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Inflación galopante: 5 cosas que cuestan más dinero este invierno

Estados Unidos vive la inflación más severa de los últimos 40 años y las personas están pagando más que nunca por productos y servicios. La mala noticia es que los precios no se estabilizan de la noche a la mañana.

Por Nigel Chiwaya - NBC News

Con la inflación en su nivel más alto en 40 años, los estadounidenses están pagando más por productos y servicios. El aumento se aprecia desde los alimentos hasta la gasolina, y la presión se está sintiendo prácticamente en todos los aspectos de la economía.

Estas son cinco áreas en las que los precios se han disparado especialmente en los últimos meses y lo que los expertos predicen que depara el futuro.

La gasolina

Después de caer a principios de 2020 al comienzo de la pandemia, los precios de la gasolina volvieron a subir en 2021 y principios de 2022. Según la plataforma GasBuddy, el precio promedio de un galón de gasolina se duplicó hasta alcanzar los 3.48 dólares el galón, entre abril de 2020 y el 12 de febrero.

Patrick De Haan, jefe de análisis sobre el petróleo en Estados Unidos de GasBuddy, dijo que los precios más altos son un síntoma de los problemas de la cadena de suministro.

Muchas compañías petroleras redujeron la producción en 2020 cuando los precios del petróleo se desplomaron, luego de que varios países implementaran las cuarentenas y muchas personas dejaran de manejar al trabajo en todo el mundo.

[El combustible se dispara a precios récord en California. Llenar el tanque es cada vez más caro en EE.UU.]

“Casi todos los productores se replegaron notablemente”, dijo De Haan. “La OPEP recortó la producción en un tercio. Estados Unidos redujo la producción en un tercio. Nadie realmente lo pensó dos veces hasta que las vacunas dieron la oportunidad de reabrir la economía”.

De Haan dijo que esas reaperturas, tanto en Estados Unidos como en todo el mundo, han causado un nudo en la cadena de suministro: más personas buscan combustible mientras las compañías petroleras producen menos.

Este desequilibrio en la oferta y la demanda podría durar. De Haan dijo que pasarían entre seis y 18 meses antes de que los precios se estabilicen. Y el mercado podría verse sumido en un mayor caos si Rusia reacciona a cualquier posible sanción económica reduciendo la producción de petróleo o si aparece otra variante del COVID-19.

“Todos es parte de un mismo sistema”, dijo De Haan. “(El combustible) es una mercancía mundial. Lo que sucede en cualquier país puede tener un efecto”.

Los autos de uso

Si bien el mercado de autos usados ​​solía ser el lugar para encontrar vehículos con descuentos, esa no es la realidad actual. Según la plataforma CarGurus, el precio de un automóvil usado ha aumentado casi un 50% desde junio de 2020.

Kevin Roberts, director de información y análisis de la industria en CarGurus, dijo que la industria automotriz enfrenta un problema similar al de la industria del combustible: una mayor demanda al mismo tiempo que la producción se está rezagando.

Los fabricantes de automóviles cerraron fábricas y redujeron la producción de automóviles nuevos durante la pandemia, y la cantidad de vehículos nuevos en los lotes de los concesionarios cayó de 4 millones en abril de 2019, a menos de 1 millón en septiembre.

Menos viajeros han tomado el transporte público desde el inicio de la pandemia, y Roberts dijo que la gente comenzó a buscar automóviles a medida que se reabrieron las ciudades y las economías. Y con pocos autos nuevos disponibles, los compradores comenzaron a moverse al mercado de autos usados.

“La demanda se mantuvo alta, la oferta permaneció baja, por lo que los precios subieron”, dijo Roberts.

Y no son solo las personas las que compiten por los vehículos usados. Roberts dijo que las empresas de alquiler de autos también han comenzado a comprar autos usados.

Los fabricantes de automóviles también están luchando contra la escasez de chips de computadora utilizados en vehículos de alta tecnología, lo que les impide producir tantos automóviles.

Si bien es posible que la producción no alcance los niveles previos a la pandemia hasta la segunda mitad de 2022, eso no significa que los precios caerán de inmediato, dijo Roberts.

“El hecho de que la producción haya aumentado no significa que volveremos a la normalidad”, dijo, y agregó que incluso la producción normal no compensará los vehículos que no se fabricaron durante la pandemia. “Todavía estaremos por debajo de donde podríamos estar en las ventas de vehículos nuevos”.

La electricidad

Las facturas de electricidad se han disparado este invierno. Clientes de Nueva York y Nueva Jersey han visto sus facturas elevarse a niveles récord. Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, el precio de la electricidad aumentó un 10% entre abril de 2020 y enero.

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Los expertos han atribuido gran parte del aumento a la subida del precio del gas natural. Según la Administración de Información Energética, Estados Unidos obtiene alrededor del 40% de su energía eléctrica del gas natural. Y la industria se enfrenta a las mismas limitaciones de oferta y demanda que las industrias de la gasolina y los autos.

Las compañías de electricidad han traspasado los aumentos a los consumidores, y las facturas subieron tanto que la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, pidió a la compañía de servicios públicos Con Edison que revisara sus prácticas de facturación.

La comida

Es probable que haya notado que los alimentos cuestan más últimamente. Según el rastreador de precios de comestibles de NBC News, el precio promedio del tocino aumentó un 35% desde febrero de 2020. El precio de la carne molida aumentó un 19% y el precio de una docena de huevos aumentó un 23%.

Los minoristas culpan a los desafíos de la cadena de suministro, incluida la escasez de mano de obra y transporte, una mayor demanda y mayores costos del combustible. Pero funcionarios del Congreso y de la Casa Blanca han acusado a los productores de aumentar los precios más de lo necesario.

“Su empresa, y las otras grandes tiendas de comestibles que cosecharon los beneficios de un turbulento 2020, parecen estar transfiriendo los costos a los consumidores para preservar sus ganancias por la pandemia, e incluso aprovechando la inflación para agregar mayores costos”, dijo la senadora Elizabeth Warren en una carta a los directores de Kroger, Albertsons y Publix en diciembre.

La renta

Los inquilinos también han sentido el golpe de la inflación. Según datos de la plataforma Zillow, los precios de alquiler en Estados Unidos han aumentado un 18% desde enero de 2020.

El economista sénior de Zillow, Jeff Tucker, dijo que la pandemia "creó una tormenta perfecta a partir de la primavera de 2021”. Y esa tormenta continúa hasta el día de hoy.

Si bien la caída en el suministro de gasolina y automóviles se remonta al comienzo de la pandemia, Tucker dijo que la vivienda en Estados Unidos ha estado en alta demanda durante décadas.

“La industria de la construcción cayó en picada después de 2006”, dijo Tucker. “Tomó mucho tiempo volver a las tasas normales. Y no hemos compensado el déficit. Eso significa que al tener esta gran ola de personas, no hay suficientes apartamentos”.