Por Kevin Collier - NBC News
Con los precios de la gasolina en máximos históricos en Estados Unidos en los últimos meses, algunas personas han recurrido a hackear el surtidor.
Desde que los precios se dispararon en marzo, la policía ha detenido al menos a 22 personas en todo el país por manipular digitalmente los ordenadores que gestionan los surtidores de gasolina o por instalar dispositivos caseros para descontar el combustible, según un análisis de la policía y de las noticias locales realizado por nuestra cadena hermana, NBC News.
Las tácticas más comunes no son tecnológicamente sofisticadas. Los piratas informáticos del combustible se aprovechan del hecho de que los equipos de los surtidores de gasolina en Estados Unidos están muy estandarizados y dependen en gran medida de un puñado de fabricantes que a menudo no incluyen fuertes protecciones de seguridad. Además, algunas de las herramientas de pirateo se pueden adquirir fácilmente en internet.
Aunque no existe una métrica oficial para medir esta tendencia, uno de cada cuatro propietarios de gasolineras afirma que los robos de combustible han aumentado desde marzo, según Jeff Lenard, vicepresidente de la Asociación de Tiendas de Conveniencia.
El robo de gasolina ha existido casi desde que hay gasolineras. Pero sólo después del huracán Katrina, en el que un drástico aumento de los precios provocó más robos, la mayoría de las gasolineras estadounidenses empezaron a exigir a los clientes que pagaran el combustible por adelantado.
Eso hizo que los ladrones aprendieran a manipular los surtidores y los sistemas de pago. Y esa práctica se ha vuelto más común a medida que los precios de la gasolina han subido.
“No hay nada como los precios de la gasolina para hacer que la gente piense en su presupuesto. Hace que la gente se pregunte: ‘¿Dónde ahorramos dinero? ¿De dónde sacamos dinero?”, señaló Lenard.
Len Denton, veterano de la industria del combustible y fundador de Guardian Payment Solutions Corp., una empresa que fabrica productos de seguridad para estaciones de servicio, dijo que los propietarios de gasolineras y los agentes de la ley le han informado de una avalancha de denuncias de robos por parte de los propietarios de estaciones y de la policía desde marzo.
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La mayoría de las gasolineras estadounidenses utilizan surtidores de uno de los dos fabricantes: Wayne Fueling Systems o Gilbarco Veeder-Root. Además de los ladrones que llegan en horas bajas y roban la gasolina a granel de los tanques de almacenamiento subterráneos, los piratas roban principalmente utilizando uno de los dos métodos, uno para cada una de las dos empresas, según Denton.
Ninguna de las dos empresas respondió a una solicitud de comentarios.
El primero aprovecha el hecho de que muchos surtidores de Wayne tienen una opción de control remoto que permite a los propietarios de las estaciones y a los inspectores de combustible acceder fácilmente a ellos. Sin embargo, esos mandos a distancia no están regulados, y NBC News encontró muchos de ellos a la venta en línea en lugares como eBay. Ebay no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Aunque los surtidores de gas de Wayne requieren que los usuarios remotos introduzcan un código clave para acceder a sus controles, muchos propietarios de estaciones nunca lo cambian de la configuración por defecto.
John Clark, agente de policía de la División Norte del Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg, en Carolina del Norte, contó que un sospechoso al que detuvo en marzo utilizó un mando a distancia para acceder a un surtidor de Wayne en una gasolinera de Charlotte y luego vendió la gasolina.
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El sospechoso, que aún está pendiente de juicio, puso el surtidor en una configuración diseñada para que los técnicos prueben la gasolina, lo que les permite dispensar combustible sin pagar.
“Puede bombear todo lo que quiera. La solución fácil para evitar que esto ocurra es cambiar ese código cuando se instalan los surtidores, pero por la razón que sea, ya sea apatía o desconocimiento, algunos de estos propietarios no lo hacen”, afirmó.
“Es ilegal, obviamente, pero es un buen negocio para ellos. Está ganando dinero vendiendo gasolina a coste cero para él”, afirmó Clark.
El segundo método, utilizado a menudo contra los surtidores Gilbarco, engaña a un surtidor para que dispense mucha más gasolina de la que rastrea. Los surtidores de gasolina se basan en un dispositivo llamado pulsador para medir la cantidad de gasolina que sale del surtidor, lo que le indica cuánto debe cobrar al cliente.
Los ladrones utilizan dispositivos caseros, que pueden fabricarse con un puñado de piezas de ferretería, para ralentizar el pulsador de modo que sólo registre una fracción del gas que dispensa.
Un ladrón sigue necesitando abrir el panel de un surtidor de gasolina para instalar un manipulador de pulsadores, pero muchos armarios Gilbarco utilizan una llave estandarizada. NBC News descubrió que esas llaves también están a la venta en internet.
Aunque los ladrones de gasolina suelen vender a personas normales con descuento, suelen robar más en tiendas de propiedad independiente. Estas tiendas suelen tener sólo un puñado de empleados trabajando a la vez, a diferencia de las grandes cadenas que pueden emplear personal de seguridad y mejores equipos de vigilancia.
“Los ladrones inteligentes son los que saben cómo evitar a los que tienen todos los recursos”, afirmó.
“Los grandes empresarios de la gasolin se están armando. Los pequeños, son mucho más vulnerables”, dijo Denton.