El número de estadounidenses que han perdido su empleo y han solicitado beneficios por desempleo sigue estando por sobre los 800,000 semanales, sin mostrar una baja considerable por sexta semana consecutiva.
Según las cifras entregadas por el Departamento del Trabajo, 840,000 personas llenaron los formularios estatales para solicitar ayudas en la semana que terminó el 3 de octubre.
La última baja considerable en el desempleo semanal ocurrió a mediados de agosto, cuando la cantidad de personas sin trabajo bajó de 1 millón a 880,000. Desde entonces, durante todo septiembre el desempleo se mantuvo estable en esa cantidad, y comenzando octubre la situación sigue siendo la misma.
La cifra es cuatro veces mayor a la que se registraba en los meses previos a la pandemia del coronavirus y revela que los efectos económicos generados por la crisis de salud están aún presentes.
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Estos números se conocen dos días después de que el presidente Donald Trump decidiera cortar las conversaciones sobre un nuevo paquete de ayuda. Si no se promulga otra ronda de ayuda gubernamental, los economistas creen que se reducirían los ingresos y el gasto de los hogares, y que aumentaría el riesgo de una recesión doble.
El informe de este jueves sostiene que la cantidad de personas que continúan recibiendo beneficios por desempleo se redujo en un 1 millón, lo que sugiere que muchos de los desempleados están siendo llamados a sus antiguos trabajos.
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Sin embargo, aún hay 11 millones de estadounidenses que no han podido recuperar su empleo, y que ya han agotado las 26 semanas de sus beneficios estatales regulares y han hecho la transición a programas de beneficios extendidos que duran tres meses adicionales.