Por Jessica Dickler - CNBC
A veces una balsa salvavidas puede parecerse mucho a una tarjeta de crédito.
En una economía que ha registrado la mayor tasa de inflación desde principios de los años 80, los estadounidenses tienen dificultades para hacer frente a los gastos cotidianos y dependen cada vez más de las tarjetas de crédito para mantenerse a flote.
En medio de un dramático aumento del costo de la vida, los saldos de las tarjetas de crédito aumentaron un 13% en el segundo trimestre de 2022, registrando el mayor incremento interanual en más de 20 años, según un informe del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
La deuda total de las tarjetas de crédito vuelve a ser de 890,000 millones de dólares, justo por debajo del récord de 2019.
“Muchos tienen que recurrir a las tarjetas de crédito para pagar las necesidades básicas, sobre todo con la inflación que hace subir tanto los precios”, aseguró Allen Amadin, presidente y director general de American Consumer Credit Counseling.
El número de personas con tarjetas de crédito y préstamos personales también alcanzó máximos históricos en el segundo trimestre, según el último informe de TransUnion sobre el sector del crédito.
Las tasas de interés de las tarjetas de crédito se acercan a máximos históricos
Mientras tanto, la Reserva Federal está tomando medidas agresivas para controlar la inflación, incluyendo la subida de las tasas de interés, lo que aumenta el costo de los préstamos para frenar el gasto, pero eso significa que mantener un saldo mes a mes pronto costará aún más de lo que cuesta ahora.
Como la mayoría de las tarjetas de crédito tienen un tipo variable, existe una conexión directa con el índice de referencia de la Reserva Federal. Cuando el tipo de interés de los fondos federales sube, también lo hacen las tasas de interés preferente, y así mismo las tarjetas de crédito siguen su ejemplo. Los titulares de las tarjetas suelen notar el impacto en uno o dos ciclos de facturación.
La tasa media de las tarjetas de crédito está actualmente por encima del 17%, significativamente más alta que la de casi todos los demás préstamos al consumo, y pueden llegar al 19% a finales de año, lo que supondría un máximo histórico.
Reducir los saldos es "crucial para la salud financiera"
“Reducir la deuda de las tarjetas de crédito es siempre crucial para la salud financiera”, aseguró Amadin. “Sin embargo, ahora más que nunca es fundamental que los estadounidenses sobrevivan a los gastos cotidianos y puedan seguir reservando dinero para el ahorro".
Aquí están sus tres mejores consejos para pagar la deuda de la tarjeta de crédito, de una vez por todas:
- Haga un presupuesto: Para empezar, el uso de una hoja de cálculo o de una herramienta en línea puede ayudarle a ver en qué gasta el dinero y cómo dispersar mejor esos fondos. Eso también le ayudará a identificar los gastos regulares que podrían estar desviando el dinero de sus objetivos a largo plazo.
- Recorte los gastos: Cuando intente reducir la deuda, asegúrese de eliminar temporalmente todos los gastos innecesarios, como las suscripciones de streaming, las salidas a cenar o las compras impulsivas. Recortar esos gastos te ayudará a ceñirte al presupuesto, a dejar de aumentar tu saldo rotativo y a pagar más deuda.
- Pague más que el saldo mínimo: Pagar las tarjetas de crédito a tiempo le permitirá evitar los recargos y las penalizaciones por demora. Pero no se limite a pagar el mínimo exigido: eso no servirá de mucho para evitar los elevados intereses del saldo. Pagar sólo más del mínimo reducirá la cantidad de intereses que tiene que pagar cada mes y le ayudará a alcanzar tu objetivo.
En conclusión, lo más importante es organizar sus finanzas y conocer bien hasta dónde puede gastar mientras estabiliza su economía.