Al menos 18 multimillonarios recibieron los cheques de estímulo otorgados por el Gobierno para ayudar a las familias afectadas por la pandemia del coronavirus. Así lo revela un informe del portal de periodismo ProPublica en el que se detalla cómo las declaraciones permitieron a los más ricos acceder a este monto de emergencia.
El dinero fue aprobado bajo la Ley CARES, que daba la posibilidad a las personas que registraron ingresos de menos de 75,000 dólares en su declaración de impuestos más reciente en el 2020 de recibir 1,200 dólares. Las familias que reportaron menos de 150,000 de ingresos podían recibir 2,400.
ProPublica encontró que 270 contribuyentes declararon colectivamente 5,700 millones de dólares en ingresos, según su declaración de impuestos anterior, pero que distribuyeron sus deducciones de tal manera que clasificaron para los cheques de estímulo. Todos registraron ingresos netos negativos en sus declaraciones de impuestos.

Entre los que recibieron los cheques están multimillonarios como el filántropo George Soros, y su hijo, Robert, sin embargo, según ProPublica, sus representantes dijeron que ambos devolvieron la suma de dinero.
Por su parte el empresario Ira Rennert, que cuenta con una fortuna avaluada en 3,700 millones de dólares, según la revista Forbes, y además vive en una casa de 62,000 pies cuadrados en la exclusiva zona de los Hamptons en Nueva York, recibió uno de los cheques de 2,400.
El reporte de ProPublica explica con dos casos similares cómo el dinero, destinado para quienes habían perdido sus trabajos por la crisis del COVID-19, terminó llegando a personas con fortunas millonarias que no fueron afectadas económicamente por la pandemia.
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En la publicación se expone el caso de Timothy Headington, un magnate del petróleo, promotor inmobiliario y productor ejecutivo de películas como Argo y Guerra Mundial Z. Su fortuna está avaluada en 1,400 millones de dólares y en 2018 tuvo ingresos de 62 millones de dólares, sin embargo después de reportar 342 millones de dólares en deducciones el resultado final de su declaración fue de negativo 280 millones de dólares.
Al empresario Rennert le sucedió lo mismo: sus 64 millones de dólares de ingresos ese año fueron borrados por los 355 millones de dólares en deducciones, para un total final de 291 millones de dólares negativos.
Esto se explica porque los contribuyentes más ricos suelen tener una gran flexibilidad en cuanto a cuándo y cómo obtienen sus ingresos fiscales, lo que les permite pagar una parte minúscula de su crecimiento patrimonial en impuestos.
Para los más ricos, los salarios son evitables, ya que llevan la carga no sólo del impuesto sobre la renta, sino también de los impuestos sobre la nómina.
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Por esta razón, según lo revelado por ProPublica, los salarios rara vez constituyeron una parte significativa de los ingresos de los 270 beneficiarios multimillonarios del cheque de estímulo. En total, sólo 82 millones de dólares, o el 1.4%, de los 5,700 millones de dólares en ingresos percibidos por el grupo vinieron en forma de salarios.
El presidente del Comité de Finanzas del Senado, el demócrata Ron Wyden, aseguró a la publicación que “el código tributario simplemente no está preparado para gravar a los multimillonarios de forma justa, o incluso para garantizar que paguen algo”.
ProPublica se puso en contacto con todos los beneficiarios de los cheques de estímulo mencionados en este artículo. Rennert y Headington no respondieron a las solicitudes de comentarios.
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Un reportaje de este portal periodístico publicado meses atrás detalló cómo los multimillonarios obtienen deducciones fiscales por ser propietarios de equipos deportivos, por ejemplo, y varios de ellos se encuentran entre los beneficiarios de los pagos del estímulo.
Terrence Pegula, que tiene un patrimonio de 5,700 millones de dólares y es propietario de los Buffalo Bills de la NFL y de los Buffalo Sabres de la NHL, fue uno de ellos. También recibió un cheque Glen Taylor, quien registra una fortuna de 2,800 millones de dólares y quien a principios de este año llegó a un acuerdo para vender los equipos de la NBA y la WNBA de Minnesota por 1,500 millones de dólares. Ninguno respondió a la solicitud de comentarios de Propublica.
Impuestos a los millonarios
La propuesta demócrata llamada Reconstruir mejor (Build Back Better, en inglés) frenaría la capacidad de los multimillonarios de declarar ingresos negativos. Lo haría restringiendo la posibilidad de utilizar las pérdidas empresariales para compensar otros tipos de ingresos, como las ganancias de capital o los dividendos. En su lugar, las deducciones empresariales sólo compensarán los ingresos empresariales.
Sin embargo, de acuerdo a la publicación, en el borrador presentado la semana pasada no se incluyó una disposición que hubiera afectado directamente la capacidad de los multimillonarios para manipular sus ingresos.
Varios de los ricos que recibieron cheques de estímulo declararon ingresos negativos al IRS a pesar de haberse enriquecido.
Recientemente el senador Ron Wyden presentó un proyecto que crearía un impuesto sobre la renta a los multimillonarios, donde se gravarían los aumentos de riqueza.