La economía estadounidense sumó 517,000 empleos en enero, según informó este viernes el Departamento de Trabajo, muchos más de los 187,000 pronosticados por expertos y pese a la agresiva subida de tasas de interés de la Reserva Federal contra la inflación.
La tasa de desempleo descendió hasta el 3.4%, frente al 3.6% pronosticado, lo que representa un nuevo mínimo en medio siglo.
El sector del ocio y la hostelería añadió 128,000 empleos, situándose a la cabeza de todos los sectores. Otros sectores importantes fueron los servicios profesionales y empresariales (82,000), la administración pública (74,000) y la sanidad (58,000).
Los salarios también registraron sólidas ganancias en el mes. Los ingresos medios por hora aumentaron un 0.3%, en línea con las estimaciones, y un 4.4% con respecto a hace un año, 0.1 puntos porcentuales por encima de las expectativas.
El informe del Departamento de trabajo se suma a la imagen de un mercado laboral resistente, con bajo desempleo, relativamente pocos despidos y muchas ofertas de trabajo sin cubrir, incluso cuando los economistas prevén en próximos meses una recesión.
Aunque es bueno para los trabajadores, la constante demanda de mano de obra por parte de los empresarios también ha contribuido a acelerar el crecimiento de los salarios y a elevar la inflación.
El crecimiento del empleo en enero, que superó con creces el aumento de 269,000 puestos de trabajo registrado en diciembre, podría suscitar dudas sobre si las presiones inflacionistas seguirán disminuyendo en los próximos meses. La Reserva Federal ha subido sus tasas de interés oficial ocho veces desde marzo para contener la inflación, la peor de los últimos 40 años, que se está frenando ya.
Las empresas siguen buscando más trabajadores y se aferran con fuerza a los que tienen. Dejando a un lado algunos despidos sonados en grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Google, Amazon y otras, la mayoría de los trabajadores disfrutan de un inusual nivel de seguridad laboral, incluso en un momento en que muchos economistas prevén que se acerca una recesión.
Durante todo 2022, la economía había creado una media de 375,000 puestos de trabajo al mes. Un ritmo lo suficientemente vigoroso como para haber contribuido a la dolorosa inflación que han sufrido los ciudadanos. Un mercado laboral tenso tiende a presionar al alza los salarios que, a su vez, alimentan la inflación.
La Reserva Federal, para enfriar el mercado laboral y la economía -y, en consecuencia, la inflación-, ha subido constantemente los tipos de interés, la última vez el miércoles. La inflación interanual ha disminuido constantemente desde que alcanzó un máximo del 9.1% en junio. Pero, con un 6.5% en diciembre, la inflación sigue muy por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal, razón por la cual sus responsables han reiterado su intención de seguir subiendo los tipos de interés al menos durante unos meses más.