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“Después de la redada”: el retrato de un pueblo que no ha podido recuperarse un año después

La localidad en Tennesse de abril de 2018 quedó casi vacía tras las deportaciones y detenciones. Un nuevo documental en Netflix muestra las vidas de quienes quedaron atrás.

¿Cómo recupera un pueblo su vivacidad cuando parte de su población desaparece en un abrir y cerrar de ojos? Lo vivieron el condado de Grainger y Hamblen, Tennesse, en abril de 2018, cuando hubo una redada enorme en una planta empacadora de carne, que terminó siendo de las más grandes en una década.

En el año que siguió al caos, la comunidad intentó reconstruirse; desde quienes fueron separados de improvisto de sus familiares –algunos fueron deportados a Guatemala o a México— hasta algunos habitantes con cierta afinidad por Donald Trump que nunca imaginaron que las promesas migratorias del presidente alcanzarían las puertas de sus casas.

“No pensé que afectaría a la gente de mi propio condado. Pensaba: ‘Los criminales de la frontera, de eso habla’. Nunca hice la conexión”, recuerda el padre Steve Pawelk.

El 82.9% de los residentes del condado de Grainger y el 77% de los habitantes en Hamblen votaron por Trump en 2016. En Bean Station y en Morristown, los sitios donde estaba la planta y donde vivían los detenidos, alrededor del 15% de la población hablaba español como primer idioma y entre el 3 y 7% de la población registrada en 2018 nació fuera de Estados Unidos. según el censo de 2018. (Y los censos usualmente no reflejan a todos los migrantes o indocumentados en un sitio por el temor de esas personas a que haya consecuencias adversas si son contadas).

El impacto de la redada fue especialmente agudo en la iglesia de Pawelk, donde convivían las personas migrantes con algunos partidarios del presidente republicano. Y esas secuelas de la redada fueron captadas por el cineasta mexicano-estadounidense Rodrigo Reyes.

Plasmó lo que vio ahora en el documental de media hora “Después de la redada” (“After the raid”), estrenado en Netflix este 19 de diciembre. Es el quinto de una serie sobre elementos de la vida cotidiana en medio de la relación entre Estados Unidos y México.

El día del estreno, una veintena de personas se reunieron en la iglesia dirigida por Pawelk para ver el documental.

“Este es el único de los cinco dirigido por un mexicano que vive en Estados Unidos”, indicó Elena Fortes, una de las gestoras del documental como codirectora de No Ficción, la casa productora. Otro de los productores es el actor Gael García Bernal.

Nuevas perspectivas y miradas

Las otras cuatro viñetas, también disponibles en Netflix, tratan el reencuentro temporal de familias separadas en la frontera; la migración de aves como un símil del trayecto que hacen tantas personas; la vida en dos restaurantes de la misma chef, uno en San Francisco y uno en Ciudad de México; y la historia de éxito de una joven mexicana indígena que compite en ultramaratones.

“El cómo las personas en ese pueblo de Tennessee concilian los principios y valores de su religión con los efectos de un evento tan desgarrador nos interesaba mucho como enfoque para este último corto”, agregó Fortes.

A quienes les arrebataron sus familiares cuentan cómo han cuestionado su fe desde lo sucedido. En contraste, otra entrevistada dice que el evento la hizo caer en cuenta del verdadero mensaje de amar al prójimo, tras lo cual les abrió sus puertas a personas golpeadas por la redada.

Sin embargo, aún hay gente que acude a la iglesia, para bautizos y misas. La vida sigue, poco a poco.

La incertidumbre y pesar que viven las personas retratadas en el documental dista de ser único; el mismo corto fílmico recalca que apenas en agosto sucedió otra megarredada similar, en Mississippi.

En el caso de Tennessee, el dueño de la planta cárnica fue condenado en junio a 18 meses de prisión y se inició el proceso para la deportación de 97 personas. Casi 160 niños fueron afectados por el arresto de sus padres, y varios han tenido problemas en la escuela desde entonces, según el Southern Poverty Law Center.

Sin embargo, no todas las personas detenidas fueron expulsadas. La mayoría de las 54 personas que fueron llevadas a un centro de detención migratoria en otro estado pudieron pagar la fianza y seguir sus procesos en libertad, gracias a un grupo de defensa de migrantes, la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee.

Asociaciones de defensa de migrantes presentaron en febrero una demanda que asegura que se violaron la Cuarta y Quinta Enmiendas contra confiscaciones ilegales y para la protección igual bajo la ley durante la redada. En octubre, el Departamento de Seguridad Nacional pidió descartar el caso, aunque este sigue pendiente en tribunales.

“Quiero justicia para mí y para mis colegas a quienes nos negaron nuestros derechos constituciones, así como nuestra humanidad”, dice en la demanda Isabel Zelaya, uno de los extrabajadores de la planta.

Mientras, la gente en Morristown y Bean Station intenta seguir con sus vidas como pueda, entre consecuencias que no siempre son retratadas. Al hacerlo en este documental, Fortes espera que haya más empatía hacia y seguimiento de las comunidades afectadas, sobre todo gracias a la disponibilidad de los cinco documentales cortos en una plataforma tan usada como Netflix.

“Lo principal es nutrir y ampliar la percepción que tenemos del otro en el mundo”, dijo la cineasta y productora. “De ahí a que se cambie el mundo, pues hay muchas variables de por medio. Pero, a medida en que el documental pueda cambiar o transformar la percepción, con eso pueden cambiar también comportamientos, comunidades y el estado de las cosas”.