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"Papá está aquí, no temas". Emocionante rescate de una niña enterrada bajo los escombros por el sismo de Turquía y Siria

Un video recoge el momento en el que Nour es desenterrada de un edificio colapsado tras pasar horas bajo los escombros mientras su padre espera junto a ella.

Un emotivo video de la Defensa Civil de Siria difundido por la agencia de noticias The Associated Press muestra cómo una niña fue rescatada entre los escombros de edificios derrumbados en la localidad siria de Jindires por el terremoto de 7.8 de este lunes de madrugada (hora local), que provocó más de 7,200 muertos.

La joven fue sacada con vida el lunes por la noche de un edificio colapsado. Su padre estaba ahí en el momento del rescate, esperando reunirse con la menor, que había pasado todo un día atrapada entre los escombros, según informa la agencia.

Las imágenes muestran a un rescatista apartando trozos de cemento y hierros retorcidos hasta que asoma la niña, llamada Nour, aún parcialmente enterrada, que parece confundida cuando le dicen: “Papá está aquí, no temas. Habla con tu papá, habla”.

El rescatista le tomó la cabeza con las manos y le limpió con delicadeza el polvo de la cara antes de terminar de desenterrarla.

Jindires, al norte de Siria, cerca de la frontera con Turquía, también fue escenario de otro rescate dramático el lunes, de una bebé recién nacida. Su madre dio a luz pero los rescatistas no pudieron salvarla.

Cuando la hallaron, la pequeña estaba enterrada y todavía unida a su madre muerta por el cordón umbilical. Es la única de su familia que sobrevivió al derrumbe del edificio.

Los rescatistas la hallaron el lunes por la tarde, más de 10 horas después del sismo. Una vecina cortó el cordón y la llevaron a un hospital infantil en la localidad vecina de Afrin, donde la colocaron en una incubadora, según el médico que la trata, Hani Maarouf.

Su temperatura había caído a 35 grados Celsius (95 Fahrenheit) y tenía contusiones, pero su estado era estable. El médico calculó por la temperatura que nació unas tres horas antes de que la hallaran.

Los equipos de rescate siguen buscando a sobrevivientes del terremoto, en una batalla contra el reloj, pues a partir de los tres días las probabilidades de seguir con vida bajo los escombros de los miles edificios derruidos por el temblor son mínimas.

Más de 24,000 personas (a las que se suman equipos enviados por Alemania, Italia o México, entre otros países) rastrean las ruinas en busca de señales de vida, una tarea dificultada por las gélidas temperaturas y las más de 200 réplicas del temblor, que pueden derrumbar las estructuras inestables que quedan en pie.