Por Scott Stump - TODAY
La Guardia Costera rescató a un grupo de familiares y amigos que habían quedado atrapados en una tormenta eléctrica a 100 millas de las costa de Florida cuando un rayo impactó sobre su bote. El incidente fue captado en video.
“He pasado por tormentas. Han caído rayos a mi alrededor antes, pero nunca me había pasado algo como esto”, dijo este lunes el capitán Glenn Rumer a Kerry Sanders, corresponsal de NBC News.
“Había relámpagos cada segundo”, afirmó la hermana de Rumer, Sherrie Kelley, también en una entrevista con el programa TODAY.
Rumer y Kelley eran parte de los siete tripulantes que zarparon de Clearwater, Florida, para competir en un torneo de pesca el sábado. Decidieron regresar tras enfrentar ráfagas de viento de hasta 35 millas por hora, olas de seis pies de altura y relámpagos constantes.
“Solo había una forma de salir de eso y era a través de la tormenta”, dijo Rumer.
Un miembro de la tripulación captó con una cámara de video el momento en el que un rayo impactó el bote de 39 pies (13 metros).
El rayó golpeó el tangón, un palo largo que sale de la proa y que se usa para pescar, y lo hizo estallar en pedazos: "Estaba en llamas cuando cayó”, dijo Rumer. “Los motores, la electricidad, todo se fundió. Estábamos completamente a oscuras en el agua”, agregó.
Kelly de inmediato puso a todos los pasajeros bajo cubierta, entre ellos a una mujer embarazada. “Me puse en modo mamá. Todos resistieron lo mejor que pudieron, en verdad”, afirmó.
Rumer usó una baliza para enviar una señal de socorro a la Guardia Costera. Los suboficiales Karli Thomas y Brian Kamp sobrevolaron la zona junto con sus dos compañeros de equipo durante casi dos horas hasta que encontraron el bote averiado.
Kamp se zambulló en el agua para nadar hasta el bote y evaluar la situación, y se encontró a los pasajeros muy agradecidos de verlo.
“Empezamos a llorar”, contó Rumer.
Los tripulantes fueron trasladados en avión a un lugar seguro. “Los amo a todos. Todos son ángeles. Ángeles del agua”, afirmó Rumer.
Kelley y Rumer dijeron que nunca olvidarán este viaje de pesca.
“La madre naturaleza se salió con la suya”, dijo Kelley. “Tuvimos la ayuda de Dios, y él nos bendijo y todos estamos seguros en casa y nadie resultó herido”, agradeció Rumer.
Florida es el estado del país donde caen más rayos. Un promedio de 10 personas mueren al año por sus impactos, según el Servicio Meteorológico Nacional. Y julio es el mes más mortal.
Las autoridades recuerdan que todos los botes deben estar equipados con bengalas y chalecos salvavidas, así como un dispositivo conocido como radiobaliza, que envía a las autoridades la ubicación de la embarcación: lo que usó Rumer para pedir ayuda.