Por Zeke Miller y Josh Boak - The Associated Press
HIROSHIMA, Japón — El presidente, Joe Biden, señaló este domingo que los republicanos en la Cámara de Representantes deben abandonar sus "posiciones extremas" en las negociaciones sobre el aumento del techo de la deuda, que actualmente se encuentran estancadas, y advirtió que no se alcanzará ningún acuerdo sólo en sus términos, pese a las catastróficas consecuencias que pueda tener.
“Es hora de que los republicanos acepten que no se puede llegar a un acuerdo bipartidista sólo, únicamente, en sus términos partidistas”, dijo Biden en Hiroshima, Japón, donde asistió a la cumbre del G-7, las siete economías más importantes del mundo.
Biden dijo que había puesto de su parte al intentar elevar el techo de la deuda para que el Gobierno estadounidense no caiga en impagos. “Ahora es el momento de que la otra parte se mueva de su posición extrema”, reiteró.
El Tesoro anunció hace días que el Gobierno federal puede quedarse sin efectivo el 1 de junio.
Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, tenían previsto hablar a lo largo del domingo, posiblemente mientras el mandatario regresaba a Estados Unidos en el Air Force One tras decidir acortar su estancia en Asia debido a las negociaciones por el techo de la deuda.
“Creo que va a querer tratar directamente conmigo para asegurarse de que todos estamos en la misma página”, indicó Biden sobre McCarthy, subrayando que cree posible llegar a un acuerdo.
Los legisladores republicanos se mantienen firmes en sus demandas de fuertes recortes del gasto, rechazando las alternativas propuestas por la Casa Blanca para reducir el déficit.
Los republicanos quieren requisitos de trabajo en el programa de asistencia sanitaria Medicaid, aunque el Gobierno de Biden ha rebatido que millones de personas podrían perder la cobertura. Los conservadores también introdujeron nuevos recortes a las ayudas alimentarias, restringiendo la capacidad de los estados para imponer requisitos laborales en lugares con un alto índice de desempleo. Esa idea, cuando se planteó bajo la presidencia de Donald Trump, se estimó que causaría que 700,000 personas perdieran sus beneficios alimentarios.
Los legisladores republicanos también están intentando recortar la financiación del Servicio de Impuestos Internos (IRS) y pedir a la Casa Blanca que acepte disposiciones de su propuesta de revisión de la inmigración.
La Casa Blanca ha contraatacado manteniendo el gasto en defensa y no defensa plano el próximo año, lo que ahorraría 90,000 millones de dólares en el ejercicio presupuestario de 2024 y 1 billón de dólares en 10 años.
“Creo que podemos llegar a un acuerdo”, insistió Biden.
Los republicanos también han rechazado las propuestas de la Casa Blanca de aumentar los ingresos para reducir aún más el déficit. Entre las propuestas a las que se oponen están las políticas que permitirían a Medicare pagar menos por los medicamentos recetados y el cierre de una docena de lagunas fiscales. Los republicanos se han negado a hacer retroceder las exenciones fiscales de la era Trump a las corporaciones y a los hogares ricos, como ha propuesto el propio presupuesto de Biden.
Durante meses, Biden se había negado a entablar conversaciones sobre el límite de la deuda, insistiendo en que el Congreso estaba tratando de utilizar la votación del límite de endeudamiento como palanca para extraer otras prioridades políticas.
Pero cuando el Departamento del Tesoro de EE.UU. dijo que podría quedarse sin efectivo tan pronto como el 1 de junio y los republicanos pusieron su propia legislación sobre la mesa, la Casa Blanca inició conversaciones sobre un acuerdo presupuestario que podría acompañar a un aumento del límite de deuda.