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La agencia Fitch degrada la calificación crediticia de EE.UU. tras la crisis en el Congreso por el techo de la deuda

La decisión de la agencia es “arbitraria y basada en datos obsoletos”, se quejó Janet Yellen, secretaria del Tesoro. Fitch es una de las tres principales agencias de calificación crediticia, junto con S&P Moody’s, que evalúan la capacidad de una empresa o país para pagar sus deudas.

Por Brian Cheung - NBC News

La agencia Fitch rebajó la calificación crediticia del Gobierno de Estados Unidos, de AAA a AA+, dos meses después de que se resolviera en el Congreso la crisis política sobre elevar el techo de la deuda.

"En opinión de Fitch, se ha producido un deterioro constante de los estándares de gobernanza en los últimos 20 años, incluso en materia fiscal y de deuda", dijo la agencia de calificación el martes.

Según Fitch, Estados Unidos parece sufrir una "erosión de la gobernanza", y señaló como ejemplo las maniobras de Washington en torno al techo de la deuda.

Con una calificación de AA+, Estados Unidos sigue figurando entre las calificaciones más altas posibles, ya que, según Fitch, el país todavía se beneficia de una "economía grande, avanzada, bien diversificada y de altos ingresos".

Fachada del Departamento del Tesoro, en Washington, DC.
Fachada del Departamento del Tesoro, en Washington, DC. Associated Press

"Estoy en total desacuerdo con la decisión de Fitch Ratings", declaró el martes en un comunicado la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, que calificó el cambio de "arbitrario y basado en datos obsoletos".

Fitch es una de las tres principales agencias de calificación crediticia, junto con S&P Moody's, que evalúan la capacidad de una empresa o país para pagar sus deudas. Las agencias utilizan escalas para "calificar" el riesgo de un deudor de realizar pagos completos y puntuales, ayudando a los inversores a comprender el historial crediticio y las perspectivas asociadas a cualquier bono que decidan comprar.

La decisión se produjo luego de que Fitch situara la calificación AAA del país en vigilancia negativa el 24 de mayo, al alegar tensiones políticas en torno al techo de la deuda.

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La primera y única vez que Estados Unidos se ha enfrentado a una caída de su calificación crediticia fue en 2011, cuando S&P rebajó su calificación de AAA, que significa "sobresaliente", a AA+, o “excelente”.

Ese bajón, que tuvo lugar días después de que el Congreso resolviera un punto muerto anterior sobre el techo de la deuda, coincidió con una caída del mercado bursátil y un repunte de los tipos de interés de los productos de consumo, como los préstamos para automóviles y las hipotecas.

El 3 de junio, el presidente, Joe Biden, firmó un proyecto de ley bipartidista para elevar el techo de la deuda federal, un límite legal sobre la cantidad de deuda que el Gobierno está autorizado a emitir para pagar las facturas que ya ha acumulado mediante leyes de gasto.

La medida evitó un impago que, según advirtieron en ese momento los economistas, habría tenido consecuencias devastadoras para la economía estadounidense y mundial.

Aunque fue posible evitar una crisis más profunda, la rebaja de Fitch subraya la preocupación entre analistas y tenedores de bonos del Tesoro de Estados Unidos –considerados en general como inversiones extraordinariamente seguras– de que las disputas partidistas sobre el techo de la deuda exponen al país a un mayor riesgo de impago de su deuda de más de 31 billones de dólares en el futuro.

"Los repetidos enfrentamientos por el techo de la deuda y los acuerdos de último minuto han erosionado la confianza en la administración fiscal", dijo Fitch.

La rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de S&P en 2011 tuvo lugar el 5 de agosto, tres días después de que el entonces presidente Barack Obama firmara un proyecto de ley para evitar el impago del Gobierno.

Sin embargo, la agencia señaló en aquel momento que las "maniobras políticas" ya habían comprometido la eficacia y previsibilidad de la política federal, lo que creaba dudas a largo plazo sobre la capacidad del país para gestionar su deuda.

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La reducción de categoría de hace más de una década, que nunca ha sido revertida, provocó que los mercados se desplomaran: el S&P 500 perdió 17% entre el 22 de julio y el 8 de agosto. La decisión demás elevó los costos de endeudamiento público del Gobierno en un 1.3 mil millones de dólares.

Aunque el techo de la deuda es un mecanismo para poner un límite al endeudamiento público, no fija un límite al gasto. El proceso del presupuesto federal, separado de el del techo de la deuda, determina cuánto dinero el Gobierno puede gastar en cada área.

Hasta hace relativamente poco, elevar o suspender el límite de deuda era un asunto rutinario. El Departamento del Tesoro ha señalado que, desde 1960, el Congreso ha actuado 78 veces distintas para resolver el límite de deuda: 49 veces bajo presidentes republicanos y 29 veces bajo demócratas.