El presidente, Joe Biden, habló este viernes sobre el acuerdo para elevar el techo de la deuda y evitar que Estados Unidos incumpla sus obligaciones financieras a tan solo tres días de la fecha límite que estableció el Departamento del Tesoro.
El Senado aprobó este jueves la propuesta de Biden y el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que finalmente se alcanzó tras semanas de tensas negociaciones.
Biden calificó el acuerdo como “esencial para el progreso” y para evitar una “crisis” y el “colapso económico”. “Lo que estaba en juego no podía ser más importante”, aseguró.
El mandatario indicó que hubo recortes al gasto, se redujo el déficit “y protegimos prioridades importantes, desde la Seguridad Social hasta Medicare, Medicaid, los veteranos y nuestras inversiones revolucionarias en infraestructuras y energías limpias”.

En declaraciones previas, Biden señaló que se sentía “bien” con los términos del paquete, tras dedicar el fin de semana feriado para negociar con legisladores de ambos partidos y conseguir el apoyo necesario para que la medida, conocida como Ley de Reducción de la Inflación, fuese aprobada.
“Senadores de ambos partidos han votado a favor de proteger el progreso económico que tanto nos ha costado conseguir y evitar el primer impago de la historia de Estados Unidos”, señaló Biden el jueves en un comunicado de la Casa Blanca.
Ambas partes tuvieron que ceder en algunos puntos. El presidente concedió que se establecieran nuevos requisitos laborales para los cupones de alimentos; mientras McCarthy no logró los profundos recortes de gastos que los republicanos más conservadores esperaban.
“Nadie consigue todo lo que quiere en una negociación”, indicó Biden, “pero no se equivoquen: este acuerdo bipartidista es una gran victoria para nuestra economía y el pueblo estadounidense”.
Pese a un intenso debate y a la reticencia del ala más conservadora, la Cámara de Representantes aprobó el paquete el miércoles.
¿Qué establece el acuerdo?
La medida aprobada impone reducciones del gasto para los próximos dos años y una suspensión del límite de la deuda, que actualmente asciende a 31 billones de dólares, hasta enero de 2025.
El acuerdo permite que el Tesoro siga endeudándose para pagar las facturas ya contraídas y que el gasto se mantenga estable durante el próximo año.
En las negociaciones quedaron intactos los fondos para la salud pública y Seguridad Social en los que Biden no cedió.