El plan de ayuda de 1.9 billones de dólares del presidente Joe Biden es visto por los demócratas como un golpe contra uno de los problemas económicos mas notables en Estados Unidos: la desigualdad que divide a los más ricos del resto, y que con la pandemia del coronavirus se ha agravado mucho más.
Aunque el paquete de estímulo ayudará a las familias de más bajos ingresos y que reducirá la pobreza infantil a casi la mitad, según los expertos, éste tiene un alcance limitado en la reducción de la desigualdad de ingresos y riqueza.
"Para reducir aún más la desigualdad, el Congreso tendría que aumentar los impuestos en el extremo superior, en particular, la tributación de la riqueza y las rentas del capital", dijo Gabriel Zucman, economista de la Universidad de California en Berkeley. "De lo contrario, existe un riesgo real de que la concentración de la riqueza, que se ha disparado en las últimas cuatro décadas, siga aumentando en el mundo post-COVID-19".
Según la base de datos de Desigualdad Mundial, mantenida por Zucman, entre 1979 y 2019, la proporción de ingresos antes de impuestos del 1% más rico pasó del 11% al 19%. Y la parte de la riqueza de ese grupo -incluidos los bienes inmuebles y las carteras de acciones- pasó de aproximadamente el 23% al 35% en el mismo periodo.
El paquete de ayuda incluye el envío de pagos directos de 1,400 dólares a aquellas personas con ingresos anuales de hasta 75,000 dólares. Las parejas casadas con ingresos conjuntos de hasta 150,000 recibirán 2,800 dólares, más otros 1,400 dólares por cada hijo. Además, amplía la ayuda semanal por desempleo de 300 dólares por seis meses más.
Sus medidas más audaces, entre las que se incluye un enorme recorte de impuestos para las familias de más bajos recursos, son sólo temporales. Para que sean duraderas, estas disposiciones tendrían que ampliarse, probablemente ante la fuerte resistencia de los republicanos. Y como respuesta de emergencia a una crisis sanitaria y económica, la legislación haría poco para abordar las enormes ganancias de ingresos y riqueza que ha acumulado el nivel más rico de los estadounidenses.
Por el momento, las familias necesitadas recibirán un nuevo e importante colchón financiero gracias a la ampliación de la desgravación fiscal por hijos, aunque sólo hasta que ésta expire a finales de este año.
Los padres y tutores serán beneficiarios de la ampliación del crédito fiscal que otorga el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) por cada hijo. Recibirán pagos directos de 3,600 al año (300 dólares al mes) por cada niño menor de 6 años; y 3,000 dólares anuales (250 dólares al mes) por cada menor de entre 6 y 17 años.
[¿Es beneficiosa la reforma migratoria de Biden para la economía de Estados Unidos?]
Los pagos mensuales del crédito fiscal se harán solo de julio a diciembre de este año. La otra mitad llegará a los hogares después de que las personas declaren sus impuestos, y se repartirá como parte de la devolución de impuestos.
La legislación hace que el crédito sea aún más generoso, ya que, por primera vez, se concede íntegramente a las familias, independientemente de lo que deban pagar de impuestos.
Según el Centro de Pobreza y Política Social de la Universidad de Columbia, el plan de estímulo reducirá la pobreza infantil en 45%, incluyendo un descenso del 52% para los niños negros y del 62% para los niños nativos americanos.

Y según el Centro de Política Tributaria no partidista, las disposiciones de la legislación que involucran el impuesto sobre la renta federal otorgarán un recorte de impuestos promedio de 2,960 dólares a la quinta parte más pobre de los estadounidenses, aumentando así sus ingresos después de impuestos en aproximadamente un 21%.
Para aquellos en el medio quinto, la legislación reduciría los impuestos en 3,720 dólares y aumentaría el salario neto en un 6%. Pero para el 0.1% con mayores ingresos, la medida reduciría los ingresos después de impuestos en un promedio de alrededor de 970 dólares.
[El plan de estímulo firmado por Biden puede generar un crecimiento en la economía, según expertos]
Por el contrario, el recorte de impuestos del presidente Donald Trump en 2017 valía un promedio de solo 60 dólares para aquellos que ganaban menos de 25,000 dólares anuales, pero 193,000 dólares en promedio para el 0.1% superior, según el miembro senior del Tax Policy Center Howard Gleckman.
Sin embargo, la desigualdad es tan profunda en Estados Unidos que ni siquiera los casi dos billones de dólares del paquete Biden la eliminarán. Desde que golpeó la pandemia, es probable que las brechas se hayan ampliado. Un repunte del mercado de valores y ganancias considerables en el valor de las viviendas han enriquecido a los hogares ricos, mientras que los trabajadores de bajos ingresos se han visto desproporcionadamente perjudicados por el desempleo.
Inequality.org, que está afiliado al Instituto de Estudios de Política de tendencia izquierdista, informa que la riqueza colectiva de los 657 multimillonarios más importantes del mundo se ha disparado en 1.3 billones de dólares en el último año.
Los conservadores argumentan que lo mejor para ayudar a los pobres es una economía fuerte y que el plan de Biden podría ser contraproducente. Argumentan que el paquete de 1.9 billones de dólares está demasiado inflado, que muchos de sus beneficios, como la ayuda para la recuperación de ciudades y estados, son innecesarios y derrochadores y que la magnitud del gasto sobrecalentará una economía que ya se está recuperando de la recesión.
Una economía excesivamente rápida con una inflación en aumento podría, a su vez, obligar a la Reserva Federal a subir las tasas de interés para combatir la inflación y hacer que la recuperación llegue a un final prematuro, demasiado pronto para beneficiar a la mayoría de los pobres. Después de todo, tras la Gran Recesión de 2007-2009, los salarios de los trabajadores de bajos ingresos no comenzaron a repuntar hasta 2015.
Sin embargo, partidarios, como Thea Lee, presidenta del Instituto de Política Económica liberal, creen que el paquete de rescate marcará una diferencia significativa para ayudar a las familias más vulnerables, a pesar de que muchas de sus disposiciones principales vienen con una fecha de vencimiento.
"Le daría una alta calificación por reducir la desigualdad de ingresos, reconociendo que no está destinado a ser un cambio estructural a largo plazo. Es un paquete de ayuda de una sola vez", afirmó.
Lee dijo que predice que los créditos infantiles ampliados serán "tan populares que se extenderán" y que los legisladores considerarán aumentar los impuestos a los más ricos una vez que necesiten encontrar dinero para pagar los otros planes de Biden, especialmente un gran programa de obras públicas.
Podrían comenzar proporcionando más dinero a un Servicio de Impuestos Internos (IRS, por su sigla en inglés) con fondos insuficientes para realizar más auditorías, aumentando los ingresos al apuntar a los estafadores fiscales en la parte superior de la escala de ingresos, según Lee.
El plan de Biden originalmente pedía aumentar gradualmente el salario mínimo federal de 7.25 dólares la hora a 15 para 2025, una medida que aumentaría los ingresos en la parte inferior y, por lo tanto, reduciría la brecha de ingresos.
[Cuatro grandes mentiras de Donald Trump que marcaron su presidencia]
El aumento del salario mínimo no sobrevivió a la deliberación en el Senado. Pero los demócratas esperan revivirlo.
“Para nosotros, fue justo y económicamente inteligente aumentar el salario mínimo”, dijo Lee, un exfuncionario de AFL-CIO. "Esperamos que este no sea el final de la conversación", agregó.