser tan agresiva como se ha visto obligada a ser durante gran parte del año.

“El mensaje de la Reserva Federal probablemente haya superado su punto álgido”, señalaron los economistas de Bank of America en una nota el martes.

Pero es cada vez más probable que la Reserva Federal no sólo planee detener las subidas de las tasas de interés en los próximos meses, sino que también deba empezar a planificar formas de revitalizar una economía que flaquea.

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En una nota a los clientes el martes, James Knightley, el economista jefe internacional de ING, dijo que las “fuerzas recesivas” que se avecinan — como el alivio de los desafíos de la cadena de suministro, mayores costos de endeudamiento, la desaceleración de la demanda en el extranjero y la disminución de los precios mundiales de la energía — significará que la Fed podría comenzar a recortar las tasas en el segundo semestre de 2023.

Mark Hamrick, analista económico senior de Bankrate, dijo en una nota el martes que, si bien una recesión en 2023 no es algo seguro, ahora hay un amplio acuerdo en que los riesgos de una permanecen y que la compensación ya se ha hecho.

“Para aliviar a las personas, los hogares y las empresas de una inflación históricamente alta, la Reserva Federal ha estado dispuesta a aceptar el riesgo de una recesión si logra el mandato de precios estables”, explicó Hamrick.

“Elegir entre el menor de dos males, no es distinto de cuando los bomberos cambian algunos daños del agua por daños del fuego”, agregó.

Con información de NBC News.